tag:blogger.com,1999:blog-34220655972342335122024-03-05T07:06:34.441+01:00Series a la parrillaNo hay tiempo material para tantas horas de entretenimiento catódicoJainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.comBlogger187125tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-31214633861354642222014-11-09T21:33:00.000+01:002014-11-09T22:27:36.178+01:00The Honourable Woman, secretos y venganza en Oriente Medio<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoPGqbXA0RKx85lqkE_39st3rmf5wBYUvR0JbYyT6ASVmwuPGnJ9q1XMdNIAtvFXpc4RSvnyUb8RE6eTx1Wxf09OcWcO56truR3QkUQsjcvdP-Qvxdw6XR6sBlcGQODRag3cB6xOKBTbs9/s1600/Maggie-Gyllenhaal-in-the-Honourable-Woman-2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoPGqbXA0RKx85lqkE_39st3rmf5wBYUvR0JbYyT6ASVmwuPGnJ9q1XMdNIAtvFXpc4RSvnyUb8RE6eTx1Wxf09OcWcO56truR3QkUQsjcvdP-Qvxdw6XR6sBlcGQODRag3cB6xOKBTbs9/s1600/Maggie-Gyllenhaal-in-the-Honourable-Woman-2.jpg" height="265" width="400" /></a></div>
Si <i>The Honourable Woman</i> hubiese sido un thriller de espionaje barato con el conflicto palestino-israelí como fondo de pantalla, quizá la BBC Two habría retrasado la fecha de estreno prevista para el tres de julio pasado. Cinco días después, daba comienzo la 'Operación Margen Protector' que asoló la Franja de Gaza durante 50 días y dejó una hilera de más de 2000 muertos. Pero el segundo canal de 'The Beeb', seguro de su producto, no sólo continuó con el plan original, sino que ha brindado uno de los acontecimientos seriéfilos del año. Una miniserie que sobrevuela la controversia con la misma precisión con la que un dron rastrea el terreno, y que deposita la carga en el único objetivo que importa: la psique del espectador.<br />
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El gancho era ver a Maggie Gyllenhaal, hermana de Jake y secundaria de lujo en filmes independientes y taquillazos, en su <b>debut televisivo </b>y exhibiendo el inglés de Oxford que requiere el jugoso papel de la baronesa Nessa Stein, la filántropa judío-británica que protagoniza los ochos episodios escritos por Hugo Blick, quien ya dejara patente su dominio del género en <i>The Shadow Line</i>. Mujer de negocios y multimillonaria, Stein se dedica junto a su hermano, Ephra (Andrew Buchan), a promocionar proyectos para mejorar la telecomunicaciones en Gaza y Cisjordania en un intento diplomático por combatir las graves desigualdades que alimentan la lucha entre los dos pueblos que habitan la tierra de su difunto padre, que amasó toda su fortuna armando a las Fuerzas de Defensa de Israel. <br />
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Blick no pierde tiempo en mostrarnos la fragilidad del sueño utópico y autopurificante de Lady Stein, acechado por intrigas gubernamentales y, sobre todo, por los esqueletos que su familia y ella misma guardan en el armario desde décadas atrás. La historia consigue un<b> equilibrio perfecto entre la trama política y la personal</b>, entrelazando ambas hasta extremos que nunca se llegan a tensar demasiado y que sirven como disparadero de nuevos interrogantes. La clave para que todo funcione está, como no podía ser de otro modo, en unos personajes sumidos en la penumbra de los que, empezando por la protagonista, apenas podemos adivinar sus movimientos pasados, presentes y futuros. Blick esconde, dosifica la información de forma maquiavélica; crea ilusiones y pone bombas donde menos lo sospechamos en cada uno de sus calculados ‘flashbacks’. Nada es casualidad en un <b>relato intenso y poliédrico </b>como éste.<br />
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Una continua crisis nerviosa apresa a Nessa desde el momento en que el empresario palestino que iba a ser beneficiario del nuevo contrato de su fundación aparece muerto en la habitación del hotel donde se alojaba. La aristócrata comienza una lucha contra sí misma entre cumplir el <b>papel de marioneta</b> que se espera de ella, o confrontar a todos aquellos que la pusieron en la encrucijada: el MI6, la CIA, el Mossad, Fatah y su propia familia.<br />
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Fuera de esa celda-habitáculo de última generación donde duerme, recuerdo constante del trauma que cambió su vida, fluye un reguero de personajes nutridos en motivos, silencios y frases contudentes como la implacable jefa del servicio secreto británico interpretada por Janet McTeer (<i>Damages</i>) y la agente advenediza a la que da vida Eve Best, alejada del registro cómico de <a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/search/label/Nurse%20Jackie"><i>Nurse Jackie</i></a>. Veterano de la televisión de las islas, Stephen Rea se cuela en medio de esta pugna entre mujeres en trajes de ambición, en la piel de un perro viejo del espionaje cuya patética vida personal sirve como alivio cómico entre tanto cable pinchado.<br />
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<i>The Honourable Woman</i> convierte en micro lo que es macro, deja el debate para los analistas y se centra en las consecuencias humanas del conflicto donde los muros y<b> los escudos protectores se desvanecen. </b>Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-21557622198426685272014-05-18T23:07:00.002+02:002014-05-26T23:16:07.192+02:00True Detective, Carcosa era sólo carcasa<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEie3t44m5pS_SAl6s5ZtDiHKxKvJGg5jpJSEf0LPQ9KGkUV-FyqTlOlwvDjOw83hLyTvywXywuxudP84N345Q4DtShcCKiJJ2gyWehNU7XSk-k-KKfnYqolgJOYFWkOINqHcFQcf-va91oM/s1600/True_Detective_Serie_de_TV-799068355-large.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEie3t44m5pS_SAl6s5ZtDiHKxKvJGg5jpJSEf0LPQ9KGkUV-FyqTlOlwvDjOw83hLyTvywXywuxudP84N345Q4DtShcCKiJJ2gyWehNU7XSk-k-KKfnYqolgJOYFWkOINqHcFQcf-va91oM/s1600/True_Detective_Serie_de_TV-799068355-large.jpg" height="320" width="215" /></a></div>
Ahora que han pasado un par meses desde que aterrizara en las pantallas de la HBO considero que ha llegado el momento de hablar de <i>True Detective</i>. Sí, hoy toca otro comentario más que viene a unirse a los miles y miles de reseñas a cuenta de este drama policíaco-existencial creado por Nic Pizzolatto, bañado desde el minuto uno por críticas orgásmicas y que ha sido capaz de atraer ese "fandom forense" (Jason Mittel <a href="http://justtv.wordpress.com/2007/10/23/lost-in-a-great-story/">dixit</a>) más presto a diseccionar ficciones que transcurren en islas con osos polares al jardín de las delicias del cable premium. Pero, vistos y marinados los ocho episodios en formato <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Serie_de_antolog%C3%ADa">antología</a> que nos presenta la serie en esta temporada de debut, mi sensación es la de haber saboreado una pipa excelentemente salada, que cuando la partí con los dientes resultó no ser más que una cáscara a la que le faltaba eso... La pipa.<br />
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Como ya le ha ocurrido a otras tantas ficciones, el relato de <b><i>True Detective</i> coquetea con la complejidad narrativa y ésta le da calabazas.</b> Cosas como construir una densa mitología en base a nutridas referencias intertextuales, esconder huevos de pascua o memes que se repiten a lo largo de los episodios, y romper la linealidad cronológica entrañan un riesgo mucho mayor que si se opta por formas de contar más tradicionales. Si estos mecanismos no encuentran un mínimo reflejo en la historia (y también en su resolución), todo el mérito que supone utilizarlos se inflama más rápido que el propio poliéster. Además, de quedar al descubierto la dolorosa vacuidad del artificio y la pretenciosidad de la propuesta narrativa y humanística del guión.<br />
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Tanta estimulación filosófica y literaria con Nietzche, el nihilismo y Lovecraft, cortesía de un personaje tan intrigante como Rutin Cohle (Matthew McCounaghey en racha triunfadora), merecía algo más que una solución al misterio del asesino en serie y del culto satánico tan <b>paradójicamente anticompleja</b>, que raya en lo ordenario y facilón. Por mucho que el responsable de la serie (y espectadores y críticos convencidos) se escuden detrás del 'esto es otra cosa', o el ya clásico 'lo que vale es la relación entre los personajes'<a href="http://www.huffingtonpost.es/paloma-rando/diez-preguntas-nic-pizzolatto_b_4948816.html"> para restarle importancia a la trama de investigación</a>, el propio título de la serie, <i>True Detective</i>, ya dice mucho al respecto. Tal patinazo no es excusable en una ficción a la que, tras sólo cuatro episodios emitidos, ya se la estaba <a href="http://www.jotdown.es/2014/02/television-en-alta-alucinacion/">encumbrando</a> al altar del canon de la HBO (!). Y, eso por no hacer mención a <a href="http://gentedigital.es/comunidad/series/2014/03/10/true-detective-el-jarron-y-el-vacio/">cuestiones irresolutas</a>, disculpables en productos con varias temporadas como el caso de <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Lost_%28TV_series%29">Voldemort</a>, pero no en una producción desarrollada en un entorno cerrado como ésta.<br />
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Mucho se han ensalzado las aspiraciones novelísticas de la serie y el sello 'de autor' que destila tanto a nivel visual como narrativo. El hecho de que Pizzolatto se encargue en solitario completar todos los episodios no es en sí una novedad; estamos más que acostumbrados a ver ficciones británicas firmadas por una única pluma, pero es raro encontrarse con algo parecido al otro lado del charco. En <i>True Detective</i> se aprecian bastantes pinceladas de los beneficios que supone esta forma de encarar la producción de la narrativa, aunque <b>naufraga a la hora de distribuir los pesos</b>.<br />
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<a href="https://twitter.com/nicpizzolatto/status/426046587714801664">Según Pizzolatto</a>, la historia de esta primera entrega se reparte en tres actos, el primero correspondiente a los tres primeros episodios; el segundo, a los capítulos cuatro a seis; y el tercero, a los episodios siete y ocho. Las cinco primeras horas de la serie se encuentran entre lo mejor del año, con unas conversaciones en el coche que presentan sin necesidad de apoyos la colisión de las personalidades de los dos agentes protagonistas: Cohle, un ser trágico atrapado en su propio hastío vital; y Marty Hart (un Woody Harrelson sublime en unas de las interpretaciones de su vida), un vitalista borracho esclavo de actitudes hipócritas. <b>A partir de la sexta hora, no obstante, el relato se descompensa </b>y cae en algún que otro truco de guión más trillado que el maíz para crear el conflicto por el cual los dos detectives han estado siete años sin dirigirse la palabra al principio de la serie. Lo que unido a unos personajes secundarios con la profundidad de un monigote (en las antípodas del tratamiento que le dan en <i>The Good Wife</i>, por mencionar el estándar de excelencia en estas lides) tampoco ayuda.<br />
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A nivel estético, se reproduce el mismo patrón. La labor tras la cámara de Cary Fukunaga (<i>Jane Eyre</i>, 2011) en todos y cada uno de los capítulos se hace presente, y mucho, en la <b>calidad cinematográfica</b> con la que captura la ya esteroetípica suciedad y decadencia de los parajes y habitantes del sureño estado de Louisiana. Un espacio podrido y asfixiante del que pocos pueden escapar. El <a href="https://www.youtube.com/watch?v=s_HuFuKiq8U">comentadísimo plano secuencia </a>de seis minutos del cuarto episodio puede que no aporte nada a la trama general, pero es un testimonio de que las cosas que se pueden hacer cuando la HBO es la que financia una serie.<br />
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La segunda temporada de <i>True Detective</i> ya está en marcha en medio de rumores de quién será la pareja de actores de Hollywood protagonista (suena desde Brad Pitt hasta un cartel encabezado por dos actrices), y con un silencio absoluto acerca de la historia que centrará la investigación del próximo año. Esperemos no todo se quede en una bonita carcasa barroca para envolver poco más que la nada. <b>Por muy oscura que parezca.</b>Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-8332167147960180812014-02-11T00:14:00.000+01:002014-02-17T22:22:34.125+01:00Homeland ante el abismo del 'reboot'<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9HK-5dj9C7S4UW89YAKcIu1kOPY2HzovSANukZL70wW6EZaGAApsJJRtbo-BugJcyaWEwIczl-s_b-rofcP3jvRaxZpBijGaAnP_bqTwZwKBMZLr0GayCHQ2LKmx8F_1hRPmyZmkJLMJ1/s1600/homeland.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9HK-5dj9C7S4UW89YAKcIu1kOPY2HzovSANukZL70wW6EZaGAApsJJRtbo-BugJcyaWEwIczl-s_b-rofcP3jvRaxZpBijGaAnP_bqTwZwKBMZLr0GayCHQ2LKmx8F_1hRPmyZmkJLMJ1/s1600/homeland.jpg" height="225" width="400" /></a></div>
<i>Te vas a encontrar unas cuantas balas de spoilers de la tercera temporada de Homeland. La casa no se hace responsable si no has completado el entrenamiento para esta misión.</i><br />
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No quería hablar de la tercera temporada de <i>Homeland</i> hasta que amanaira un poco la ciclogénesis de críticas explosivas que le cayó a la producción de Alex Gansa desde prácticamente el primer episodio de la nueva tanda. Y voy a ser clara: en ese juego siempre estuve más cerca del anticiclón que de la borrasca. <br />
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No se abre el cielo cuando digo que <b>la serie nunca se caracterizó por la contención</b>. Sus tramas han sido una mecha endiablada desde el momento en que un preso bagdadí le chiva a la agente de la CIA Carrie Mathison que ese marine recién liberado después de ocho años de cautiverio del que todos hablan es, en realidad, un infiltrado de Al Qaeda. También hay que tener en cuenta que<a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/2011/11/homeland-la-piton-y-la-rata.html"> la historia de la pitón y la rata</a> que protagonizaban Carrie y el sargento Nicholas Brody estaba tan condenada a un final inminente como lo estaba el periplo del personaje interpretado por Damian Lewis. Nada podía acabar bien para Brody; se mirara por donde se mirara lo suyo era una tragedia y, así, el (anti) héroe tenía encontrar una salida mortal a su sufrimiento. Solo que Showtime es una especie de Sófocles que, además del arte, también mira a la cartera. Por eso mismo se encargaron los ejecutivos del canal de que la agonía del pelirrojo se extendiese unos cuantos capítulos más y, en lugar de facilitar que Brody y compañía salieran volando por los aires después de activar un chaleco-bomba, acabaron poniendo una grúa para que el mártir fuera elevado ante la muchedumbre en una plaza de Teherán. <br />
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Pero eso <b>tampoco es un fenómeno nuevo viniendo de Showtime</b>, acostumbrada a aplicar las lógicas más tacañas de las 'networks' al cable. Ya se ha visto con <i>Dexter</i> y con <a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/search/label/Weeds"><i>Weeds</i></a>, series a las que les retrasó en demasía la fecha de caducidad, acumulando temporadas que podrían servir perfectamente para compostaje. Es normal que las cadenas se aferren a sus bastiones para sostener el negocio, pero la cadena que ahora dirige David Nevins hace tiempo que no es un minifundio con poca oferta en comparación a la HBO y, por supuesto, ya no lo era cuando estrenó <i>Homeland</i>. Para arriesgar poco tenemos a The CW, que dijo adiós a <i>Smallville</i> cuando ésta ya era una zombie de sí misma en la décima temporada. Sin embargo, parece que dentro de las filiales de la CBS se contagian los vicios las unas a las otras... <br />
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Con semejantes antecedentes, no quedaba más que confiar en que ya que íbamos a probar chicle, que al menos los guionistas hicieran lo posible para que el sabor durara. Y dentro de esa fórmula magistral nunca estuvo Brody, probablemente uno de los 'plot devices' mejor construidos de la televisión reciente, tan bien elaborado que nos hizo creer que era un personaje protagonista autosuficiente, del que se derivaban subtramas familiares con hijas adolescentes pesadas y todo. Al final, fue una herramienta para los de la CIA, para los iraníes, y también para el equipo de Gansa hasta que el cacharro no dio más de sí. En este sentido (y a riesgo de sonar ventajista), siempre tuve claro que de los dos cabezas de serie, <b>el personaje de Claire Danes poseía mucho más potencial narrativo para serguir adelante</b>. El arco de Carrie no dependía tanto del de Brody como al revés, y eso se ha notado durante gran parte de la temporada donde, bajo mi punto de vista, la presencia de Lewis no afectaba especialmente a la calidad de los capítulos. De hecho, ha llegado a resultar una rémora como se vio en el episodios de Caracas, dedicado completamente a él.<br />
