martes, 24 de marzo de 2009

Pilotando Kings: Cuando el versículo se hace serie

"Samuel tomó el cuerno del aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. A partir de aquel día vino sobre David el espíritu del Señor" (1 Samuel 16:13).

Fue en primero de bachillerato cuando la Biblia se convirtió en el único libro de texto válido de la asignatura de Religión en el instituto público al que asistía. Bajo la batuta del párroco de una localidad vecina, nos pasamos casi un curso entero analizando pasajes del culebrón más grande jamás contado: el Tánaj o Antiguo Testamento. De entre todas sus historias repletas de guerras, romances y traiciones, la fábula del Rey David brilla con luz propia, al igual que Kings, la nueva serie que nos brinda la NBC y que moderniza la tragedia del segundo monarca de Israel.

Se agotan los adjetivos para describir el resultado de la reinterpretación visto en el doble piloto, a pesar de los pésimos datos de audiencia (4,5 millones de espectadores) que ha cosechado el tercer capítulo emitido en USA. La serie intimida de la majestuosidad que desprende su diseño de producción, impecable y colosal, especialmente, en las escenas que transcurren en el centro de gobierno, y en Shiloh, la metrópoli-capital del reino de Gilboa encabezado por el Rey Silas (un tremendo Ian McShane, Deadwood).

Gilboa está en guerra con el vecino Gath, que vendrían siendo los filisteos y cuentan, cómo no, con varias armas de combate llamadas Goliaths. Diferencia: aquí no hablamos de un sólo gigantón, sino de bastantes tanques que dejan a los gilboenses, como a los israelitas en la Biblia, bastante mermados. Encima, ha habido una emboscada y uno de los dos soldados prisioneros es Jack Benjamin (Sebastian Stan, aka Carter Baizen en Gossip Girl), el díscolo hijo del rey y crápula profesional.

Y aquí entra David Shepherd (Chris Egan), que, con el mínimo equipo de defensa, cruza las líneas enemigas para liberar a los rehenes y después deshacerse el solito de un Goliath. No hubo honda ni piedras, pero sí una granada y un bazoca. ¿Consecuencias de tan noble acto? El mecánico hijo de Jessie (el rol de Jesé es femenino en la serie) y menor de siete hermanos es aclamado con honores de héroe, presentado a las altas esferas de Gilboa, y ascendido a capitán por el mismísimo Rey Silas.

Cuando el espectador asiste al primero de los triunfos que consigue David a lo largo del capítulo, no se sorprende en absoluto porque dos años antes fue testigo del ungimiento del chico con la grasa de un coche que había arreglado. Esta escena, sucedida al principio del episodio, es clave porque explica que estamos ante un personaje excepcional capaz de hacer cosas extraordinarias y supone un magnífico ejercicio de adaptación del texto bíblico. En el libro, el profeta Samuel unge con aceite la frente de David designándolo como rey de Israel, mientras que aquí el Reverendo Samuels (Eamonn Walker) limpia un mancha de grasa de la frente del rubito que le solucionó el contratiempo. Una estampa sencilla pero significativa.

Este momento junto con la coronación de las mariposas a la que hacía referencia el Rey Silas remarcan la grandeza de David, que poco a poco se irá ganando la confianza del monarca, incapaz de confiar en su heredero Jack. La caída del Rey Saúl se ramifica en Silas y en Jack, ya que mientras el padre representa la corrupción del poder, el hijo encarna la envidia ante alguien que puede ocupar su lugar.

Por su parte, el Reverendo Samuels se anuncia en su papel de profeta pesado que suelta verdades como puños. No en vano, recuerda machaconamente al rey que se está alejando de los designios de ese Dios al que tanto le gusta aludir en sus discursos. Por el contrario, alaba las virtudes del joven David.

Tal es la cantidad de subtexto bíblico que hasta la puerta del pisito del chico lleva el número 7, cifra sagrada para los judíos (¿casualidad de que David sea el séptimo hermano?); y el nombre de la hija de Silas, Michelle, recuerda bastante al de la primera mujer de David: Michal, vástaga del Rey Saúl.