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Sin estar a la altura de las dos primeras temporadas (la segunda no me parece tan tóxica como se la suele pintar), esta entrega cierra el arco de Brody con solvencia y <b>prepara la transición hacia la próxima entrega</b> que significará una renovación total de las bases. Es cierto que por el camino quedaron algunas decisiones creativas de lo más pobres (¿qué necesidad había de poner a Brody en Venezuela?; la poca cancha que se le dio a su mujer, Jessica; Carrie preñada, ¿hola?), pero lo que se ha visto aquí está lejos de ser una catástrofe teniendo en cuenta que la temporada empieza aún con el polvo del atentado en Langley flotando en el ambiente, y con Brody a la fuga. <i>Homeland</i> ya había dinamitado sus propios pilares por entonces, pero todavía le quedaban personajes.<br />
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Una de los puntos fuertes de este año ha sido ver a Saul (Mandy 'Iñigo Montoya' Patinkin) desplegando su verdadera cara de Maquiavielo en la sombra contra un burócrata como el senador Lockhart (Tracy Letts), y de profundizar en la relación mentor-alumna entre él y Carrie. Un vínculo que me ha llamado la atención desde el principio por esa fina línea que transcurre entre la confianza plena y el abuso de ese hecho para lograr el objetivo, sobre todo, teniendo en cuenta la bipolaridad de Carrie. Toda la charada del reingreso de Carrie en el psiquiátrico es buen ejemplo de ello, además de servir para renovar el catálogo de muecas de Danes, que, quizá vaya a estar algo más controlada ahora que el personaje ha perdido al detonante de muchos de esos ataques. Presiento que la asociación profesional con Quinn (Rupert Friend), ese tipo de lealtades y principios singulares, puede dar todavía momentos de buen drama de espías.<br />
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Ignorada en las nominaciones de los Globos de Oro después de haber arrasado el año pasado, puede que <i>Homeland</i> <b>estuviera destinada a ser una estrella fugaz de esas que no se olvidan en vez de acabar siendo otra de tantas que se mantiene viva con más o menos luz.</b> Pero, como aficionada, creo que es pronto para ignorar que sigue estando allí arriba.Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-59242165418119715012013-12-18T14:59:00.001+01:002014-05-18T23:07:00.660+02:00Masters of Sex, lo importante no es el clímax<i>Esto es NSFU (Not Safe For Unseen). O sea, con spoilers que te quitarán las ganas si no has visto la temporada de debut de Masters of Sex.</i><br />
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Excitación.<br />
Meseta.<br />
Orgasmo.<br />
Resolución.<br />
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Las cuatro fases por la que atraviesa una relación sexual no se diferencian demasiado de las etapas por las que transcurre el relato de una historia. En ambos casos, hay principio, nudo y desenlace, aunque el desenlace bien se podría desglosar en un clímax y un cierre. Y, curiosamente, a la hora de buscarles fallos al sexo y a los relatos siempre tendemos a atacar el final. Unas veces, por apresurado; otras veces, por inexistente o falto de un epílogo. "Lo importante no es el final, sino la experiencia", dicen, pero, en ocasiones, la crítica también puede estar dirigida al estilo, a la habilidad con la que está elaborada la obra aun si cuenta con un punto álgido. <i>Masters of Sex</i>, la gran apuesta de Showtime para esta temporada y flamante nominada a dos Globos de Oro (mejor serie y actor en la categoría de drama), llega a un pico pero <b>¿logra dejar realmente satisfecho al personal?</b><br />
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La serie de Michelle Ashford engatusa con su pedigrí de historia basada en hechos reales, a la vez inspirada en el <a href="http://www.amazon.com/Masters-Sex-William-Virginia-Johnson/dp/0465079997">libro homónimo</a> de Thomas Maier. La odisea del ginecólogo y obstetra William H. Masters (Michael Sheen, <i>Fox contra Nixon</i>, <i>The Queen</i>, especialista en 'biopics') y su ayudante, Virginia Johnson (Lizzy Caplan, <i>True Blood</i>, <i>Party Down.., </i>sí, la rara en <i>Chicas Malas</i>) en los Estados Unidos de los 50 para intentar desentrañar el funcionamiento de lo que entonces era un ultratabú: la respuesta sexual humana. Cosas como la a negación de la importancia del tamaño del pene, la existencia del multiorgasmo femenino, el papel clave del clítoris en el placer de la mujer, el establecimiento de las cuatro fases y algunas terapias para tratar disfunciones sexuales llevaron su sello pionero y levantaron más de una ceja en la encorsetada comunidad científica de la época. Con semejantes credenciales no es extraño que Showtime, el canal provocador por excelencia, diera luz verde al proyecto, pero <b><i>Masters of Sex </i>está lejos de considerarse una ficción sexy</b>. Obviamente, hay carne para dar y vender, aunque marinada en electrocardiogramas, vibradores con alto riesgo de cortocircuito y un par de tipos tomando notas detrás de un cristal tintado. A primera vista, nada que pueda poner a las grandes masas...<br />
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En realidad, Ashford se escuda en la premisa del sexo como conocimiento para navegar por la contradictoria psique de sus dos protagonistas. Sheen ofrece una interpretación sensacional, absolutamente mimetizada con la atormentada y sociopática personalidad del doctor Masters, un tipo tan brillante como absorbido por su trabajo, frío e incapaz de mostar empatía alguna por su tan devota como ingenua mujer, Libby (Caitlin Fitzpatrick). Caplan, por su parte, irradia encanto como Johnson. Como cabría esperar es el contrapunto de Masters: divorciada, madre de dos hijos, ex cantante en clubs de poca monta, sin títulos, pero con una ambición y don de gentes fuera de lo común aporta al estudio toda la sangre y sabiduría (vital) de las que el doctor carece. Una mujer de ésas que saben latín, vaya.<br />
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Si bien el guión es menos complaciente con las taras de Bill Masters, Ginny Johnson también dista de ser un personaje inmaculado si bien la <b>sombra de fantasía feminista</b> que proyecta invita a pensar lo contrario. Sus ramalazos egoístas con el doctor Haas (Nicholas D'Agosto, <i>Heroes</i>), pobre enamorado, son sólo una huída hacia adelante para evitar enfrentarse a sus propias fracturas. En sus diferencias, Bill y Ginny forman un tándem científico perfecto, y cumpliendo con las leyes de la atracción desarrollan una admiración y dependencia mutua que da paso a algo más complicado. Y aquí es cuando a la serie le entran las prisas por resolver. Las prisas... Nunca son buenas, ¡y más cuando ha sido renovada por una segunda entrega!<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhV1Z1ULtLKHg74raNMKAQZsk0E0fcm9bhxgAno1ZufDF2v2YZJ3s6F_dkdnbEGALYM78CpKjpSIMfuxaopK8CnQx4nKj_6e9bxvwnB5FLbQko64pXlU1Ckf9Q7uGESYLECK2UU64TCnNDZ/s1600/MAsters.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhV1Z1ULtLKHg74raNMKAQZsk0E0fcm9bhxgAno1ZufDF2v2YZJ3s6F_dkdnbEGALYM78CpKjpSIMfuxaopK8CnQx4nKj_6e9bxvwnB5FLbQko64pXlU1Ckf9Q7uGESYLECK2UU64TCnNDZ/s400/MAsters.jpg" height="297" width="400" /> </a></div>
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Y éste es "Ulises".</div>
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Al parecer, <i>Masters of Sex</i> se toma bastantes licencias a la hora de retratar la relación entre Bill y Ginny, que <a href="http://popwatch.ew.com/2013/12/15/masters-of-sex-season-finale-real-life/">no fue una unión romántica</a> sino un efecto colateral del trabajo que desarrollaban, el verdadero objeto del afecto de ambos. La Johnson real fue en un principio contratada como compañera sexual para los experimentos por el propio Masters, al que nunca quiso. Aunque hubiera sido casi o tanto más fascinante explorar la complejidad ética de esta situación nada convencional, al final esto es ficción televisiva, y aquí Ashford optó por ajustarse a los cánones tradicionales de la tensión sexual no resuelta. Los doce capítulos suben en intensidad poco a poco, jugando con miradas y silencios incómodos, empujando a Masters al precipicio, pero, en un momento concreto, pudieron las ansias por cumplir, y la 'season finale' se despide con cierto 'cliffhanger' que es justo lo contrario de lo que la ficción había venido desarrollando con esos dos hasta ese momento. <b>De folletín y precoz.</b><br />
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Si la trama de Bill y Ginny se va abaratando a medida que pasan los episodios, <b>las subtramas de los personajes secundarios crecen en interés</b> y aquí es donde <i>Masters of Sex</i> triunfa en su propósito de poner el corazón abierto encima de tantas hojas de electrocardiograma. Conmovedor es el caso de Margaret Scully, la mujer del decano la facultad de Medicina, homosexual armarizado, con el que comparte no sólo una hija sino una profunda complicidad emocional que le hace plantearse si vale la pena repudiar a su marido por años de juventud robados y necesidades insatisfechas. Allison Janney (<i>The West Wing</i>) está sobresaliente en su papel acompañada por un Beau Bridges que vuelve a poner los pies en el gran drama.<br />
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Tampoco desmerece la guerra de guerrillas de la estirada doctora DePaul (Julianne Nicholson, <i>Boardwalk Empire</i>) contra el status quo y las miradas condescendientes de sus colegas masculinos, mientras lidia con sus propia dosis de desgracia personal. Incluso Libby, bajo esa capa de mujer de anuncio de Mister Proper, esconde una olla a presión repleta de sentimientos reprimidos que espero explote el año que viene.<br />
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La serie<i> </i>pinta al fresco de unos personajes que guardan ciertas expectativas sexuales en un período histórico concreto y cómo buscan vías de escape en cuanto se da <b>el inevitable choque con la costumbre y la moral </b>que, no lo olvidemos, también imponen sus propias expectativas. Esto es lo que le ocurre al promiscuo doctor Langham (Teddy Sears) que participa como sujeto en el estudio de Masters y Johnshon. Los sujetos, desde Langham a la secretaria Jane (Heléne Yorke) utilizan la excusa de "todo por la ciencia" para darle unas cuentas alegrías al cuerpo, pero ¿no es menos hipócrita invitar hoy en día a alguien a una copa con ese mismo objetivo en mente? No importa cuán progres nos creeamos con respecto al sexo, al final siempre acudimos a excusas culturales para echar un simple polvo. <i>Sómosche así as persoas.</i><br />
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No menos contradictorio es el cambio de timón de Vivian, la volátil hija adolescente del decano Scully, que después de mostrar un apetito desbocado se vuelve de repente muy pía en cuanto Haas le propone matrimonio. Para mí, no es tanto el<a href="http://gentedigital.es/comunidad/series/2013/12/17/masters-of-soap/#comments"> intento de forzar una supuesta superioridad moral moderna</a> en el libreto como el de mostrar los efectos de una moral religiosa mal asimilada (por mal inculcada, seguro) por alguien que aún es poco maduro. Normal que le salga humo por las orejas a la muchacha. Y también aquí la lectura vuelve a ser de rabiosa actualidad; que levante la mano quien no haya conocido recientemente a algún pío o pía que, incluso a sus treintaytantos, ve el matrimonio como una mera redención a sus hábitos prenupciales.<br />
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Pese a la precipitación en acercar el vínculo entre sus dos protagonistas, <i>Masters of Sex</i> compensa con creces cuando saca a la palestra tantos callejones sin salida humanos.<b> Eso bien vale otro revolcón.</b>Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-26932090559232249212013-08-08T22:14:00.001+02:002013-08-19T20:25:02.561+02:00Orange is The New Black te encierra y no te deja salir<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipKr20YmFgvpg9T99c2FMwKkTme77w0sIkrxPc47BCzHWuQ3POCQth8VtFwu4XEeROj6oztVeTXcr4MMWCQVTDRHqZD5u2Mmjpo0iWjbatVq05qoZ9Kk_XGI-PEybEC76umvr82P3GUINg/s1600/orange-is.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="235" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipKr20YmFgvpg9T99c2FMwKkTme77w0sIkrxPc47BCzHWuQ3POCQth8VtFwu4XEeROj6oztVeTXcr4MMWCQVTDRHqZD5u2Mmjpo0iWjbatVq05qoZ9Kk_XGI-PEybEC76umvr82P3GUINg/s640/orange-is.jpg" width="640" /></a></div>
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Cuando una de esas gripes cabronas en conjura con ventiladores y aires acondicionados me pillan (como todos los años) en pleno verano, pocas opciones me quedan más que acudir a los sobres de Frenadol e ingerir cantidades indecentes de kiwis y, sobre todo, de zumo de naranja. Así estaba a mediados de julio, esperando el día en que iba a cambiar por fin de fruta, cuando llegó Netflix con un nuevo cargamento de naranjas y no sólo alargó la dieta sino que me volvió adicta y, encima, <a href="http://www.huffingtonpost.es/mar-guerrero/series-para-sobrevivir-al_b_3600318.html">me obligó a recomendarlas</a>. <i>Orange is The New Black</i> se llama la variedad diabólica cultivada por Jenji Kohan, persona que de producir vicios sabe mucho ya que también es la responsable de la MILF, esa clase de maría más conocida por su título oficial: <a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/search/label/Weeds"><i>Weeds</i></a>. <br />
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Eso sí, Showtime nunca fue un distribuidor tan agresivo como Netflix, que gusta de colocar toda su mercancía en el escaparate y allá que se las arregle el espectador como señoras jubiladas en plenas rebajas. El famoso servicio de vídeo-on-demand ya colgó sendos trece episodios de <i>House of Cards</i>, <i>Hemlock Grove</i> y del comentado regreso de <i>Arrested Development</i> para que cada uno decidiera cómo organizar su visionado, ya sea siguiendo la disciplina habitual de un capítulo por semana/día, o maratonear como si no hubiera mañana. La libertad absoluta dentro de la legalidad. Pero no ha sido hasta que Kohan entró en escena con <i>Orange is The New Black</i> <b>cuando la gente empezó a decir 'binge-watching' como si fuera el nuevo maratonear</b>. Y, si eres capaz de hacer que los seriéfilos usen un extranjerismo en lugar de una de las pocas palabras castizas que no pierden fuerza en la traducción, es que has tocado muchas fibras, o te has presentado con <b>la ficción del verano... o del año.</b><br />
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Como las naranjas, <i>Orange is The New Black</i> puede resultar ácida y dulce a partes iguales. Así lo dicta su naturaleza de exquisita dramedia y las particularidades de su argumento, basado en las <a href="http://www.amazon.com/Orange-Is-New-Black-Womens/dp/0385523394">memorias carcelarias de Piper Kerman</a>, ejemplo de joven <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/White_Anglo-Saxon_Protestant">WASP</a> educada en un centro exclusivo que acabó con sus huesos en chirona durante quince meses por un delito de tráfico de drogas que cometió diez años antes. Al igual que su álter ego en la vida real, la rubia y neoyorquina Piper Chapman (Taylor Schilling, <i>Mercy</i>) ve cómo su combo perfecto de prometido fiel, por un lado, y negocio ecofriendly de jabones con mejor amiga, por otro, se pone en suspenso a consecuencia de su vida anterior; días trufados de crisis postuniversitaria y <b>búsqueda constante de adrenalina</b> que le llevaron a liarse con la traficante de un cartel internacional de nombre Alex Vause con la que viajó por todo el mundo a cuerpo de reina. Aquí se puede decir que acaban los parecidos entre el viaje de Kerman y el de Chapman.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisDZRiat19sgx1YodY-Kx74d0ws5Ng8PFYX8zwGFDAgdVk1NSrn80qwQvHc22ehc4VJN4-NOBz6qkUYwt9tN058ziem-8GH7xg0vO1G5WFbCD-bF_P76yWTQ4692Im5Q2FqPWP8HnrXt6Y/s1600/Orange-is-the-New-Black-010.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisDZRiat19sgx1YodY-Kx74d0ws5Ng8PFYX8zwGFDAgdVk1NSrn80qwQvHc22ehc4VJN4-NOBz6qkUYwt9tN058ziem-8GH7xg0vO1G5WFbCD-bF_P76yWTQ4692Im5Q2FqPWP8HnrXt6Y/s400/Orange-is-the-New-Black-010.jpg" width="400" /></a></div>
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La prisión federal de Litchfield (NY) se convierte en un auténtico universo secreto en el que Kohan despliega con absoluta maestría <b>la mejor paleta de personajes femeninos que se puede ver actualmente en televisión.</b> Mujeres de todos los orígenes, alturas, razas, orientaciones sexuales y géneros (Shonda Rhimes, esto sí es saber hacer 'personajes cuota', no lo tuyo), cada una con su particular historia de malas decisiones que las puso entrerrejas, pero no por ello con menos cualidades redentoras. Mujeres de carne y hueso, con ilusiones, con días en los que caen simpáticas, y otros en los que no, y no se disculpan por ello. Si bien el centro de gravedad de la serie se encuentra en Chapman, que aprende a marchas forzadas el código de su nuevo hogar, cada capítulo revisita la vida precárcel de una de las reclusas a golpe de <b>breves pero efectivos 'flashbacks'</b> que hacen que se nos quede grabado quiénes son pesar del efecto uniformador del mono beige y del generoso número de personajes de los que estamos hablando. Incluso los vigilantes de la prisión, hombres en su mayoría, están cuidados al detalle ya que cuentan con vergüenzas propias que los humanizan y acercan a aquellas a las que están custodiando, si bien el retrato roza la caricatura en algunos momentos como ocurre en el caso George ‘Pornstasche’ Méndez (Pablo Schrieber, <i>The Wire</i>, <i>Weeds</i>), un villano de tebeo hasta que deja de serlo. No caben los prejuicios en <i>Orange is The New Black</i>, y si los hay, se esfuman con las misma facilidad con la que Red (Kate Mulgrew, <i>Star Trek: Voyager</i>), la dura encargada de cocina rusa, deja sin plato a Chapman.<br />
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El guión desgrana, sin remilgos y con un humor macarra a ritmo de incontables frases para el recuerdo (“I threw my pie for you”) y <a href="http://www.buzzfeed.com/hnigatu/all-of-the-books-referenced-on-orange-is-the-new-black">referencias cuturales</a> (“This isn’t <i>Oz</i>”), los típicos tópicos carcelarios oscilando de lo crudo y aterrador a lo conmovedor y patéticamente divertido en cuestión de segundos. La cárcel es un lugar hostil, pero en el que al mismo tiempo se pueden encontrar <b>fugaces instantes felicidad, y también de apoyo</b>. Porque de eso van en el fondo las tribus raciales que Morello (Yael Stone) señala el episodio piloto; de tener a alguien que te defienda cuando lo necesitas y de tener un hombro en el que llorar las penas. Sin el grupo, nadie es nadie ahí adentro, y en ciertos casos tampoco lo es fuera. En este sentido, la sólida amistad de Poussey (Samira Wiley) y Taystee (Danielle Brooks) destaca sobre la gran variedad de vínculos (sexuales, de protección, de familia) establecidos entre las internas, ya que refleja como nada esa realidad para muchos ex convictos en la que los muros dejan de ser sinónimo de opresión para convertirse en la única salida posible.<br />
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Chapman ingresa en Litchfield con su mentalidad de niña bien, pensando que si se mantiene al margen, podrá volver a su vida de catálogo como si tal cosa, pero no podrá evitar verse arrastrada por sus nuevas circunstancias. Es un auténtico regalo ver cómo el personaje sufre una evolución hacia atrás, que no involución. La cárcel la obliga a enfrentarse y reconciliarse con su pasado, con esa parte de sí misma mucho menos prefabricada, que ella cree haber cortado de raíz pero que ahora vuelve para tentarla. Los ataques de egoísmo y las huidas hacia delante de Piper no son más que el resultado de su propio miedo a no ser ella misma ahí dentro y, a la vez, serlo, como confiesa en el sensacional episodio “Bora, Bora” (1x10) que sirve de coda al punto de inflexión de “Fucksgiving” (1x09).<br />
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Larry Bloom, el prometido, y Alex, la traficante caída en desgracia, se perfilan como las víctimas inmediatas de los caprichos de Piper, aunque con matices. El primero, interpretado por un Jason Biggs incapaz de dejar atrás <i>American Pie</i> (es más, hay un par referencia a Jim Levenstein dentro de la propia serie) es un dechado de mohínes y pucheros que supuestamente debería servir de fuerte bisagra entre Piper y el mundo real, pero pasa por la serie <b>sin crear ningún dilema al espectador</b> y, lo que es más importante, empatía o hasta pena. Supongo que el hecho de que sea un escritor mantenido por sus padres tampoco ayuda… No sé hasta que punto los guionistas buscaban a consciencia el contraste con <b>Alex, ese volcán de carisma y presencia </b>arrolladores al que Laura Prepon (la Donna de <i>That ‘70s Show</i>) aporta voz y altura, pero con Larry se han pasado de frenada en lo que quizá sea el punto más claramente criticable de la serie. La chica mala sólo tiene que ajustarse las gafas de pasta para mostrar su lado vulnerable y hacer que nos olvidemos de que también es una perra manipuladora, mientras que Larry, el chico bueno, resulta ser un badanas quejica el 99% del tiempo que aparece en pantalla.<br />
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Tal y como ya pasaba en los mejores años de <i><span id="goog_1961480009"></span>Weeds<span id="goog_1961480010"></span></i>, <i>Orange is The New Black</i> no podía cerrar su magnífica temporada de debut sin el correspondiente 'cliffhanger' de desquiciadas proporciones que le viene a dar la puntilla a unos episodios que cuesta no comer a bocados y que te roban la capacidad de ver otra cosa. En Netflix ya sabían que la fruta era de calidad y por eso se afanaron en encargar una segunda remesa de naranjas incluso antes de que la primera se estrenara. Y en ésas nos hemos quedado: con <b>doce meses por delante para saciar la sed como sea.</b> Y con <a href="http://www.rollingstone.com/music/news/regina-spektor-my-orange-is-the-new-black-theme-really-fits-20130801">Regina Spektor</a>. Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-27072439953642854832013-06-27T23:14:00.000+02:002013-06-28T12:28:16.381+02:00The Borgias, o el final interruptus de Neil Jordan<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmrXaszETKZRHh1lMJ10_uyqyaHgajuTKpvLZtcT5sAw5Lbb8rUOI482PoJHQXp_j_ahJ6igZRDyZ2o4geemVoS5V3XaNKa6zt5SPJzvIhCX13odYIzvOXb6uw40lN5l1ezMi5mYIumK40/s1600/borgias-season-3-still-4.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmrXaszETKZRHh1lMJ10_uyqyaHgajuTKpvLZtcT5sAw5Lbb8rUOI482PoJHQXp_j_ahJ6igZRDyZ2o4geemVoS5V3XaNKa6zt5SPJzvIhCX13odYIzvOXb6uw40lN5l1ezMi5mYIumK40/s400/borgias-season-3-still-4.jpg" width="400" /></a></div>
Incesto consumado, final interruptus. Ése es el legado que deja Neil Jordan tras tres temporadas de <i>The Borgias</i> en Showtime. ¿Qué pasó entremedias? Falta de material suficiente para alimentar una cuarta entrega y <a href="http://unrealitytv.com/showtime-the-borgias-cancelled/">la negativa del canal</a>, por razones de presupuesto, a una TV movie que sirviera de auténtico cierre para las fechorías del papa Alejandro VI y su profena familia. Nos hemos quedado con las ganas de ver a Rodrigo arder de verdad en el infierno como había prometido el showrunner irlandés y, en cambio, nos despedimos con unos diez episodios que
componen una<b> s</b>i<b>nfonía de reconciliación</b> padre-hijo al más puro estilo
Borgia, ergo, saturada de pasión, pecado, astucia y sangre.<br />
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Con su hermano Juan fuera del mapa, el inteligente Cesare ha dado rienda suelta sus ambiciones y demonios hasta convertirse en el príncipe renancentista que inspiró la obra de Maquiavelo, pero por el camino también ha tenido que demostrarle a su no tan Santo Padre muchas cosas hasta que finalmente accede a darle el mando. Porque, parejo a su ascenso como caudillo, el viaje de Cesare
siempre consistió en ganarse la admiracion de un Rodrigo que veía
demasiado de sí mismo -de esa insaciable hambre de poder que le da vida y
lo mata al mismo tiempo- en su segundo hijo. <i>The Borgias</i> no es más que<b> la transfiguración de Cesare</b> en lo que el Papa secretamente sabe que él mismo siempre ha sido pero nunca se atrevió a convertirse. Para el joven Borgia el rojo de la túnica cardenalicia que vestía al principio de la serie no era un símbolo de una posición acomodada sino un constante recordatorio de que si quería hacer grandes cosas debía hacer que ese rojo fuera real aunque manchara.<br />
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Por encima de las rajaduras de cuello, las frases lapidarias, las bacanales bien montadas de Giulia Farnese y los memorables polvazos gays de Micheletto, la serie queda como un retrato de la unidad familiar en clave de thriller. Odiada por todos los grandes apellidos de Italia, esos catalanes, españoles (o lo que cuadrara en los <b>alocados guiones)</b>, han demostrado un amor por el blasón del toro por encima de lo imaginable aunque, claro, los extremos a veces llevan a hacer cosas que ni todos los ducados del mundo en año jubilar (hilarante el capítulo del mercadeo de reliquias y perdones) pueden ayudar a expiar. Y, de nuevo, el eje de los límites se encuentra en el fraticida Cesare que, como ya se atisbaba, acabó por meterse debajo de las sábanas con su hermana, Lucrezia, en uno de los momentos cumbre de la temporada.<br />
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<i>"Somos españoles. Nos abrazamos. ¿Dónde está el escándalo?" </i></div>
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Aunque el personaje no lleve el peso de las grandes tramas, Lucrezia Borgia es el <b>caramelo</b> de la serie y ha vuelto a dejar patente porqué. Su capacidad para la maquinación y para encandilar a peleles del tipo de Alfonso de Aragón (y a su hermano, de paso), que ha ido cultivando a lo largo de las dos pasadas temporadas, se han desplegado por completo en esta tercera entrega, pero no sólo eso, sino que también se ha doctorado en el arte de proteger a su casa. Lucrezia preparando potingues para salvar del envenenamiento a su padre y sus tratos con una bruja napolitana para dormir a sus captores son escenas que no pueden pasar desapercibidas.<br />
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La máxima de "Sólo un Borgia puede amar de verdad a un Borgia" también se aplica a Lucrezia y a su hijo bastardo, causa de muerte de tíos y reyes que intentaron matar o despreciaron al pobre bebé... Los atentandos al pequeño Giovanni han sido un tema recurrente desde que nació, pero nunca antes se habían aprovechado para fomentar una impagable alianza de la Borgia con el fascinante Micheletto, que, de forma retorcida, ha dejado ver que tiene su corazoncito y odia cuando a las madres las separan de sus hijos. <br />
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El asesino de cabecera de Cesare ha sido otra de las gratas sorpresas que nos deja esta temporada final<i>.</i> Impactante fue verlo desmoronarse ante el descubrimiento de que su amante era un espía al servicio de la dupla Federico de Nápoles-Caterina Sforza alias "La Tigresa de Forli" que tan arduamente se habían afanado en destrozar al Papa y a su familia. La<b> fidelidad inquebrantable</b> de la sombra de Cesare se esfuma física y emocionalmente en cuanto cumple la última orden de su jefe y le corta las venas a su enamorado.<br />
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<i>"Jesús debe de querernos, Cesare Borgia"</i></div>
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Este volumen ha llevado a todos los personajes al límite de sus fuerzas, y eso también incluye a los relativos "malos" de la función. La caída de la Sforza, la gran villana de la serie, no podía ser sino espectacular. A pesar de todos sus brillantes planes maestros para resistir los embites de los Borgia, la némesis perfecta de Cesare acaba arruinada, sola y literalmente enjaulada en la más humillante de las derrotas. Pero si Jordan y compañía no pierden detalle a la hora de contarnos la caída en desgracia de la de Forli, <b>pecan de resolutivos</b> a la hora de deshacerse del cardenal Della Rovere, cuyo destino quedará para siempre como un enorme interrogante... <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Julio_II">a menos que nos paseemos por la Wikipedia</a>, o ya vengamos con la lección de Historia aprendida.<br />
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Dijo Jeremy Irons durante el rodaje del último episodio que sentía que "había llegado el final de algo" y Jordan y Showtime se tomaron las palabras de actor a pies juntillas a la vista de ese final insatisfactorio según el prisma bajo el que se observe. Como despedida de temporada es todo lo que un espectador dedicado de <i>The Borgias</i> puede esperar y desear, pero como series finale está a<b> la altura del timo del sudario</b> que llora sangre de la Sforza. La última hora de la serie promete pero no remata; culmina en un clímax al que no le sigue ningún minirevolcón en la cama (llámese TV movie o epílogo) para recuperarse del subidón.<br />
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La familia dice adiós victoriosa y más rocosa que nunca, pero se supone que los espectadores no debíamos imaginarnos cuál era ese juicio final al que estaban llamados a asistir, sino presenciarlo.<br />
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<i> Dedicado a los ilustres miembros del cónclave twittero y borgianos de pro <a href="https://twitter.com/fhilippos">@Fhilippos</a> <a href="https://twitter.com/javilost">@javilost</a> y <a href="https://twitter.com/AgenteUrbit">@AgenteUrbit</a></i> <i>:)</i>Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-2099039742278233982013-05-09T21:57:00.000+02:002013-05-13T22:26:40.019+02:00Las alianzas de Alicia<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5Ky-rDXwQB65SnDOFQMbl-yrg3KonEWmQrU-jSo_8jt_5byIWHW5-gOAOs-fWV8fDlDxFXpZ-csMQ_XyAm3f6cyldmYOc-9zyCYcFb46ebki3Ip3KF5JW-mf5QRr9FhJy4bHEmODxbwrF/s1600/The-Good-Wife-Season-4-New-Cast-Promotional-Photo-the-good-wife-33631308-1280-822.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5Ky-rDXwQB65SnDOFQMbl-yrg3KonEWmQrU-jSo_8jt_5byIWHW5-gOAOs-fWV8fDlDxFXpZ-csMQ_XyAm3f6cyldmYOc-9zyCYcFb46ebki3Ip3KF5JW-mf5QRr9FhJy4bHEmODxbwrF/s400/The-Good-Wife-Season-4-New-Cast-Promotional-Photo-the-good-wife-33631308-1280-822.jpg" width="400" /></a></div>
<i>Si alguna vez me imputaron por soltar spoilers, ahora escribo esta advertencia para hablar de la cuarta temporada de The Good Wife y me desimputo yo sola.</i><br />
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Al matrimonio King le gustan las puertas. Mucho. La pasada temporada ya abrieron <a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/2012/05/es-complicado.html">una</a>, y ahora vuelven a hacerlo con otra. Así van pasando las temporadas en Lockhart & Gardner: personajes entrando y saliendo, ya sea de casa, del despacho, del bufete o del juzgado. Y cada vez con más papeles en el maletín, con más pruebas que los incriminan por errores pasados, o que los empujan a decidir a quién sacrificar para poder seguir adelante. <i>The Good Wife</i> es, ante todo, bagajes que se cargan a cuestas y <b>umbrales que no paran de cruzarse</b>. Algunas de las puertas por las que pasan los personajes podrán convecer más que otras, pero todas acaban dando siempre al mismo mismo patio, el de la excelencia que vertebra todos y cada uno de los guiones del mejor drama que puede saborearse (con gula) en una 'network' en la actualidad.<br />
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A Kalinda el peso de sus papeles casi le cuesta el tipo al principio de esta tanda de 22 episodios. Ella quería mantener cerrada la puerta de casa ante la inminente llegada de su marido Nick (Marc Warren, <i>Mad Dogs</i>), ése del que había logrado escapar años atrás. Por fin, los espectadores íbamos a tener un pedazo más del pasado de la investigadora, pero lo que finalmente se pudo ver de esta subtrama estuvo por debajo de las expectativas que se habían creado en torno a ella. ¿Una pequeña mácula dentro de la impecable hoja de servicios de la serie? Lo es, pero los guionistas supieron enderezar el rumbo a tiempo antes de seguir sumergiendo a Kalinda en una idea que, aun siendo buena, la diluía
conforme pasaban los capítulos. La dinámica entre los dos personajes
era tóxica y bizarra, pero el problema no era ése, sino que en un esfuerzo por
seguir manteniendo un halo de misterio alrededor de la investigadora, tampoco quedaban claras las motivaciones que la ataban a Nick. Quizá Kalinda sea <b>uno de esos caracteres que mejor funcionan cuanto más a la sombra están </b>y, sólo levantan la voz para pedir subidas de sueldo a los jefes previa amenaza de marcha, o para sonscarle un dato a un testigo.<br />