También se ha respetado el carácter de guerrero cultivado del chaval, que cambia las cuerdas del arpa por las del piano, con el que interpreta una pieza de Liszt que acompaña a los instantes más emotivos del piloto. Con todo, no pensemos que estamos ante el yerno que todas las madres querrían tener. David es un hombre con destino de héroe, pero un hombre, al fin y al cabo, con su debilidades, como así da a entender a su hermano Eli. "No soy como crees", le dice.

Considerando los datos de audiencia y que los 13 episodios de la primera temporada ya están rodados, podemos pensar que el periplo de Kings se quedará ahí. Una verdadera pena por el juego que puede dar el material en el que se basa la serie, quizá demasiado compleja para lo que puede soportar en estos momentos la NBC, que vive una etapa tan convulsa como la que retrata la historia creada por Michael Green.

Quién sabe los frutos que podría haber dado esta ficción en un canal de cable, así que, hoy por hoy, sólo podemos sentarnos y disfrutar de las intrigas políticas que configurarán el ascenso y caída (si da tiempo) del hijo de Jessie.

lunes, 23 de marzo de 2009

¿Es Cuatro el Cash Converters de TVE?

'Compramos lo que no utilizas, vendemos lo que necesitas', reza el lema de la cadena de tiendas de cacharros de segunda mano, pero si lo adaptamos a la cadena de Sogecable, no desentonaría en absoluto a tenor de las últimas adquisiones de series que ha realizado.

Como quien va a vender un reloj Casio de esos que apagan televisiones, TVE se ha acercado sucesivamente al mostrador de Cuatro (o al revés, ésta ha mirado en el rastrillo de la cadena pública) y le ha dicho: "Te vendo Gossip Girl, Lost y Supernatural. Están prácticamente nuevas, sobre todo la primera que está con el plástico y todo. Las tenía en casa criando polvo y quiero sacarles algo de partido. Te las dejo en X euros. ¿Te parece bien el precio?"

A primera vista, parece que Cuatro, casa de acogida de las series en España, no confía mucho en la reciente compra de Dollhouse, Sons of Anarchy y Life on Mars USA, y se quiere beneficiar de productos a priori más comerciales de los que TVE no ha conseguido ninguna rentabilidad, a pesar de que ha intentado convertir La 2 en un refugio para sus series extranjeras. Al mismo tiempo, el nuevo trío de series encajan a la perfección con la imagen y estrategia de la cadena privada, con un target mucho más joven que el de la pública.

Lost y Supernatural son series de segunda mano, mientras que Gossip Girl, como he dicho, huele a coche nuevo porque no se ha estrenado en abierto. Por eso chocó tanto la venta de ésta última por parte de TVE: cuando Cuatro anunció que la compraba, a todo el mundo le vino a la cabeza que la corporación era la propietaria de los derechos de emisión desde hacía un año junto con los de Pushing Daisies, que sigue teniendo hasta la fecha (?).

Curiosamente, ese día mis jefes de la agencia me encargaron la noticia, e intenté contactar con alguien de las dos partes para que me comentase los términos básicos de la compra (si fue por caducidad de los derechos o por venta directa, por ejemplo). Nadie habló y me tuve que conformar con adaptar la nota de prensa que había enviado el gabinete de la cadena de Sogecable. Lástima.

De aquí no nos mueven, lo juramos por Chanquete...

Al mismo tiempo que los detalles de esta operación en concreto han quedado ocultos para los aficionados, las razones de por qué TVE conserva Desperate Housewives, Smallville o Two and a Half Men son más accesibles. Desde el estreno de la quinta temporada, las 'desesperadas' se mueven en shares que igualan o superan el 5% (aunque han bajado hasta el 4, 7% esta última semana), unos datos bastantes aceptables para lo que es La 2, sin olvidar que siempre ha sido la niña mimada de TVE en cuanto a promoción se refiere. Por su parte, el joven Clark y Charlie Sheen están formando un tándem sólido en el 'access prime time' de la cadena, amigo histórico de las sitcoms y otros productos ligeros.