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De Alicia Florrick sabíamos que no era tan "santa", como la definen irónicamente sus compañeros asociados de cuarto año, pero tampoco tan perra, como podría dar a entender su decisión de aceptar la propuesta de Diane y Will y convertirse en la nueva socia del bufete traicionando a los demás conspiradores. La guerra de guerrillas que se ha mantenido en Lockhart & Gardner y sus empleados esta temporada ha sido una bofetada a mano abierta a quienes pensábamos que tras el regreso de Cary tras su paso por la Fiscalía del Distrito todo iba a ser vino y rosas por esos lares. Y, por supuesto, Alicia está en el centro de todas las intrigas con un pie en ambos bandos. Al final, acaba espantada en tiempo récord de los chanchullos de Will, Diane y del matonismo de David Lee, y se asocia profesionalmente con su rival moral desde el principio de la serie, Cary, el currito que tenía tantos méritos como ella, o más, antes de que Will le diera la patada para elegir a Alicia durante el primer año. He ahí "los nuevos Will y Diane" de Florrick y Agos.<br />
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Pero el hecho de que que Cary se haya presentado en la umbral de su casa también obedece a la propia necesidad de Alicia distanciarse de su jefe, ahora que la tentación ha vuelto a hacer acto de presencia justo cuando Peter Florrick parecía haberse redimido por completo de sus demonios disfrazados de prostitutas y corrupción. Si en algo son maestros los King es en reflejar <b>el peso de la conciencia de Alicia</b>, capaz de dejarse llevar por los impulsos del momento para luego recogerse y calibrar sus acciones, y viceversa de machacarse el seso hasta que escoge aunque siempre con el retrovisor puesto. Las diatribas de una mujer de palabra, un poco chapada a la antigua, en un mundo en donde las palabras o bien se desvanecen o se manipulan. En este sentido, el contraste entre Alicia y su madre Veronica (una Stockard Channing genial) es espectacular: frente a una madre de vuelta de todo, hedonista, que la anima (como el 90% de la audiencia) a que deje tirado a Peter en la cuneta para irse con Will está la hija que se atiene a sus promesas. Planteamiento reaccionario o no, lo cierto es que Alicia, como le dice su madre, nunca ha sabido dejar pasar las cosas, y ahí está el origen de sus constantes tormentos.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/856e2GRpJjo" width="640"></iframe><br />
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Será interesante ver cómo se despliega el próximo curso el <b>juego de favores</b> que entre la nueva firma Gardner & ¿Lee? y la Administración del recién elegido gobernador de Illinois Florrick, ahora que le ha puesto un despacho en el Tribunal Supremo a Diane. Pero las deudas no terminan aquí. El suspense se mantuvo hasta los últimos minutos de la frenética 'season finale' ("What's in the box?", 4x22) para confirmar que Peter seguía con sus métodos sucios amañando las elecciones contra su némesis, Mike Kresteva, un Mathew Perry que ha abanderado esta año la estelar y larga nómina de<a href="http://www.buzzfeed.com/kateaurthur/the-good-wife-season-finale-best-guest-stars?utm_campaign=socialflow&utm_source=twitter&utm_medium=buzzfeed"> actores y personajes recurrentes de la serie</a>. Will con su silencio ante lo que acababa de descubrir se asegura cierto respeto por parte de Peter pero, a la vez, se encuentra en una posición incómoda, por un lado, con su colega del alma Diane, que se hundiría con Peter si este cayese en desgracia; y, por otro, también con Alicia, ya que tiene en su mano una bomba de relojería que pondría punto final a su vínculo con Peter... Sobre todo, después de que Alicia por fin accediera a los deseos de un Eli más apagado de lo normal durante esta temporada (impagable, eso sí, su dupla cliente-abogado con la hilarante Elsbeth Tascioni) y utilizara su situación familiar para darle un rapapolvo televisivo a Kresteva.<br />
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Los King han esperado a este año para dictar sentencia con un rotundo 'game changer' que ha desplazado todas las piezas del tablero hacia posiciones totalmente desconocidas para los espectadores de <i>The Good Wife</i>. Con la quinta entrega ya asegurada por la CBS, nuevas puertas esperan a ser abiertas y otros papeles, recogidos, pero <b>la emoción seguirá siendo la misma.</b>Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-75228799091390177142013-03-25T22:59:00.000+01:002013-04-02T13:34:05.146+02:00Girls y el envasado al vacío<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEic3AdgSa0z4CcJBuJjrGWyEhQoRGixItkatatnaPN52enzoxzkOoFxBAyN7dILMdd_Jlu7k-NC-ld0NTxg-YyyFUmoQ2LmUe7sgep6vPlq2VhodEMBfjY1rjKdBeIGYqSieYbDjGg0Fm98/s1600/130125_TVC_GIRLSep3.jpg.CROP.multipart2-medium.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEic3AdgSa0z4CcJBuJjrGWyEhQoRGixItkatatnaPN52enzoxzkOoFxBAyN7dILMdd_Jlu7k-NC-ld0NTxg-YyyFUmoQ2LmUe7sgep6vPlq2VhodEMBfjY1rjKdBeIGYqSieYbDjGg0Fm98/s320/130125_TVC_GIRLSep3.jpg.CROP.multipart2-medium.jpg" width="320" /></a></div>
<i>ATENCIÓN: Algún que otro spoiler de la segunda temporada de Girls. </i><br />
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Cuando miro los diez episodios que forman la segunda temporada de <i>Girls</i> pienso en un chorizo ibérico envasado al vacío. Esencialmente es el mismo; mismo sabor y olor pero sin ese moho característico que indica que el tiempo ha pasado por él y le ha afectado de algún modo. Hasta el 'hype' que acumuló la serie el año pasado sigue intacto. Pero la falta de moho, de oxidación y, en definitiva, de evolución, ha pesado como una losa a la serie de la HBO, flamante ganadora de dos Globos de Oro a la Mejor Serie de Comedia o Musical y a la Mejor Actriz en esta misma categoría.<br />
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Los cuatro protagonistas de <i>Girls</i>, Hannah (Lena Dunham), Marnie (Allison Williams), Jessa (Jemima Krike) y Shoshanna (Zosia Mamet) han regresado, con sus más y sus menos, al mismo punto de salida en el que se encontraban en el episodio piloto a costa de perder esa frescura que encadilara en el primer volumen. Si bien la pluma de Dunham (más de la de Jenni Konner y Judd Apatow) se ha esforzado en reflejar con ahínco y naturalismo males tan humanos como la ceguera mental y el tropezar dos veces con la misma piedra (en consecuencia, los personajes han vuelto a meter la cabeza en la tierra cual avestruces), lo cierto es que la vida en las ficciones para televisión trascurre a un<b> ritmo mucho, mucho más rápido que fuera de la pantalla</b> (ya es decir) y no permite semejantes licencias de involución en los personajes que habitan la historia... Sobre todo en la segunda temporada, por favor. Ojo, que tampoco es cuestión de hacer que todos sus problemas se resuelvan de la noche a la mañana, pero es que estos personajes de carne y hueso todavía no saben lo que es andar dos pasos hacia delante hasta encontrarse el siguiente pedazo de caca que ensucie sus vidas. Y todo esto se traduce en puro <b>estancamiento narrativo</b>. <br />
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Por eso mismo todos los intentos de Dunham de emporcar las circunstancias de su ya muy patética Hannah se antojan acumulativos, faltos de efecto y hasta <b>tópicos</b>. El Trastorno Compulsivo Obsesivo (TOC) que le brota al personaje a partir de 'It's back' ( 2x08), ¿qué aporta al desastroso viaje de Hannah que no sepamos ya aparte de las tomas de tics faciales de Dunham? Por no hablar de la raquítica introducción de todo este panorama en los guiones previos, que me recordó a la 'chusquez' de como se presentó la esquizofrenia de Effy en <i>Skins</i>. Hay que remontarse a la <a href="http://www.youtube.com/watch?v=Z7OWCyhfbCw">discusión</a> de Marnie y Hannah en el episodio nueve de la primera temporada ('Leave Me Alone') para encontrar una velada referencia al trastorno de Hannah que en su día podría pasar perfectamente como un secreto sexual vergonzoso de instituto (como el que puede tener cualquiera) que la amiga, muy cabrona, está utilizando como arma arrojadiza.<br />
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Lo interesante y provocador en Hannah era ver a una veinteañera petarda en todo su esplendor, sin otros responsables de sus miserias que su ego y victimismo impenintente. Ahora, todo este planteamiento anterior adquiere por fuerza un aura distinta que despoja al personaje de una gran parte de su responsabilidad para desplazarla a un agente, el trastorno, que está <b>por encima del propio personaje</b> y que, paradójicamente, lo aleja de cualquier frontera de empatía con el espectador. Sé que otros se han sentido conmovidos por este ejercicio de 'deus ex machina', como observa <a href="http://www.huffingtonpost.com/christopher-rosen/girls-happy-ending_b_2900926.html">uno de los críticos</a> del HuffPost, pero mis emociones siguen en la Antártida junto con las del ex-yonki Laird, dueño, por cierto, de una de las grandes citas de la serie hasta el momento:<br />
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<i>- "You know what, Hannah? You are the most self-involved, presumptious person I ever met. Ever. I had feelings for you, sure, until I realised how rotten your insides are" </i><br />
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<i>- "You serious?"</i><br />
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Total, tanto rollo y sexo 'pingponiano' con Patrick Wilson incluido,
para dejarlo todo como estaba y poner de nuevo a Hannah
(literalmente) en brazos de Adam (Adam Driver). Sí, el mismo tío al que había mandado una noche al
calabozo, pero al que ahora llama para montar una parodia 'seria' de las comedias románticas en la season finale.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/x2uw0H-vACM" width="640"></iframe><br />
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Y si las nuevas piedras en el bagaje de Hannah ya se antojaban excesivas (porque parece no haber más huecos dentro de la diana al que apuntar que al suyo), en contraste tenemos a Marnie. A ésta se le aplica su dosis necesaria de cera durante unos cuantos capítulos para después liberarla mágica, aunque momentáneamente, de sus cuitas haciéndola volver con su ex, enamorado e iluso Charlie (Chris Abbott), al que vuelve a "querer" desde que tiene unos billetes de sobra en el bolsillo (¿Huelo una tendencia masoca/pelele en los hombres de la serie?). Si había un personaje con potencial para ser emporcado y explorado ése era, es y será la niña bien Marnie; otro daño colateral del <b>gigantismo protagónico</b> del rol interpretado por Dunham que ya se adivinaba en la temporada de debut, pero que aquí ha alcanzado proporciones bíblicas gracias al embarazo de Jemima Kirk. Excusa ideal para mandar a Jessa de viaje en búsqueda de sí misma otra vez, aunque eso no evitó disfrutar de uno de los pocos momentos genuinos de amistad de esta temporada: la escena de Oasis, la bañera y el moco después del divorcio exprés de la británica, y todo el episodio <i>Video Games</i> (2x09). Por que esa es otra: la amistad de las cuatro protagonistas continúa resquebrajada y sin perspectivas de ninguna mejoría. Hannah no terminará ni el primer párrafo de su e-book pero no se equivocó escribiendo la primera frase: "A friendship between college girls is grander and more dramatic than any other romance..." Otra cosa es que los avatares de este drama se hayan desarrollado satisfactoriamente, que va a ser que no.<br />
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Parece que lo mejor de esta temporada ha llegado en las pequeñas cápsulas, lugares al que están confinados Shoshanna y su novio Ray (Alex Karpovsky). Una auténtica paradoja que el personaje más caricaturesco y pánfilo de <i>Girls</i> haya sido el que haya dado el golpe sobre la mesa y añadir una dosis de dinamismo al asunto, dando razones a Ray aka "Alma oscura", sumido en la desidia y la autocompasión, para que espabile de una vez por todas a sus 30 y pico años.<br />
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Sólo queda esperar que Dunham le quite el plástico al embutido en la tercera temporada. Ya toca.Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-23656405797569695562013-01-22T23:42:00.004+01:002013-08-23T14:22:15.166+02:00Fringe 5, o el drama familiar de ciencia-ficción<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOG-wtU6U_8h_ZhHgxPJvC0ZER2SPK49bCkNmzBiLCWH1EfbaaQblvOeq882mFwes9nVkHNhHUIvdEc8GwPNjpc_uABXGdbrIm15QEUd800HJbRFBKbc8cJCqMzZ0lNyHgV8y8QUUfyBrF/s1600/fringe6.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOG-wtU6U_8h_ZhHgxPJvC0ZER2SPK49bCkNmzBiLCWH1EfbaaQblvOeq882mFwes9nVkHNhHUIvdEc8GwPNjpc_uABXGdbrIm15QEUd800HJbRFBKbc8cJCqMzZ0lNyHgV8y8QUUfyBrF/s400/fringe6.jpg" width="268" /></a><i>ALERTA SPOILERS: Si te atreves a leer la entrada sin haber visto la series finale de Fringe (FOX, 2008-2013), ya no hay tutía, ni reválida posible. </i><br />
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Pocas series pueden presumir de haber salido ilesa de mil batallas como <i>Fringe</i> pero, algún día, como le ocurre a todo buen soldado, tenía que llegar la retirada del frente. Y se ha ido con la cabeza más alta que baja, a pesar de todos los dimes y diretes creativos por los que esta ficción de la factoría de J.J. Abrams ha pasado en los dos últimos años. Un tiempo, además, marcado por las constantes amenazas de cancelación que una Resistencia, en forma de fandom entregado, ha ayudado a mitigar con un plan y método que ni el de William Bell y Walter Bishop en sus experimentos con el cortexiphan.<br />
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Tras una cuarta temporada decepcionante (en el que esa reescritura del tiempo sin Peter Bishop y la vuelta al esquema procedimental de la primera etapa no terminaron de cuajar), Joel Wyman y su equipo de guionistas pidieron, tulipán blanco en mano, un voto de fe a la la audiencia durante trece episodios más para darle a la serie un final a la altura de sus personajes. Después de todo, la familia Bishop y sus allegados son la verdadera piedra angular que ha justificado que <i>Fringe</i> se despida con un centenar de capítulos a sus espaldas; no así su mitología, que ha ido replegándose progresivamente para expandirse sólo en cuestiones clave, como la de los Observadores. Y la sensación final es, si bien no perfecto, la de un<b> cierre digno</b> y bastante coherente con lo que habíamos visto en todo nuestro periplo a bordo de la serie. <br />
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Ya vimos pistas de lo que estaba guardándose en la nevera en ese episodio de alto riesgo llamado 'Letters of Transit' (4x19), donde se nos presentaba un mundo orwelliano presa de los calvorotas en 2036, y en el que la hija huérfana de Peter y Olivia (me niego a que un nombre tan feo aparezca en este blog) se dedicaba a combatirlos en la sombra alentaba por el recuerdo de sus padres y el resto de la División Fringe. Todo pudo haberse truncado ahí si la serie no hubiera sido renovada; después habríamos dicho adiós viendo cómo una Olivia ya embarazada se deshacía para siempre de David Robert Jones, pero sabiendo que la felicidad no le iba a durar demasiado. Cruel epílogo hubiera sido ése. Hasta ese momento, los Observadores habían permanecido como uno de los mayores misterios de la producción, unas figuras en apariencia neutrales que, sin embargo, ahora se presentaban como unos seres despiadados y totalitarios. Pero permanecían las preguntas basicas acerca de ellos: ¿de dónde venían? y ¿por qué eran como eran?<br />
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Aun sin haber entrado en demasiado detalles sobre la naturaleza de los Observadores hasta sus últimos compases (tal y como apunta Mo Ryan en su <a href="http://www.huffingtonpost.com/maureen-ryan/fringe-finale-review_b_2512898.html">reseña</a>), la quinta temporada ha respondido a esas interrogantes a la vez que ha llevado a sus personajes al límite de sus emociones. Así, <b>se potencian más que nunca esas complicadas relaciones paterno-filiales</b> que llevan poblando el universo Abrams desde <i>Alias</i>, en donde todo entendimiento parece perdido por un bienentencionado, aunque moralmente reprobable, acto de amor pasado del progenitor para con sus hijos que los acaba marcando sin remedio en la edad adulta. Walter Bishop y Jack Bristow, cada uno en su parcela y magnitud, cada uno con sus demonios, cruzaron la línea para salvar a Peter y Sydney, respectivamente, y luego se las vieron y desearon para lograr su expiación aun si esto significara separarse de lo que más querían cuando había llegado el momento.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJ1C6Xh0JB6EWjREBoEkHhDfNgo2D4sWKWlykdghLcrmH9cMchRABnintWwkQQMNev9j8Qwig8XEoSvMv53bUcFOIkHqM6vbSy7WIuwlMUua7kWTKtplTdDjm8oHoJWT2wwrqkl3KpNd29/s1600/fringe-season-5-in-absencia-lab.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJ1C6Xh0JB6EWjREBoEkHhDfNgo2D4sWKWlykdghLcrmH9cMchRABnintWwkQQMNev9j8Qwig8XEoSvMv53bUcFOIkHqM6vbSy7WIuwlMUua7kWTKtplTdDjm8oHoJWT2wwrqkl3KpNd29/s400/fringe-season-5-in-absencia-lab.jpg" width="400" /></a></div>