Con una una cadena pública que ha limpiado su estantería, la incógnita está ahora en saber qué hueco hará la privada en la suya para colocar hasta seis nuevas adquisiones. Cash Converters hace negocio comprando segunda mano para vender al cliente, y Cuatro hace lo mismo para vender audiencias a los anunciantes. ¿Hará caja la cadena de Sogecable?

miércoles, 18 de marzo de 2009

Dime(me) qué has visto y te diré cómo eres

Hoy tomaré el ejemplo de Thursnext, Moltisanti, Satrian y Srodry y me pondré a 'mementar' las series que tengo en el desván de mi vida catódica, las ficciones que en estos momentos visitan la pantalla de mi tele o portátil, las que pronto lo harán y las que dejaron de venir para siempre.

En el desván de lo ya visto
: aquí haré una distinción entre aquellas series que he visto completas de principio a fin y aquellas que seguía con bastante regularidad, pero seguro me perdí algún que otro episodio porque las veía por la tele principalmente.
  • Completas de pé a pá: Twin Peaks, Alias, Sex and the City, Ally McBeal, The OC, Dawson's Creek, Felicity, Wonder Years, Young Americans, Rome, Everwood, Dark Angel, Band of Brothers, The L Word, El Pantano (un experimento de Antena 3 cancelado en un suspiro).
  • De seguimiento regular: Friends (las repeticiones ad infinitum me disuadieron de bajármela o comprármela), Heartbreakers (Drazic... Daba igual que llevase piercings, daba igual), Golden Girls, Saved by the Bell, Alf, The Fresh Prince of Bel-Air, Punky Brewster, The Nanny, Married with children, Blossom, Full House (tío Jesse rules!), Boy meets world (y, de paso, a Topanga), Unhappily ever after, Beakman's world (qué buena era la rata Lester), Lois and Clark.
Actualmente pasan por aquí: vamos a hacer una distinción entre las que sigo a ritmo USA (es decir, estoy en el episodio que corresponde o acabaré antes de la siguiente temporada) y las que veo tranquilamente, donde hay un par más de las que me gustaría porque el año pasado viví mi huelga de guionistas particular al no tener Internet en casa. Si a esto le sumamos la falta de tiempo y que la crisis obliga a cortar gastos en packs de DVD... Menos mal que mi amigo y 'series dealer' privado, Mario, me suministró algo de material :-D.
  • A ritmo USA: Grey's Anatomy, Gossip Girl, True Blood, Weeds, Terminator: The Sarah Connor Chronicles, House, Mujeres Desesperadas.

  • A mi 'tempo': Six Feet Under, Californication, 30 Rock, How I met your mother, Lost (el retraso se debe más bien a que tuve una crisis con la segunda temporada), Smallville (sin comentarios, difícil que me ponga al día con ella), Mistresses, Gilmore Girls y Buffy The Vampire Slayer (éstas dos últimas las veía por la tele, pero al final revisiono porque lo merecen).

Vendrán pronto: empezaré a ver unas más antes que otras, pero aquí van las prioridades de mi lista de pendientes, que no para de crecer.

  • A punto de caramelo: Breaking Bad, Skins y Dollhouse.
  • Urgentes: The Sopranos, The West Wing, The Wire (de estas tres sólo he visto capítulos sueltos), Veronica Mars, Friday Night Lights.

  • Para maratonear en verano: The IT Crowd, The Flight of the Concords, Extras, The Bing Bang Theory (al buen tiempo, comedia) y Sons of Anarchy.

Dejaron de verse: no me gusta dejar las series inconclusas, pero a veces no queda más remedio.

  • Charmed, Melrose Place, Beverly Hills 90210, Heroes

Dentro de un año me gustaría revisitar esta lista a ver cómo ha cambiado.

domingo, 15 de marzo de 2009

Quitan las pelusas y algo más

Los fines de semana están pensados para llevar a cabo un plan distinto, hacer maratón con alguna de nuestras series favoritas y, si ya no podemos esconderlas más, deshacernos de las pelusas de debajo de la cama. Es una pena que las aspiradoras no funcionen solas, o que, la robótica no haya avanzado lo suficiente para que todos podamos tener a una Rosie, como la de Los Supersónicos, que libre al dueño de limpiar su morada. Aún así, siempre existirá la opción no tecnológica del personal doméstico, capaz de guardar los secretos más inconfesables de los jefes desde su puesto (en la mayoría de los casos) como personaje secundario.

Nancy Botwin (Weeds) debe estar lamentando el día en que Lupita descubrió la maría en unas almohadas que sacó de un armario. No le faltó tiempo a la señora para poner en práctica sus dotes padrinescas y exigir un sueldo más elevado a cambio de su silencio. Desde entonces, Lupita dispone de más tiempo para charlar con las vecinas y el polvo alarga su estancia en casa Botwin.

Menos privilegiada es la posición de la que disfruta Dorota (Gossip Girl) en la choza de los Waldorf. Poco más, y me la imagino dándole de comer a "Miss Blair", a la que debe ayudar en todas sus perrerías siempre que la señorita lo requiera. Supongo que escuchar una y otra vez el politono de 'I'm a slave 4U' de Britney tampoco la deja dormir bien por las noches.

A diferencia de la sufrida doncella polaca, Geoffrey Butler las montaba buenas con Will Smith en The Fresh Prince of Bel-Air. El inglés mister Butler estaba un poco quemado por el poco aprecio económico que recibía de los Banks, así que sus salidas se pueden interpretar como una forma de rebelarse contra tío Phil, Carlton y compañía, a los que no dejaba de criticar por la vida ociosa que llevaban.

Del mismo modo que en el mundo de los asistentes hay más porcentaje de ellas que de ellos, en el gremio son pocos los que han llevado el peso protagónico de una serie. Si se puede considerar personal doméstico a las nannys, Fran Fine sería el ejemplo más destacable, con seis temporadas a sus espaldas aguantando a los tres pequeños Sheffield y manteniendo un tira y afloja romántico con el padre de las criaturas. Como Sonrisas y Lágrimas, pero sin hábitos ni 'The Sound of Music'.

En España, Aída García pasó de fregar el suelo en casa de Sole en Siete Vidas a tener su propio spin off, que se utiliza como arma de destrucción masiva contra cualquier nuevo producto de la competencia, y continúa sin su protagonista. ¿Sentido de que la serie se siga llamando Aída? Ninguno. Es posible que, de tanto repetirla, la gracia de "como el Luisma es tonto" haya terminado por pegarse a los responsables de esta sitcom de una hora.

Un antecedente de la ilustre ex vecina de Esperanza Sur es la entrañable Juani Ureña de Médico de Familia. Debo ser de las pocas personas de mi generación a las que les daba igual perderse un capítulo de esta serie, pero la asistente y el abuelo Manolo eran los personajes más potables, especialmente, cuando interactuaban con Chechu, que resultaba un pelín cargante por separado.

Con total seguridad, me habré dejado a unos cuantos en el cuarto de las escobas así que, si sabéis de otros asistentes que os hayan ayudado a barrer horas de vicio seriéfilo, no dudéis en recomendarlos.

martes, 10 de marzo de 2009

Pilotando The Listener: Escuchantes en ambulancia

El domingo pasado sintonicé Radio 1 y me saltó el programa de Pepa Fernández No es un día cualquiera. He de reconocer que no soy una habitual de este magacín porque, de lo contrario, no me sorprendería que utilizara el apelativo de 'escuchantes' para dirigirse a los que estábamos en el salón de nuestras casas. Claro que pongo atención a lo que me dicen, pero soy incapaz de escuchar lo que no me cuentan, algo que sí puede hacer Toby Logan, el paramédico primo lejano de Novak Djokovic.