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Lo que ocurre cuando te pasas 21 años sin limpiar tu casa... Telerañas party.</div>
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Muchas veces hablo de lo que <i>Fringe</i> le debe a la serie de espías, pero es que hasta comparten habilidades reptilianas en lo que a sobrevivir a reseteos de la historia se refiere. Han podido gustar más o menos esos cambios, y se puede criticar la manera en que se han ejecutado, pero son una demostración de que si los personajes son los suficientemente sólidos en su fondo pueden estar por encima de cualquier mudanza de forma, escenario o tono a la que se someta a la historia (ahí están todas las adaptaciones modernas de clásicos). Y lo mismo pasa con el concepto de la ficción que, cuando es fuerte, es capaz de trascender la ausencia de un personaje en apariencia clave. Al principio de esta quinta entrega se oyó decir que <i>Fringe</i> había dejado de ser la serie que era y, hasta cierto, punto la afirmación era cierta, pero sólo a un nivel superficial. Comparado con que ocurre entre el final de la tercera y la cuerta temporada, el salto temporal de 20 años no supone un atentado directo al canon de la ficción como pudo haber sido el borrado de Peter que se quedó en una 'chusta' pese a todo el riesgo que encerraba la idea. La diversidad de enemigos que estábamos acostumbrados a ver en el pasado se uniformiza en los Observadores y la compleja red de subtramas que se cruzaban como parte de un arco mayor se ha simplificado en un solo uno hilo conductor que queda claro desde el prinicipio: el plan de Walter para derrotarlos. Si de algo se le puede acusar a esta temporada es de volverse demasiado sencilla, pero la serie <b>no recurre a elementos externos a su mitología sino que reutiliza los que ya tiene</b>. Y las señas de identidad de una ficción se encuentran precisamente ahí. <br />
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La idea de la búsqueda de las cintas del pasado para construir el artefacto que habría de derrotar a los calvos no es más que una excusa para sostener el largo epílogo que ha sido una temporada plagada de autohomenajes a los "Fringe events" empezando por el inquitante Niño Observador que ya había aparecido en uno de los mejores episodios de la primera etapa de la serie, 'The Inner Child' (1x15), y que ahora regresa como una pieza fundamental en el desarrollo de la trama al igual que nuestro amigo September, el Observador rebelde. Los últimos capítulos también han servido para decir adiós a grandes secundarios de la serie como Broyles y Nina Sharp, ya entrados en años. Muy dura y sorprendente fue la muerte de ésta última en el que para mí ha sido en uno de los capítulos más conseguidos del volumen, 'Anomaly XB 6783' (5x10), junto con el episodio siguiente, 'The Boy Must Live' (5x11), en el que se desvela por fin el gran misterio de September.<br />
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En este episodio se vuelve a hacer hincapié en la especial relación que une al Observador y a Walter y es, otra vez ( y van muchas veces), una <b>clase de interpretación magistral de John Noble</b>, un actor de capacidad inmensa, que, si no ha estado nominado a premios es por el 'pecado' de trabajar en una serie de ciencia-ficción. El acto de amor que definió el destino de Walter en 1985 secuestrando al Peter del otro universo para salvar su vida comparte el mismo fondo que el de September/Donald y su hijo 'el Niño/Michael' en 2036 si bien las consecuencias de ambas acciones son muy distintas. Y, con todo, al final es Walter el que acaba poniendo las cosas en su sitio viajando con Michael a ese futuro todavía más lejano en donde se originaron los Observadores. Las motivaciones que causaron el desastre de Walter y dieron comienzo al conflicto de la serie serían las mismas que habrían de resolver la amenaza final y, además, ejecutadas por el mismo personaje. No se puede decir que <i>Fringe </i>no ha cierre circular y coherente con su trayectoria.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/DhXpVxlBdmY" width="640"></iframe> <br />
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Pero <b>no todo han sido aciertos</b> en la temporada. La introducción de Etta (mejor el diminutivo que el nombre, al menos) prometía mucho, aunque se quedó en un mero instrumento al servicio de la subtrama de Peter y Olivia, que se volvieron a unir definitivamente en el dolor de su muerte a manos de Windwark tras haber comenzado la temporada distanciados. Se le puede achacar a la falta de tiempo en la temporada, pero todo pasó a tanta velocidad que apenas hubo momentos de reconexión familiar entre los tres antes de que muriera Etta, las posteriores locuras de Peter con la tecnología de los Observadores (enésimo intento de darle sustancia al personaje) y la reconciliación final con Olivia. Demasiado drama reconcentrado y, para rematar, más sufrimiento para la 'punching bag' del serie que no es otra que Olivia, por supuesto.<br />
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La agente Dunham ha tenido un papel menos protagonista en esta quinta etapa que en las anteriores para pasar a ser un personaje más de apoyo; otra <b>decisión discutible</b>. Todo el centro de gravedad, por tanto, recae en los Bishop, aunque eso no es excusa para que no se la eche de falta en la significativa última escena de la doble series finale ('Liberty'/'An Enemy of Fate', 5x12-13). La imagen de Peter recibiendo el tulipán blanco es perfecta debido a las palabras que le había dirigido su padre en los instantes previos, pero ¿no habría quedado mejor un plano de los dos? ¿No es miembro de la familia después de ser cobaya de laboratorio, viajar entre universos, salvar el mundo, etc. etc... haberse casado con Peter y ser la madre de Etta?<br />
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Más allá de esos 'peros' la finale fue un coladero de nostalgia en donde no faltaron el regreso del Universo Alternativo, con Fauxlivia y Lincoln Lee en una escena al más puro estilo 'fan fiction' muy graciosa, y, cómo no, la aparición estelar de la vaca Gene ambarizada, que coincidió con el momento 'tear jerker' del episodio: "It's a beautiful name. Astrid". Después de "Astros", "Asteriscks" y "Aspirins", entre otras perlas de Walter, era la ocasión.<br />
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Antes de irse Walter agradeció a los que lo habían acompañado en su viaje y, de igual modo, el equipo de la serie no perdió la oportunidad de decir gracias a los fans por el apoyo que han dado a la serie durante su andadura. Las irrsisorias audiencias siempre pusieron a la serie más 'over there' que 'over here', y más emitiéndose en la mortecina noche de los viernes, pero ha sido el esfuerzo de los entusiastas lo que ha mantenido a la serie a flote, ya sea viendo los capítulos en directo en FOX, en diferido a través de DVR, comprando los DVDs y extensiones del universo <i>Fringe</i> en otros medios, o dando la vara en las redes sociales cuando más contaba. William Bell dijo una vez "there is more than one of everything", pero todos sabíamos que<i> <b>Fringe</b></i><b> sólo hay una</b>. Por ello valió la pena disfrutar de la experiencia y aficionarse a los regalices rojos.Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-78397835003994484172013-01-02T19:48:00.000+01:002013-01-27T02:06:43.334+01:00El volantazo de Downton Abbey<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgk8tywlt9Eg9-u161yq12fybtKu8mYrv5BTYdo363ZF-Q8uHCQspl5mzTsiE98B4OEI8pvCkGoSOZy3QS2CxZnA9NY7OmyqMUL6C58mDKkKiONZ8RGK8PrXA0-CAl1s-qhV6Bk9cZkrlwF/s1600/Season-3-downton-abbey-32238721-3000-2035.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="217" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgk8tywlt9Eg9-u161yq12fybtKu8mYrv5BTYdo363ZF-Q8uHCQspl5mzTsiE98B4OEI8pvCkGoSOZy3QS2CxZnA9NY7OmyqMUL6C58mDKkKiONZ8RGK8PrXA0-CAl1s-qhV6Bk9cZkrlwF/s320/Season-3-downton-abbey-32238721-3000-2035.jpg" width="320" /></a>Después de dos meses de 'vacaciones' seriéfilas (podría hacer un post de todo lo que tengo pendiente por ver...), toca volver al redil antes de que las telarañas se adueñen de este pobre blog y qué mejor forma de hacerlo que hablando de una ficción que causa tanta borrachera en la crítica estadounidense como una botella de Jägermeister en una noche de juerga. La tercera temporada de la británica <i>Downton Abbey, </i>que ocupa el post de hoy, se estrenará al otro lado del charco este mes, razón suficiente para que la 'hypeen' hasta el infinito y más allá pero, aparte, el drama de Julian Fellowes se ha colado de nuevo en las nominaciones a los Globos de Oro gracias a una <a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/2012/01/downton-abbey-2-dias-de-guerra.html">segunda entrega</a> que levantó mucha polvareda el año pasado. Eso sí, aun con polémicas, esta entrada en lista me sigue pareciendo <b>más meritoria que otras</b>, como la de <i><a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/2012/08/the-newsroom-los-quijotes-de-sorkin.html">The Newsroom</a>,</i> serie que claramente debe la nominación a su piloto y... a toda la herencia televisiva de Aaron Sorkin junta.<br />
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Los nueve episodios (ocho regulares y un especial navideño de dos horas) del tercer volumen de <i>Downton Abbey</i> se despojan de todos los achaques que podría tener la anterior etapa y vuelven a los fueros de la primera temporada. La serie continúa tejiendo muestras del mejor culebrón de época que puede verse ahora mismo en televisión pero<b> ha rebajado sus ambiciones cronológicas</b>, abarcando los dos primeros años de la década de los veinte, lo que sin duda ha repercutido en un uso de las elipsis <b>más discreto</b>, por no decir casi inexistente, hasta llegar a ese especial navideño con el que Fellowes y circunstancias externas a la producción de la ITV han hecho que suba el pan (y mucho) hasta el año que viene.<br />
<br />
El fin de la Gran Guerra, como era de esperar, ha cambiado la forma en que funcionaban las cosas entonces, y la arcádica propiedad de Lord Grantham no iba a ser la excepción. Una mala inversión y la aristrocrática ingenuidad de Robert Crawley a la hora de hacer negocios ha echado a perder el cómodo colchón que aportaron los millones yankees de su mujer, Lady Cora, al matrimonio. Y como los contratiempos no vienen nunca sin añadidos, todo se solapa con los preparativos de la boda de Mary y Matthew que, a su vez, incluyen la llegada de la suegra americana, Martha. <br />
<br />
El impacto del personaje interpretado por una punzante Shirley McLaine fue más breve del esperado, aunque sirvió para ampliar detalles del pasado de Cora y, sobre todo, para regalar unas divertidísimas escenas con la Condesa Viuda, encarcanada por la siempre estupenda Maggie Smith, en las que el duelo de suegras es también un <b>choque cultural</b> entre la relajación y espontaneidad de los ricos estadounidenses y la flema y apego a las tradiciones de la nobleza británica. No hay que olvidar que la pareja formada por Cora y Robert Crawley es un eco de esos matrimonios de conveniencia (o 'joint ventures', según como se mire) que se arreglaban en la época entre las hijas de los empresarios americanos y los aristócratas arruinados de las Islas.<br />
<br />
Lady Mary sigue llevando gran parte del peso dramático de las hermanas Crawley, especialmente por su nueva situación y las obligaciones que conlleva. Edith, como ya es costumbre, repite en su posición de chivo expiatorio de todos los malos días que Fellowes pueda tener mientras escribe, al menos, su subtrama ayuda a ilustrar otro de los cambios sucedidos en el período en materia de feminismo. Esta parcela solía estar reservada a Sybil, uno de los talones de Aquiles de la serie, ya sea porque la actriz, Jessica Brown-Finlay, no logra transmitir lo suficiente, o porque nunca se ha sabido como conducir el personaje de forma que ayudara a <b>avanzar la historia</b>... hasta esta temporada. Lo mismo se puede decir del ex chófer Branson, que junto a Sybil, no servía más que para dar el parte histórico capítulo a capítulo el año pasado, pero que ahora ha escalado muchos puestos en la jerarquía de personajes. Su desarrollo y el de Mary prometen mucho con vistas a la cuarta entrega.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidmgWg_UI-eDtoaxODljjy9PZBshtRy5AYMP4gtT5FvBdPF6eICDca-m2R4Q_nZsQ1QViuQC7cbBSi5QfvjVrBSvCKiYZOdW2QRAG0zdOnhrxOptlZ9nDy9QANzParzBcOIHQLpb1dobH_/s1600/Downton-abbey-season-3-episode-2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidmgWg_UI-eDtoaxODljjy9PZBshtRy5AYMP4gtT5FvBdPF6eICDca-m2R4Q_nZsQ1QViuQC7cbBSi5QfvjVrBSvCKiYZOdW2QRAG0zdOnhrxOptlZ9nDy9QANzParzBcOIHQLpb1dobH_/s320/Downton-abbey-season-3-episode-2.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
Intrigando se entiende la gente...</div>
<br />
Se nota el esfuerzo por desechar cualquier subtrama accesoria cuya incidencia en la historia podría ser superficial para <b>centrarse sólo en lo que ocurre en la casona</b>, tanto arriba como abajo de la escaleras. Por eso, apenas se ha mareado la perdiz con la estancia de Mr. Bates en la cárcel ni han explotado el asunto de la Independencia de Irlanda, al que estaría vinculado Branson. Las nuevas incorporaciones a la plantilla de los criados, como los lacayos Jimmy (Ed Speelers) y Alfred (Matt Milne), son una buena muestra de lo animado que ha estado el panorama dentro de la casa, con una O' Brien más cabrona que nunca y un Thomas del que sorprende su evolución.<br />
<br />
<i>Downton Abbey</i> ha sabido recuperar el pulso del melodrama con una temporada equilibrada, más consciente de sus propios tiempos, y unos giros de guión estratégícamente colocados que, por fin, dejan respirar al espectador hasta el siguiente golpe. Se le puede reprochar la brocha gorda con la que ejecuta muchos de sus ases en la manga, pero la calidad de la producción ha continuado tan impecable como la cubertería que exhibe. El verdadero reto, visto lo visto, se presenta a partir ahora con <b>el 'cliffhanger' más grande</b> al que se ha enfrentado nunca la serie.<br />
<br />
<i>PD: </i><i>¡Feliz año a todos! :)</i>Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-17764877545053838852012-10-08T19:12:00.000+02:002013-01-27T02:12:41.678+01:00Frittata de series<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhedmUlbpcqPxCb6lZcAMkGFxy_fLZuFnWsg3xBrnT8cHoN4av1j0U5gj6DxIuKhYnfa_2lCDGszh5LOwJgEbsWfukDcqxmEvoEk9bGo7qXuG3xTGrqUeafV3Lx8yQmEyvzg7HtMC3CkFQO/s1600/The-Borgias-Season-2-Poster.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhedmUlbpcqPxCb6lZcAMkGFxy_fLZuFnWsg3xBrnT8cHoN4av1j0U5gj6DxIuKhYnfa_2lCDGszh5LOwJgEbsWfukDcqxmEvoEk9bGo7qXuG3xTGrqUeafV3Lx8yQmEyvzg7HtMC3CkFQO/s320/The-Borgias-Season-2-Poster.jpg" width="236" /></a></div>
Seguramente os habéis encontrado en una situación en la que abrís la
nevera y veís que hay varios productos (casi siempre, fruta y verdura)
que se están pasando de fecha, porque no os ha dado la gana de
cocinarlos, pero que todavía son rescatables. Pues bien, he estado
repasando mi lista de blogueos pendientes de la pasada temporada y se me
ha ocurrido hacer un mejunje parecido a las <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Frittata">frittatas</a>
que hago de vez en cuando, antes de empiece a olvidarme de sus
argumentos, personajes y estrellas invitadas (Ok, no, puede que no
llegue a tanto...). ¿Los ingredientes? Todo lo que he podido pillar de
la segunda entrega de <i>The Borgias</i>, la tercera de <i>Modern Family</i>, la segunda de <i>Boardwalk Empire</i>, la segunda de <i>Lip Service</i> y de los volúmenes únicos de <i>Hit & Miss</i> y <i>True Love</i>. Ya es mezcla, ya.<br />
<br />
<br />
<b><i>The Borgias</i> (S2, Showtime)</b><br />
<b><br /></b>
Esta serie es, desde hace más de un año, la responsable de que las
primaveras sean más calientes y alborotadas que de costumbre. Si a la
primera temporada le costó un poco ajustar el tono, la segunda ha sido,
de principio a fin, un torbellino de traiciones, excesos, peinados
estrafalarios e intentos de asesinato de lo más culebronesco. Con una
Lucrezia simplemente espectacular como centro del protagonismo y
aprendiendo a pasos agigantados de su madre, Vanozza, la producción de
Neil Jordan ha puesto en jaque los chanchullos del Papa Alejandro VI a
la vez que ha ahondado en las complejas relaciones de sus hijos varones.