The Listener ha aterrizado en España (FOX) con el honor de haberse estrenado en todo el mundo antes que en los Estados (NBC) y Canáda (CTV), que, precisamente, es el país de origen de este procedimental con ínfulas sobrenaturales, pero que en factura creativa se queda a la altura de Melinda Gordon y sus ghostwhisperianas visiones. O sea, raso, raso.

Para empezar, la primera escena del piloto nos descubre el pastel de Toby Logan (Craig Olejnik). Allí en el tejado, y con una maraña de voces a su alrededor, me recordó al profesor Charles Xavier de los X- Men utilizando a Cerebro para buscar mutantes. Una presentación de la telepatía de Logan demasiado obvia, aunque no la podemos comparar a la de Sookie en True Blood, pues a diferencia de la vampirófila, nadie sabe que Toby puede leer mentes.

Tampoco se puede afirmar que estemos ante un telépata que necesite controlar su don, como Matt Parkman en la primera temporada de Heroes; al revés, aquí nos presentan a un tipo ya formado, que, incluso, está empezando a experimentar otras facetas de su propio poder. Así, nos lo muestran los guionistas con la escena de la impresión mental previa al rescate de la madre en el coche siniestrado. El vehículo explota en un alarde de efectos especiales innecesario, sólo para mostrar la típica imagen del héroe con la víctima en brazos dejando atrás el desastre. Cliché.



Poco original también es el caso que abre la serie y que anima al paramédico a plantearse el ayudar a los demás. Que nos planten a un personaje con sus facultades básicas ya estabilizadas es un síntoma de que en The Listener lo que importa son las historias de cada semana, aunque nos suministren píldoras del pasado de Logan (¿es su verdadero nombre?) y de dónde viene su poder. El tema de la joven madre soltera claramente remite a los telefilmes de Antena 3: falla por todas partes, al menos podrían haber tratado la premisa de manera que causase un fuerte impacto en el protagonista, y, de paso, de un poco de sustancia a la voz en off del final, cuando acepta que su don puede hacer el bien.

No nos engañemos, Toby no es ninguna mala pécora. Sólo lee mentes para camelarse a la médico Olivia Fawcett (Mylene Robic), anticiparse a la salidas de Osman (Ennis Esmer), su compañero de ambulancia, y, desde ahora, colaborar con la detective Charlie Marks (Lisa Marcos). Sí, porque (como en cualquier otra serie de este estilo) no puede faltar alguien que sepa disparar y hacer llaves como Dios manda.

En el caso concreto de Toby tampoco puede faltar su profesor Xavier particular, Ray Mercer (Colm Feore), quien se encargó de educar sus habilidades en el pasado y previsiblemente le seguirá ayudando a soportar los dolores de cabeza porque, como bien apuntó, el radio de acción de Logan "está aumentado".

Sin embargo, el mío no creo que lo haga. Sintonizar un capítulo de este 'escuchante' ha sido suficiente para que no vuelva a colocarme sobre su dial.

viernes, 6 de marzo de 2009

Bradshaw, comprarás en los chinos

OFERTA 2x1: Si no has visto la película de 'Sex and the City', esta entrada te parecerá tan cara que te arrepentirás de haberla adquirido con tu tarjeta Visa Oro. En caso contrario, bienvenido/a al mundo de los remates finales en rebajas.

Querida Carrie:

Te escribo para comunicarte que me mudo al Upper East Side. Los últimos acontecimientos de tu vida como casarte con Mr.Big en un juzgado cochambroso, con un dos piezas blanco que ni siquiera es de Calvin Klein, y hacer el banquete nupcial en el 'Burriking', me hacen pensar que tu barrio está preparado para aceptar una vecina como yo. See ya soon, babe.

Tu colega,
la Crisis

"Ten amigos para esto", deberá de estar pensando Carrie con la que se le vendrá encima en la secuela de la peli de SATC, que aterrizará en los cines en 2010. Coco, Gucci, Blahnik, Christian, Marc, Louis, Yves, Donatella y otros tantos dejarán en pelotas a la Bradshaw, que estará dispuesta a darse un garbeo por Chinatown antes que soportar el peor de los tormentos (y no son los tacones) para una chica: repetir modelito.

Michael Patrick King, director de las películas y creador de la serie junto con Darren Star, va a hacer un ejercicio de Responsabilidad Social Corporativa con los tiempos que corren y obligará a la estilista y diseñadora Patricia Field a llenar el fabuloso ropero que le regaló Mr. Big a la columnista/socialité/fashionista con un género de una calidad tirando a Lefties o, mejor, a mercadillo de barrio. Pobre Carrie, ahora que te habías casado con un ricacho, y ya entendíamos mejor que te comprases zapatos de 500 dólares sólo escribiendo 300 palabras a la semana en el New York Star... ¡P... crisis!

"Fuck!", tiene que estar repitiendo mi relaciones públicas favorita, Samantha Jones, que no lamentará demasiado haber dejado al macizo de Smith Jerrod porque el deporte que practica es gratis, afortudamente. Eso sí, que se olvide de comprar un juguete distinto cada semana. Si se estropea, que lo lleve a arreglar o pida prestado el conejito maquinero a Charlotte.

El alma cándida de la señora York-Goldenblatt creo yo que soportará las dificultades, porque si fue capaz de renunciar a celebrar la Navidad para pasarse a la Hannukah y de enamorarse de un bajito con pelos en la espalda, el resto seguro que es una seda para ella.

Miranda, en el fondo, tiene más que arsenal suficiente para plantarle cara a la recesión. Aunque viva en una pedazo casa, Brooklyn no es el Upper, tiene una piscina hinchable en el jardín, y a Steve le encanta cortarse él mismo las mangas de las camisetas. Eso se llama ser previsores, sí señor.

Ya te lo dijo Phoebe Halliwell de Charmed, Bradshaw: tenías que haberte casado con el vestido de Vivianne Westwood, que luego iba a venir la Crisis y te llevaría de compras por los chinos.

miércoles, 4 de marzo de 2009

¡Premio!


Sin palabras me dejan los chicos de BloPez. ¡Muchas gracias por pensar en mí para el Premio Blog Amigable! La verdad es que es toda una sorpresa (sí, casi me pongo tan loca como Kate Winslet con sus dos Globos de Oro jeje!), más que nada porque llevo menos de un mes con el blog y ni me imaginaba recibir este detalle. Cosas así animan a escribir y, tan sólo por el empujón, gracias de nuevo.

Antes de soltar mi lista de premiados comento qué deben hacer una vez que lo reciban, al igual que esta servidora hará ahora mismo.

1. Colgar en el blog la imagen del premio y decir quien te lo entregó.
2. Contar 3 cosas que nunca hayas hecho pero te gustaría hacer.
3. Contar 3 cosas que nunca hayas hecho y que JAMÁS harías.
4. Entregar el premio a 6 blogs/webs y avisarles dejándoles un mensaje en su página.

Por la parte que me toca:
1. Done.
2. Me gustaría hacer la Ruta 66 en caravana, vivir una temporada en el extranjero y que me salga de una vez por todas el souflé de melocotón.
3. Nunca haría un maratón de las pelis de Uwe Boll, ni comería perro, ni apoyaría al Celta de Vigo.

4. Y el premio goes to:



Off topic: Ayer vi anunciada en Antena 3 una tv movie sobre el atentado del Rey en Mallorca hace 14 años. Parece que el monarca está sobreinspirando la programación de la cadena de San Sebastián de los Reyes en el último mes.

martes, 3 de marzo de 2009

La TDT de pago, ¿una oportunidad para la ficción española de calidad?