Cesare ha demostrado ser el verdadero perro guardián de la familia,
mientras que Juan ha caído en desgracia, aunque dando más risa que pena.
¿Y qué hay Micheletto? El fiel servidor de Cesare nos ha dejado los
ojos como platos este año. El próximo abril, más.<br />
<b><br /></b>
<b><i>Modern Family</i> (S3, ABC)</b><br />
<br />
Los 20 minutillos que dura cada episodio de <i>Modern Family</i>
continúan siendo una de las apuestas seguras de la semana televisiva.
Steven Levitan y Christopher Lloyd se han decidido a explotar al máximo
el potencial de los Dunphy más allá de Phil y lo han extendido también a
Claire y Hayley. Los ataques neuróticos de la primera y la limitación
de coco de la segunda siempre apuntaron maneras, pero si lo combinamos
con un poco de campaña electoral y la búsqueda de una universidad que
esté dispuesta a recibirte, las risas están más que servidas. Cameron y
Mitchell han tenido un papel no tan destacado si bien la nueva Lily
interpretada por una niña un poco más crecida, ha dado episodios tan
divertidos como el del 'fuck', y su trama en general han tomado un tono
un poco agridulce (dentro de lo que permite la serie, claro) que
contrasta con el sorpresón de Gloria.<br />
<br />
<b><i>Hit & Miss</i> (Temporada única, Sky Atlantic)</b><br />
<br />
La primera serie original producida por el canal 'premium' británico Sky Atlantic llegaba con un argumento 'terremoto': Mia,
una transexual metida a asesina en serie para pagarse la operación de
cambio de sexo se encuentra con que tiene un hijo del que debe hacerse
cargo junto con el resto de la prole que dejó su ex novia. ¿La actriz
elegida para ponerse una protésis y dar vida a esta bomba de relojería?
Quién sino Chloe Sevigny, una de las mujeres del mormón de <i>Big Love</i> y, sobre todo icono de estilo y actriz curtidísima en retos de lo más variados (¿hablamos de la felación real a Vincent Gallo en <i>Brown Bunny</i>, de <i>Boys Don't Cry</i> o de<i> Kid</i>s?). ¿El responsable? Paul Abbott, otro especialista pero en mostrar familias de lo más disfuncional (<i>Shameless</i>) o en crear thriller políticos de renombre (<i>State of Play</i>).
A pesar de que su final está muy lejos de saber a final, y que la
noticia de su no renovación cogió con el pie cambiado a muchos, <i>Hit & Miss</i>
es una de las ficciones imprescindibles del año: capaz de encapsular en
seis capítulos un argumento fresco, momentos de auténtica crudeza
visual y emocional y, como ya viene siendo habitual en las islas, una
exhibición de actores infantiles fuera de lo común. Jorden Bennie, el
pequeño que interpreta a Ryan, el hijo biológico de Mia, clava todas y
cada una de sus escenas.<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="allowfullscreen" frameborder="0" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/4loJKcwhYWs" width="640"></iframe> <br />
<br />
<br />
<b><i>Boardwalk Empire</i> (S2, HBO)</b><br />
<br />
Nucky
Thompson y compañía dejaron de titubear en su segunda temporada, donde
se resuelve sin contemplaciones uno de los grandes dilemas del
protagonista: ser o no ser un gángster completo. Si la primera entrega
ya anunciaba que el advenedizo Jimmy Darmody le podía dar más de un
quebradero de cabeza a su mentor, Nucky, la historia ahora no pierde
tiempo en situar al espectador y se abandona a su propio ritmo, dejando
claro qué es lo más importante antes de dar un giro copernicano que muy
pocas series se pueden permiten y, menos, cuando no llevan tantos años
en parrilla. Con todo, la obra de Terrence Winter continua padeciendo de
un excesivo afán de abarcarlo todo, produciendo personajes de cuota
como esporas, y creando menos calor que el iceberg del Titanic. Más o
menos, lo mismo que comenté el pasado agosto en el <a href="http://yodispareajr.blogspot.com.es/2012/08/1x43-go-on-awkward-boardwalk-empire.html">podcast</a> de <i>Yo disparé a JR</i>.<br />
<br />
<b><i>Lip Service</i> (S2, BBC3)</b><br />
<br />
Lo
que podría haber sido un buen ejemplo de ficción a la que perder la
mitad de los protagonistas y sustituirlos por otros le sienta de maravilla
acabó peor que todos sus aciertos juntos. Ciertamente hay pocos
creadores capaces de ser tan bipolares en tan sólo seis capítulos, pero
es lo que ha conseguido Harriet Braun en su drama lésbico ambientado en
Glasgow (Escocia). Lástima que los ratings irrosorios fueran comparsa de
la tragedia forzada y de las pérdidas de tiempo monumentales, y hayan
condenado a personajes tan interesantes como Lexy, Tess y Sadie. Este
grupo dejó claro que el tono de la serie funcionaba mucho mejor cuando se
inclinaba más hacia la dramedia ligera del típico piso compartido que a
historias con acosadores y triángulos amorosos metidos con calzador
para darle cancha a personajes que ya no tenian nada que hacer en la
serie (no todos los showrunners son tan eficientes en este sentido como
Shonda Rhimes). Cancelada, y con razón, a pesar de quedarse con uno de los
finales más cabritos que he visto últimamente.<br />
<br />
<b><i>True Love</i> (Temporada única, BBC) </b><br />
<br />
Es raro que yo hable mal de la Beeb en un mismo post, pero cuando toca, toca. Un concepto que llamaba la atención, el de una serie basada en la improvisación de sus actores, y un reparto encabezado por David Tennant y su 'companion' Billie Piper tenía que ser catado sí o sí.
Aunque sea por ver el reencuentro whoviano, que al final no fue tal por
que ambos participaban en historias distintas dentro de las cinco
independientes, una por episodio, que formaban la serie. Pero tras haber
asistido a la disección del amor que presenta en la costera población
inglesa de Margate, la nostalgia no es factor suficiente para
recomendarla. La historias son un dechado de lugares comunes y se acaban
antes de empezar a mostrar el conflicto que acarrean las acciones de
sus personajes, quizás lastradas por una media hora de duración que se
queda corta para recoger temas complejos y. menos, si gran parte del metraje se rellena con canciones. Así improvisa cualquiera.Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-86879852396923013792012-09-25T21:57:00.002+02:002012-10-08T19:17:41.444+02:00Weeds, adiós a la MILF<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRbyHlSLF9ibdKVoxU6coTK7ZUPQCi04-KIYJ4ExF7EWxPKjBKqxY1bOd_MkAYFjyWLkL9yTCN-IyEblU3XEJcmrXUBpy3xp1lnVQGkdhc-rSb4EKrn43QjEO2BsfUAr6gW5A9TrGbjprn/s1600/url.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="237" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRbyHlSLF9ibdKVoxU6coTK7ZUPQCi04-KIYJ4ExF7EWxPKjBKqxY1bOd_MkAYFjyWLkL9yTCN-IyEblU3XEJcmrXUBpy3xp1lnVQGkdhc-rSb4EKrn43QjEO2BsfUAr6gW5A9TrGbjprn/s320/url.jpg" width="320" /></a></div>
<i>Pequeños spoilers de la series finale de Weeds. </i><br />
<br />
Parecía que el día no iba a llegar nunca. Desde hace mucho tiempo <i>Weeds</i> amagaba con poner punto y final a las andanzas de Nancy Botwin (Mary-Louise Parker) y familia, pero temporada a temporada la serie emulaba a su protagonista y sobrevivía por los pelos a algunos de los giros de guión más extravagantes de la última década catódica. El problema es que tanta locura dejó de tener el sentido suficiente para seguir justificando su uso reiterado por parte de Jenji Kohan y su equipo de guionistas. Así, los seguidores más fieles acabamos aguantando nada menos que cuatro años de travesía por el desierto, con <b>espejismos que nos ilusionaban con la época dorada</b> de uno de los buques insignia del canal Showtine para después vernos rodeados por la misma arena de siempre, la de una mediocridad que se había instalado en la serie desde la cuarta temporada.<br />
<br />
Porque desde el momento en que los Botwin cruzando la frontera con México, todo se descontroló de tal forma que luego llegaron los embarazos salvadores, los palos de criquet, y los atentados fallidos (ésos que no consiguieron levantar un séptimo volumen tan olvidable que ni me molesté en reseñarlo), con la única excepción de la detención de Nancy en el aeropuerto tras una emocionante sexta etapa a la fuga por Estados Unidos. Pero fue el tiro en la cabeza, no la cárcel, el que nos puso en ruta definitiva para despedir a la serie y ver, por fin, si Nancy se decidía a aprender de los errores garrafales que ha ido cometiendo a lo largo de estos ocho años. Errores como madre y matriarca de clan, principalmente.<br />
<br />
Lo que empezó como una forma de dar de comer a su familia después de la muerte de su marido, poco a poco se fue revelando como una droga para Nancy, aunque ella no fuera una adicta a la marihuana que vendía. El mono de vivir al límite, de proponerse el más difícil todavía, el mono de la ambición por controlarlo todo que Nancy puso tantas veces pmor delante de sus hijos, cuñado, hermana y amigos, cómplices de alguna
manera con el delirio egoísta de la propia señora Botwin. Nancy, en el
fondo, no podía vivir sin Andy (Justin Kirk), Silas (Hunter Parrish), Shane (Alexander Gould) y Stevie (es decir, los únicos hombres que no habían muerto por estar a su lado), pero es que tampoco éstos
podían vivir sin ella... hasta que vieron que sí podían a cambio de
llevar a cuestas años de reproches ahogados. Irónicamente se podría
decir lo mismo de los que acabamos siguiendo la serie por pura <b>inercia</b>, siendo conscientes de la decepción, pero de alguna forma esperanzados con que la serie iba a cambiar del mismo modo que la protagonista.<br />
<br />
Si hay una forma de definir este volumen final de <i>Weeds</i> es la de 'temporada del castigo'. En una ficción en la que, en términos narrativos, no existía esa "brújula moral" a la que se refiere <a href="http://gentedigital.es/comunidad/series/2009/06/08/la-apestosa-moralidad-de-weeds/">Nahum</a>, los doce últimos han contribuido para que sí se materializara esa presencia. <b>Por primera vez toda la tarea de juzgar no recaía en el espectador, </b> a merced hasta entonces de una escritura pensada para que los personajes <a href="http://www.youtube.com/watch?v=r7qsqKmv1L0">se retrataran a sí mismos</a> en sus excesos y temeridades, sin una guía implícita de lo que era bueno o malo. Pero, como he dicho, un recurso redentor tan cliché como el del tiro a la cabeza por parte de Tim el hijo del difunto Peter Scottson (uno de los cuatro maridos de la protagonista) ha sido suficiente para que algo se asiente en la conciencia de Nancy. Así, todos estos capítulos han apuntado hacia una búsqueda de la paz consigo misma y con su familia en la que vimos cómo Nancy renunciaba al contrabando para luego volver por la vía legal; cómo decidía dedicar el tiempo a Stevie que no pudo dedicar a Silas o a Shane; cómo tenía un 'heart-to-heart' con su hermana, Jill; y cómo todo eso le acababa explotando en la cara a pesar de sus esfuerzos, incluido ese escurridizo polvo de consolación con Andy para darle un poco de lo que siempre había deseado, justo cuando Nancy veía que su cuñado se estaba escapando de su vera en la misma acera en la que Judah Botwin tuvo el infarto que lo dejó en el sitio.<br />
<br />
Las heridas en cada uno de los casos eran demasiado profundas y la solución llegaba demasiado tarde como para que las cosas sanaran sin otra consecuencia que no fuera <b>alejarse del origen de todos los males.</b> Sólo pudimos ver ese logro de la independencia en Andy antes de dar un salto de ocho años hacia adelante para comprobar qué había sido del resto, que también habían abierto caminos lejos de la matriarca, una Nancy había llegado a donde siempre había soñado, pero más sola que la una, con la única compañía de su hijo Stevie, y acosada (ahora sí) por los remordimientos. De Shane ya se sabía que no podía acabar en nada conviertiéndose en pupilo el inspector borracho, y de los dos hermanos originales era el que más próximo se había mostrado con su madre, mientras que Silas siempre le echó en cara su negligencia y sus mentiras. La temporada ha dado grandes momentos entre el hijo mayor y Nancy, en lo que parecía el acercamient definitivo, hasta que el viejo amor adolescente de Silas, la sorda Megan, arrastró al rubio y a la hija de ambos fuera de la órbita de la abuela.<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="allowfullscreen" frameborder="0" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/syEV--xvCt8" width="640"></iframe><br />
<br />
La temporada, además de darle un poco de su medicina a la protagonista, también ha supuesto una vuelta a los orígenes. Los títulos de crédito recuperaban a los 'Little Boxes' y se estilizaban para contarnos el viaje de los Botwin desde Agrestic, pasando por Ren Mar, Tijuana, Nueva York y Pittsburg para acabar otra vez en Regrestic (aka Agrestic) en donde empezaron a reaparecer algunos de los <b>grandes personajes</b> de la serie que después se reunieron en el Bar Mitzvah de Stevie. Todos, salvo Celia Hodes, uno de los pilares de las primeras entregas, injustamente ignorado en el epílogo cuando hemos tenido que aguantar temporadas enteras con Doug de prestado y ocupando espacio. <br />
<br />
'It's Time' fue el autoconsciente título de la doble series finale. A Jenji Kohan y a Showtime se le acabó el crédito con <i>Weeds</i>, pero siguieron produciendo temporadas contranatura, del mismo modo que Nancy Botwin huía sin darse la vuelta y mirar lo que había dejado sembrado o <a href="http://www.youtube.com/watch?v=Naf4xk25mkg">quemado</a>, pero ya está. La montaña rusa ha parado y, al menos, lo ha hecho siendo fiel a sus propia atmósfera, dejándonos para el recuerdo la imagen de Nancy rodeada por sus hombres.<b> A pesar de todo, como había sido siempre.</b>Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-80507619607711020742012-09-11T20:12:00.001+02:002012-09-12T18:14:28.696+02:00True Blood 5, una reseña en 2x<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWh49jCudv4LZzlj4AYicLUSpgFv6uY2yGcyYLq_7O7JS3bNfbe0zwwuXcUJOe1to5RkpcGRhzU_80k8UherRUcK6gWC62WDpk0TQESoXXG8-HzxVn91k2POwg9F1PxQrENk6PxA9-VkMO/s1600/1337861139_True+Blood+s5+Poster+002.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWh49jCudv4LZzlj4AYicLUSpgFv6uY2yGcyYLq_7O7JS3bNfbe0zwwuXcUJOe1to5RkpcGRhzU_80k8UherRUcK6gWC62WDpk0TQESoXXG8-HzxVn91k2POwg9F1PxQrENk6PxA9-VkMO/s320/1337861139_True+Blood+s5+Poster+002.jpg" width="216" /></a></div>
<i>Si quieres ahorrarte ver la quinta temporada de True Blood, échale un vistazo a la entrada.</i><br />
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"Todo es más fácil si te gusta lo que haces". Sí, y no. A mí me encanta escribir, escribir sobre series concretamente, pero eso no quita que, a veces, la tarea de hacer una reseña se alargue días y días porque aquello que has visto no te ha convencido y no quieres que tu blog parezca el diario de un troll acabado de salir de la mazmorra. En contraste con esa corriente que defiende que es más sencillo elaborar una crítica negativa que positiva, a mí me resulta muy difícil encontrar las palabras y tono cuando una ficción se encuentra por debajo de unos mínimos deseables. Por ejemplo, y para que se vea que ninguna producción por loca que sea está libre de unos ciertas estándares, el nivel de exigencia que se le pide a <i>True Blood</i> no es de los más duros y aun así la decepción de su quinta temporada ha sido mayúscula. ¿Cómo una serie de la que sólo se espera que sea una bacanal continua al amparo del abrigo de la HBO puede resultar<b> tan aburridazzzzz? </b><br />