La mayoría de los operadores nacionales se han frotado las manos ante la posibilidad de que la TDT venga con una suscripción bajo el brazo. A falta de algo más de un año para que todos nos hayamos apagado analógicamente y probado el invento, la gran duda entre las cadenas es cuánta porción de publicidad tocará a cada una con la cantidad de canales que van a funcionar (porque existir ya existen) en la nueva plataforma. ¿Serán sostenibles cuarenta canales sólo con la ayuda de los anunciantes? Yo creo que no, y menos con la actual debacle publicitaria. A no ser que, por ejemplo, Telecinco dedique otro dial más a teletienda para captar ingresos, y así hacer frente a la millonada que ha tenido que invertir en la nueva tecnología digital.

Con el afán de ahorrar, y sin apartarnos del paradigma de la cadena de Vasile, también cabría la hipótesis de que ésta produzca programas low cost y no apueste por programas innovadores. Resultado: los espectadores tendríamos que tragarnos más basura de la que ya hay. No sé qué pensáis vosotros, pero una TDT sólo sustentada con anuncios puede ser el 'Judgement Day' de la ya denostada televisión patria, en general, y de la ficción española, en particular. Así que, en mi opinión, el John Connor de la historia sólo puede ser el pago.

¿Que la mayoría no estamos acostumbrados a pagar por ver la tele? Cierto. Pero por esa misma razón, muchos de nuestros guionistas no pueden explorar el verdadero potencial de sus creaciones, o, se tienen que ceñir al patrón de la cabra de Globomedia. Nos pueden gustar sus series o no, pero no se puede negar que la leche de cabra alimenta las audiencias de casi todas las cadenas que la prueban. Y, si de paso también nutre de entretenimiento al perro de la familia, mejor que mejor. Televisión en abierto, cero target, hay que llegar a todo ser viviente.

Con una TDT de pago, los contenidos más susceptibles de cerrar sus puertas al que no suelte dinero serán las retransmisiones deportivas, sobre todo, el fútbol. ¿Y que pasa con las series? Probablemente también, por lo que, si así lo ven las cadenas, se abriría un nuevo camino para apuestas bastante más arriesgadas de producción original y se aprovecharían mejor las adquisiones en el mercado extranjero.

Vistas las experiencias de otros países del entorno europeo como Gran Bretaña e Italia, el precio del canal sería la traducción en euros del de un básico de cable estadounidense, financiado con publicidad y una mínima cuota por abonado (entre uno y dos dólares, a diferencia de los 15 que puede llegar a clavar la HBO o Showtime cada uno por ser cable premium, sin anuncios), de modo que se vendería en paquetes junto con otros diales.

Así, por ejemplo, la Mediaset de Berlusconi ofrece en Italia desde el año pasado un ' mini bouquet' de canales denominado Premium Gallery basado en las producciones de ficción. El paquete incluye Joi (un ABC Family al calzone), Mya (un Cosmo o People & Arts a la carbonara) y Steel (una suerte FX dedicado a los machos italianos de 20 a 40 años). En su oferta de lanzamiento el abono mensual costaba ocho euros, lo que deja constancia de que en Europa no utilizamos la palabra premium con el mismo significado que tiene en USA. Además, por lo que he podido observar, la presencia de programación original todavía es escasa en las parrillas de estos canales, seguramente porque hasta 2012 no se completará el apagón analógico en el país de la pasta Buitoni y no compensa aún producir contenido para estas plataformas.

A pesar de que el tema se encuentra en pañales, casos como el de la TDT italiana suponen una alternativa, que, si sabe ser aprovechada por los tiburones de las teles nacionales, podría suponer un salto de calidad (tan grande como los que pega Hulk) para la ficción española. Quién sabe, a lo mejor los premios TP soportarían más dignamente la comparación con los Emmy.

Nota al pie: si estás leyendo esto, sabré que no te pareció un coñazo :)