<br />
El subidón con <a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/2011/09/anchounia-de-bon-temps.html">'Anchounia' de Bon Temps</a>, que había dejado a punto de caramelo el regreso de Russell Edgington en lo que prometía una espiral de sinsentidos este año, se ha quedado en la nada. Empezando por el propio Russell, mera caricatura de sí mismo, diluido en una trama 'seria' que<b> pretendía volver a los fueros la primera temporada</b> de la serie donde la dialéctica vampírico-social estaba más presente. Hasta ahora, nunca se había tocado en profundidad los dimes y diretes de la ubicua Autoridad Vampírica, en la que se ha visto que hay dos facciones muy diferenciadas: los 'sangüinistas', o fanáticos adoradores de Lilith (la primera mujer de Adán, al que dejó tirado para irse con los demonios del Mar Rojo, y que aquí es la Diosa Vampira que camina en pelota picada y bañada en sangre) que ven a la humanidad como alimento; y los proconvivencia con los humanos.<br />
<br />
Así puesto suena todo muy bonito, pero nada más lejos de la realidad. Una historia que podría haberse solucionado en la primera mitad de la temporada se ha alargado a conciencia para lanzar un órdago con Billith, la unión de Bill y Lilith, con la que viene a completarse la caída al lado oscuro de Compton. Una villanización que, si contamos su papel como Rey en la cuarta entreg,a ha durado dos largos años por obra y gracia de los capítulos y episodios de relleno que, esta vez, han superado el récord: a excepción de los dos últimos, los diez son <b>desechos de vampiro </b>dignos de ser procesados a doble velocidad o en 'recaps'. <br />
<br />
Alan Ball se ha convertido en un experto en retrasar el clímax de sus relatos de la peor forma posible que consiste en sumar tramas poco interesantes protagonizadas por personajes soporíferos de la clase Sam o Terry. No sé si mi subconsciente ejerció de adivino el año pasado con vistas a éste (o de si hice un 'timey wimey' sin enterarme), pero no pretendo perder más tiempo escribiendo esta entrada del que realmente pasé viendo la serie, así que me limitaré a autorresponder a las mismas preguntas que planteé en su día:<br />
<br />
<ul>
<li><i>¿Cómo la liará Russell?</i> - Para lo que hizo, mejor que lo hubieran matado del todo en su momento.</li>
<li><i>¿El lobo acabará con el linaje de Merlotte's de una vez por todas y,
lo que es peor, Sookie podría heredar la gerencia del bar y llevarlo a
la ruina por negligencia</i>? - Esto hubiera sido mucho más divertido que todos los episodios juntos, lástima que Anna Paquin estuviera embarazada en el momento del rodaje y su participación estuviera un poco limitada. Lo aceptemos o no, ella es el alma de la serie. Se ha notado mucho.</li>
<li><i>¿Sookie será "inteligente" y se irá a que la huela Alcide?</i> - Casi, casi. Ya se encargaró Eric de quitarle al lobo las ganas de Sookie.</li>
<li><i>¿Veremos a Jason de vampiro?</i> - Otro casi, aunque ya se podría haber salido de la serie como hizo Hoyt y dejar de dar la vara. Ni cumplió con la cuota de carne necesaria (hasta eso ha estado por los suelos esta temporada), y su historia con Jessica me sigue pareciendo un error más que un acierto. Sobra ahora mismo.</li>
<li><i>¿Tara muere de verdad o vendrá sufriendo también como chupóptera? ¿O se atreverán a abrir la veda de los zombis con ella?</i> - Tara como hija vampira/rollete de Pam ha sido lo mejor contra todo pronóstico. </li>
<li><i>¿Morirá el personaje de Scott Foley en el primer episodio?</i> - Scott Foley y los traumas de Terry. Creo que está dicho todo. Confieso que me salté esas partes como cuando quito la parte pocha de las patatas.</li>
<li><i>¿Se creará un ejército de hados descendiente del sheriff Andy que permita por fin ver a hadas más de cinco minutos?</i> - Un poco de todo. Lo del ejército está por ver.</li>
<li><i>¿Seguirá diciendo Pam aquello de 'fucking Sookie'? Seguro.</i> - Pam nunca falla. </li>
</ul>
<br />
No fueron ni una ni dos las veces que dije que iba a abandonar la serie durante estos últimos episodios, pero he de reconocer que me tienta la nueva sangre de Billith y que, dentro de lo malo, Ball hizo que el contador de subtramas innecesarias esté de nuevo a cero para (quiero pensar que es así) dar paso a un nuevo orden en <i>True Blood</i>.Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-64681666650201279462012-08-31T10:29:00.001+02:002012-09-25T22:03:17.799+02:00The Newsroom, los quijotes de Sorkin<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9nGW3NmHhO6sBIpu6pbtLBQcLFkaruqeB9IJI9wjT4M5ZW0IB0pDNspMxryb6_YfrsJ6_8bWH8Od3kv8NysACyoaWmHUJudoWkibSP28ywnJIOYIZEwhHrS3pPivCtltXVMx5Vcv10q7x/s1600/cn_image.size_.newsroom-ss-01.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="271" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9nGW3NmHhO6sBIpu6pbtLBQcLFkaruqeB9IJI9wjT4M5ZW0IB0pDNspMxryb6_YfrsJ6_8bWH8Od3kv8NysACyoaWmHUJudoWkibSP28ywnJIOYIZEwhHrS3pPivCtltXVMx5Vcv10q7x/s400/cn_image.size_.newsroom-ss-01.jpg" width="400" /></a><i>Los cínicos no sirven para este oficio: sobre el buen Periodismo.</i> Me pregunto si Aaron Sorkin ha leído esta ultracitada obra del conocido (al menos en el gremio) periodista polaco Ryszard Kapuscinski con la misma devoción con la que la recomiendan en las facultades de Periodismo para trazar las líneas maestras de <i>The Newsroom</i>. Una serie que, al terminar su primera temporada de diez episodios en la HBO, se ha revelado más bien como un alegato de la parte más bella del (dicen) "oficio más bello del mundo", aquella que nos muestra unos trabajadores apasionados, comprometidos hasta el final con las personas y una verdad, que, de ser una herramienta, sólo puede utilizada para construir una sociedad más saludable en todos sus ámbitos y, por supuesto, más democrática. Nada de narrar en detalle las miserias y presiones diarias de la redacción del informativo estrella de un canal de cable estadounidense. ¿Para qué echar sal en las heridas crónicas de los medios cuando se puede reivindicar el gran espíritu quijotesco de la profesión?<br />
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Que Sorkin haya agotado hasta la náusea las referencias al caballero de La Mancha en boca de sus dos personajes principales, Will McAvoy (Jeff Daniels) y MacKenzie 'Mac' McHale (Emily Mortimer) habla por sí solo. Si hay una figura que represente todo lo que lo que un cínico nunca podrá ser ésa es Don Quijote, el paradigma de la locura idealista, el héroe que pretende luchar contra las injusticias aun yendo montado en un caballo raquítico. La ética enseña que cuanto los periodistas dejan de aspirar, o se pliegan al 'status quo', dejan de hacer Periodismo y acaban haciendo periodismo, o... cosas peores. Con ese esquema mental llega la productora ejecutiva MacKenzie al 'News Night' de la ficticia ACN dispuesta a devolver la dignidad a las noticias y, de paso, sacar de la desidia a un Will que no quiere sacar su carácter en la mesa de presentador por miedo a espantar las audiencias. Como periodista, y aceptando que <b>la historia no es, ni mucho menos, una radiografía fidedigna de la profesión</b>, <i>The Newsroom</i> supone en un primer momento un chute de moral ya desde esos <a href="http://www.youtube.com/watch?v=_Rlf-xX2qbQ">amables títulos de crédito</a> a cargo de Thomas Newman, que evocan tiempos mejores en el oficio en los que los becarios podían soñar con contratos decentes y los medios, si eran meretrices de los oligarcas, lo disimulaban mucho mejor.<br />
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El idealismo de la premisa no es ninguna novedad en el universo Sorkin, que ya emprendió aventuras parecidas con la fábula sobre la política estadounidense<i> The West Wing</i> (NBC, 1999-2006) y, según comentan los experimentados en esta serie, con mejores resultados que en su nueva obra. No hace falta haber visto <i>The West Wing</i> para estar de acuerdo en lo excesivo de las formas que aquí emplea Sorkin, un tipo cuyo personal estilo basado en diálogos inteligentes, grandes discursos y personajes cultivados nunca ha dejado indeferente a nadie. Pero aquí simplemente roza la <b>prepotencia</b> y el casi insulto hacia posturas ideológicas contrarias a las suyas; las de un estadounidense demócrata , pero también las de un elitista intelectual. Si no, ¿a qué viene esa frase tan categórica de Mac hablando de "contarle la verdad a los estúpidos" en el piloto?<br />
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El primer capítulo, brillante, con un <a href="http://www.blogger.com/%3Ciframe%20width=%22560%22%20height=%22315%22%20src=%22http://www.youtube.com/embed/1zqOYBabXmA%22%20frameborder=%220%22%20allowfullscreen%3E%3C/iframe%3E">arranque poderosísimo</a>, y pese a todos los tics y la brocha gorda de sus slogans, deja claro cuál es la personalidad, tono y propósito de la serie, pero el resto de episodios no defiende en el guión las ideas de equidad y debate que defienden los personajes. Claro que el Tea Party merece todo los palos, pero no vale con maquillar los ataques presentando a Will como un republicano moderado que se avergüenza de la camarilla de extremistas que se ha hecho con el control de su partido. En 'News Night' se echan en falta, por ejemplo, más autocrítica y menos benevolencia hacia la Administración Obama para que los mensajes que lanza la serie con tanta vehemencia tengan credibilidad (ni una nota un poco discordante con la gestión de Washington de la muerte de Bin Laden, con un premio Nobel de la Paz como presidente para más inri ). <b>Si los personajes se vanaglorian de que no se casan con nadie, entonces hay que demostrarlo.</b> Y más cuando las historias que cuenta la ficción en esta primera temporada son una revisión a velocidades <i>Downton Abbey</i> (elipsis del tamaño de agujeros negros) de los hechos más importantes ocurridos en Estados Unidos y el mundo entre mayo de 2010 y agosto de 2011. <i>The Newsroom</i> juega a respetar la realidad dentro de los límites de la ficción para presentarnos cómo se debieron tratar esas noticias en su momento, pero fracasa. Otras series como<i> The Good Wife</i>, que vive inspirándose en titulares, arrojan mucha más honestidad en las problemáticas que plantea.<br />
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Con respecto a la verosimilitud (que no es lo mismo que credibilidad, aclaro) de lo que cuenta,<i> The Newsroom</i> tampoco sale muy bien parada. La redacción de un informativo en TV es bastante distinta a la de un periódico y, dependiendo de la sección y lugar donde trabaje el periodista, puede pasar cierto tiempo sin "hacer calle", de ahí que no veamos ninguna escena en exteriores. Pero una cosa es eso, y otra que las fuentes y las exclusivas vengan a tu casa cual pizzero en todos los episodios. Sí, sin contactos el periodista se come los mocos, aunque no todos tienen que ser conocidos del colegio, familiares, compañeros de un trabajo anterior, o ex rollos de una noche. El jefe de informativos de cualquier cadena mataría por tener una plantilla tan bien conectada como la de 'News Night'...<br />
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<b>Personajes de diván</b><br />
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Si, en primer lugar, se aceptan los problemas de fondo y forma de <i>The Newsroom</i> diciendo "sí" (como a los locos) a las salidas del tiesto de Sorkin, y, en segundo, se pasan por alto muestras de <b>pornografía emocional</b> al más puro estilo Shonda, como las vistas en el cuarto episodio 'Fix You' (al menos Rhimes buscaría un grupo semidesconocido, y no la opción más fácil de Coldplay para adornar la secuencia), entonces la serie tiene mucho que ofrecer al espectador. La premisa indudablemente grave y aspiracional contrasta con las dinámicas de comedia romántica de los personajes, unos tipos muy profesionales en su trabajo, pero que luego se comportan como ineptos sociales en diferentes grados y que, con toda seguridad, consumen caramelos de eucalipto<a href="http://www.vulture.com/2012/08/all-the-shouting-in-the-newsroom.html"> en grandes cantidades</a>. <br />
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Quizá sean los personajes el aspecto que más refleja la rareza que es <i>The Newsroom</i> dentro de la parrilla de la HBO. Un producto de 'network' noventero en un canal de cable famoso por lo grisáceo de sus propuestas. Los diálogos sesudos no enmascaran la engranajes sobre los que funciona la ficción, directa desde el minuto uno, y tampoco las sencillas y <b>estoreotípicas líneas de actuación de los personajes</b>, algo que le viene muy bien a la comedia.<br />
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Sin entrar en <a href="http://www.slate.com/blogs/xx_factor/2012/07/03/why_aaron_sorkin_s_woman_problem_makes_the_newsroom_so_boring_.html">polémicas de representación de género</a>, Mac es una histérica, analfabeta tecnológica, que se automartiriza en cada uno de los episodios por haberle sido infiel a Will con su exnovio, aunque eso no quita que sea una manipuladora de cuidado y se crea más yankee que nadie con su acento de Londres. Will, por su parte, es el típico mente privilegiada, pero arrogante, que, además, se cree un regalo de Dios a las mujeres, a las que hay que "civilizar". Jim Harper (John Gallagher Jr.) hace las funciones de buen chico, el yerno perfecto, pero que le faltan unas cuantas luces en las lides amorosas. Maggie Jordan (Alison Pill) se nos presenta como una Mac en potencia con trazos de perro del hortelano. Don Keefer (Thomas Sadoski) es un capullo que no tiene ninguna consideración con su novia, Maggie. Y a Charlie Skinner (Sam Waterson), el jefe de informativos, le dan demasiadas venadas.<br />
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<iframe allowfullscreen="allowfullscreen" frameborder="0" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/txFzytCWLQo" width="640"></iframe> <br />
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De toda esta pandilla, los únicos que se salvan son Sloan Sabbith (Olivia Munn), la cerebrito atractiva, una eminencia en el área de Economía, pero con cero aptitudes personales, y Neal Sampat (Dev Patel), el 'geek' obsesionado con el Hombre de las Nieves. No por nada, son en las conversaciones de bar con Sloan cuando las neurosis de Mac consiguen el efecto gracioso que buscan, ya que pocos consejos se le pueden pedir a una Sloan que, en segundos, podría confundir tocar techo en una relación con el techo de la deuda. <br />
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A pesar de lo mal que cae Will, su carácter se va suavizando con el paso de los episodios y, al final, no resulta tan cargante y su condescendencia se ve más como un chiste sostenido. Hasta se le acaba cogiendo cierto cariño. Lamentablemente, lo mismo no se puede decir del trío Jim/Maggie/Don, que no paran de cavar su tumba con sus continuos cambios de parecer, su egoísmo y su aburrido tira y afloja, que ni las referencias a <i>Sex and The City</i> (serie que protagonizó Kristin Davis, pareja actual de Sorkin, acostumbrado a inspirarse en su vida privada para <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Studio_60_on_the_Sunset_Strip">su trabajo</a>, a lo Taylor Swift) pueden salvar. Aunque, bueno, supongo que hacer una mención a <i>SATC</i><a href="http://www.vulture.com/2012/08/newsroom-frustration-almanac-from-a-to-z.html?mid=facebook_vulture"> siempre es más romántico que el Xanax</a>.<br />
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Está por ver si Aaron Sorkin tomará nota de los muchos achaques de <i>The Newsroom</i> con vistas a la segunda temporada, y si ampliará el catálogo de <a href="http://www.youtube.com/watch?v=S78RzZr3IwI">'sorkinismos'</a> para ofrecer un producto menos pagado de sí mismo y más cabal. <b>Puede que sea hora de llamar a Sancho Panza para que acompañe a Don Quijote.</b>Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-31172074181180153092012-08-23T22:19:00.000+02:002012-08-30T23:54:42.222+02:00Las cabezamoños<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiahDZyshnbyxyvJYEvRWL6uUE0V-a-9BGnpC3OkorAT16XOasOi_S8QLJwBaO_82D4Nk5v4eOo7TrWeclasJuZgAYEstsJiqk4ySBGvea6R0vhepqLX80-fbdyNkUwujnCl6iCNc4MWlfp/s1600/bunheads-pictures1-480x345.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="230" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiahDZyshnbyxyvJYEvRWL6uUE0V-a-9BGnpC3OkorAT16XOasOi_S8QLJwBaO_82D4Nk5v4eOo7TrWeclasJuZgAYEstsJiqk4ySBGvea6R0vhepqLX80-fbdyNkUwujnCl6iCNc4MWlfp/s320/bunheads-pictures1-480x345.jpg" width="320" /></a></div>
Nunca me había interesado ninguna de las propuestas de la ABC Family hasta este verano en que Amy Sherman-Palladino, creadora de <i>Gilmore Girls</i>, ha regresado a la televisión con una serie marca de la casa, <i>Bunheads</i>. Cierto es que yo seguía a las Gilmore más mal que bien en esas emisones de La 2 en horarios extraños, ya sea por la mañana o por la noche, y que nunca conseguí ver una temporada decente del tirón, pero la madre y la hija y el resto personajes que habitaban Stars Hollow tenían un algo especial que me enganchaba siempre que me los encontraba en la tele. Por eso decidí darle una oportunidad a <i>Bunheads (</i>jerga para denominar a las bailarinas de ballet, por los moños que lucen) desde el principio, semana a semana, y el resultado ha sido tan refrescante como tomarse un polo helado.<br />
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Sin miedo a equivocarnos, estamos ante una <b>producción 100% de la Palladino</b>. No hay nada en este estreno estival que no grite quién manda allí, del mismo modo que en <i>The Newsroom</i> está precintada de arriba a abajo con sellos 'Propiedad de Aaron Sorkin'. Los diálogos a lo 'screwball comedy', las interminables referencias a la cultura pop, el pueblo plagado de vecinos harto peculiares, y el protagonismo de los personajes femeninos (especialmente de la treintañera en crisis): la showrunner sigue plasmando todo esto en <i>Bunheads</i>.<br />
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Poco satisfecha con los derroteros que ha tomado su vida como 'showgirl' en Las Vegas, de vuelta de todo, y sin raíces, la sarcástica Michelle Simms (Sutton Foster) se casa porque sí con uno de sus dedicados admiradores, Hubbell Flowers, con tan mala suerte que el recién estrenado marido muere en un accidente de tráfico, dejándole como herencia una casona, bastante dinero y... a Fanny (Kelly Bishop aka Emily Gilmore), la extravagante suegra que regenta un <b>estudio de ballet</b>, la pasión abandonada de Michelle.<br />
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La serie juega con el viejo recurso del pez fuera del agua, con desmontar las expectativas y prejucios del protagonista/forastero y de las personas que lo conocen, y cómo acaban aprendiendo unos de otros. El pueblo californiano, Paradise, es tan paradisíaco que nunca ocurre nada, lo cual es el equivalente al infierno para Michelle, mientras los choques de personalidad con Fanny y con el resto de los vecinos tampoco ayudan. No es una premisa que no hayamos visto antes, pero siempre es entretenido ver cómo se le van rompiendo los esquemas a los personajes uno a uno, y más si el plan incluye <b>'one-liners' lapidarios</b> que le restan azúcar al asunto. Porque <i>Bunheads, </i>por espíritu, estética, y por el canal en el que se emite<i>, </i> bien podría ser otro de esos productos mullidos que malrellenan el género familiar, aunque tiene ese<b> </b>punto necesario de mala leche que sorprenderá a aquellos que se acercan a la serie pensando en que acabarán expulsando arcoiris por la boca en la primera escena con tanto tutú, o espantados con tantas cosas de mujeres (no nos engañemos, la serie tiene un<b> público muy bien definido</b>).<br />
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<iframe allowfullscreen="allowfullscreen" frameborder="0" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/dWsKppyAsAs" width="640"></iframe><br />
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Ejemplo de cabecera chunga...<br />
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Tan patente como predecible es el vínculo de mentora a su pesar que Michelle va formando poco a poco con cuatro estudiantes de la escuela: Boo (la rellenita insegura), Shasha (la rebelde con talento), Ginny (la romántica e inocente) y Melanie (la cínica), cada una con un carácter y rol bien diferenciado. De todas ellas, es Shasha la que más desarrollo ha tenido hasta ahora por venir a ser un reflejo de lo que Michelle era a los dieciséis años, como se empieza a apreciar en los últimos cuatro capítulos de los diez que la serie ha emitido antes de irse de<b> parón</b> hasta que llegue el invierno. <br />
<br />
Es justo en estos episodios en los que la ficción consigue<b> elevarse sobre sus puntas</b> hasta alcanzar el equilibrio y tono que le faltaban en los primeros compases. No quedaba del todo claro hacia dónde iba la historia, o de si la serie tendría siquiera una trama más o menos continuada, o todo consistiría en una colección de escenas ligeras con unas coreografías de ballet bien montadas y unos estupendos números musicales en los que Sutton Foster demuestra sus credenciales de actriz curtida sobre las tablas de Broadway. Tampoco le hacían ningun favor las comparaciones con el gran éxito de su responsable (<a href="http://www.hollywoodreporter.com/live-feed/amy-sherman-palladino-shonda-rhimes-bunheads-338681">polémicas raciales</a> con Shonda Rhimes, aparte), pero <i>Bunheads</i> ha sabido encontrar su hueco aunque las audiencias no hayan sido<b> muy acogedoras</b> como para garantizarle la renovación directa para una segunda temporada. De momento, habrá que conformarse con los ocho o nueve episodios adicionales a los que ha dado luz verde la ABC Family.Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-36631329021103186382012-07-23T21:38:00.002+02:002012-07-23T22:07:48.448+02:00Once Upon a Time... el libro se abre<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSz2UX9WNRBFhm5ahjsZw2G3JFL0IlhmGDcVEeCBpwJqzZoK2JAVx7LzjrK2IC1R1A0r6pwS1u5rgSyuFYMaTzWPRVhcca-ozG8-Rrxd5XZ0juhiPe18q6sNtfYoParR95kfwGrfHfrC4b/s1600/7418.Boys-12.jpg-500x0.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSz2UX9WNRBFhm5ahjsZw2G3JFL0IlhmGDcVEeCBpwJqzZoK2JAVx7LzjrK2IC1R1A0r6pwS1u5rgSyuFYMaTzWPRVhcca-ozG8-Rrxd5XZ0juhiPe18q6sNtfYoParR95kfwGrfHfrC4b/s320/7418.Boys-12.jpg-500x0.jpg" width="284" /></a></div>
<i>Si lees esta entrada sin haber visto la season finale de Once Upon a Time no habrá final feliz para nadie. </i><br />
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Sigo sacando lustre a mis impresiones acerca de algunas de las ficciones que se han ido de vacaciones estivales. Ya avisé en el último post que a <i>Once Upon a Time</i> no iba a confinarla a unos cuantos párrafos de tapadillo. La serie de Kitsis y Horowitz ya demostró en sus primeros compases que era <a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/2011/11/recordar-los-cuentos.html">especial</a>, y así nos lo han ido demostrando a lo largo de una temporada de debut en la ABC que ha acabado como acaban los cuentos... O casi. No hay que olvidarse que la serie ha sido <b>renovada para una segunda entrega</b> y hay que dejar cabos sueltos de una forma u otra.<br />
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Emma ha dado el beso de la vida a su hijo, Henry, y con ello ha despertado a todo el pueblo de la amnesia al que la había confinado Regina La Reina Malvada. Costó 22 capítulos llegar a ese momento, y que el personaje creyera en las historietas de su solitario hijo, pero, como en todo <b>viaje del héroe</b>, éste tiene que tener un punto de inflexión, y
parece que Emma está ya ahí. La maldición está rota; la magia y el paso del tiempo ha vuelto a los hogares de los habitantes de Storybrooke, pero sólo ha sido eso. No se ha producido esa vuelta a la dimensión fantástica que Henry esperaba, así que los personajes siguen atrapados como el Sombrerero Loco en el País de las Maravillas que retrata la serie... Con sus recuerdos intactos en un lugar que le es familiar, pero que todavía no termina de ser el suyo. <br />
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La season finale sugiere que los efectos secundarios del humo morado, es decir, de la magia que invade el pueblo, ocuparán gran parte del arco argumental de la próxima temporada. Cómo se readaptan sus habitantes y, sobre todo, qué deciden hacer ciertos personajes con la memoria y poderes recién recuperados. En este sentido, el último capítulo también ha terminado de perfilar a <span class="st">Rumpelstilskin/</span>Mr. Gold<span class="st"> como la gran amenaza a batir, por encima de una Regina que durante toda la temporada se ha ido acomodando como la <b>'villana señuelo'</b>, un personaje cuya maldad resultaba más forzada (o forzosa) que real. Si bien tanto ella como Gold tienen motivos de peso para actuar de la manera que todos sabemos, al final es el duende quién está consumido por el ansia de poder, mientras que La Reina Malvada concentra todo su odio en todo lo que tenga que ver con Blancanieves/Mary Margaret y su estirpe.</span><br />
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<span class="st">Uno de los grandes aciertos de la serie es la capacidad con la que el equipo de guionistas (entre las que se encuentra una ex 'galáctica' como <a href="http://twitter.com/JaneEspenson">Jane Espenson</a>) toma los mitos y los renueva sin terminar de perder el contacto con el canon con el que han pasado a formar parte del imaginario colectivo. En <i>Once Upon a Time, </i>cada episodio trata de contar el 'quién soy' y 'de dónde vengo' de varios personajes, indagando en sus pasados, lo que ha dado un margen suficiente para presentar propuestas distintas que enganchen al espectador más cínico. Algunas veces, como en el caso de Regina,<b> el resultado da más risa</b> que otra cosa: ver a una mujer echando bilis por la boca contra una niña de ¿ocho años? es poco verosímil hasta para una ficción de estos estándares (y más cuando la actriz infantil parece un clon terrorífico de Ginnifer Goodwin). Pero ejemplos como la historia del propio </span><span class="st">Rumpelstilskin, con ecos de <i>La Bella y la Bestia</i>; el porqué de la capa roja de Caperucita y la mala leche del enano Gruñón; o la vida de Pinocho dan una idea del encanto de la serie como producto para todos los públicos.</span><br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/osq8wpz5l2A?feature=player_embedded" width="640"></iframe><br />
<span class="st"><br /></span><br />
<span class="st">Quizá <i>Once Upon a Time</i> ha <b>pecado de repetitiva</b> en muchos de los conflictos que ha planteado. Esas riñas entre Regina y Emma en cada esquina del pueblo parecían escritas con papel cebolla, y toda la subtrama de adulterio de Encantador/David y Mary Margaret en Storybrooke era de lo más anodino, sobre todo, comparado con lo interesante de su dinámica en el mundo de fantasía, donde sí, los personajes viven en una burbuja de ingenuidad a los ojos modernos, pero muestran un poco más de sangre en las venas y personifican muy bien el carácter optimista y esperanzador de la serie.</span><br />
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<span class="st">Volviendo a Emma, quedará por ver cómo se va desarrollando la relación con sus padres biológicos, si sigue sin asumir ese aspecto ahora que todas las cartas están sobre la mesa; y ver cómo reaccionan Encantador y Blancanieves, por su parte. Durante la temporada se ha ido fomentando esa<b> conexión madre e hija</b> entre Emma y Blancanieves, sin que sean conscientes de ello, por lo que va a ser cuánto menos divertido asistir a la reunión familiar... Sobre todo, ahora que se habla de la aparición de cierto <a href="http://www.tvguide.com/news/comic-con-once-upon-a-time-spoilers-season2-1049984.aspx">miembro</a>, entre otras jugosas incorporaciones y adelantos.</span><br />
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<span class="st">El humo morado ha abierto un nuevo cuento que leer en Storybrooke...</span>Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-7664917890347799732012-07-14T17:50:00.001+02:002012-07-14T17:50:12.365+02:00Aprovechando el pan duro...<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9ecoIIoU98w5WZruW_Dmst-I0RuJ1uLjWwdzkSOfsWQhZl6y88EzVwfyh5oWSHm4gjwL_lEIW6eX8yjokIeHXFnpYdwSoHPkEG95K64I7bN9k8cXHVJclhLaN6B9l49FQFaYNdQgPngjv/s1600/GREYS-ANATOMY-Put-Me-in-Coach-Season-8-Episode-7-10-550x367.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9ecoIIoU98w5WZruW_Dmst-I0RuJ1uLjWwdzkSOfsWQhZl6y88EzVwfyh5oWSHm4gjwL_lEIW6eX8yjokIeHXFnpYdwSoHPkEG95K64I7bN9k8cXHVJclhLaN6B9l49FQFaYNdQgPngjv/s320/GREYS-ANATOMY-Put-Me-in-Coach-Season-8-Episode-7-10-550x367.jpg" width="320" /></a><i>¿De verdad os da cosa leer spoilers sobre Grey's Anatomy y The Secret Circle? </i><br />
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Vamos a aplicar nuestra política de recortes y eficiencia particular haciendo un 2x1 con la entrada de hoy. Pero, tranquilos, que no pretendo obligar a series como <i>Fringe</i> o a <i>Once Upon a Time</i> a compartir espacio (espero pronto dedicarle sendos posts decentes a ambas), sino que aprovecho para juntar las migajas de<i> </i>la octava temporada de <i>Grey's Anatomy</i> con las de la cancelada <i>The Secret Circle</i>. Como véis, hay que sacarle partido a las sobras del año televisivo. <br />
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En otros tiempos (es decir, el año pasado), habría dedicado bastantes líneas a desmenuzar las andanzas de los médicos del Seattle Grace-Mercy West Hospital, pero esta vez Shonda Rhimes apenas me ha dado razones para ello. Unos de mis trucos cuando me toca escribir sobre <i>Grey's Anatomy </i>consiste en conservar la series finale de la temporada anterior, más que nada por el riesgo a olvidarme de en qué estado empiezan los personajes la nueva temporada. Claro está, esto no ocurre cuando la Rhimes se marca una finale efectista tipo tiroteo, pero el de la séptima fue tan tibio que tuve que recurrir a mis archivos. Bueno, tibio para quien no considere escandaloso que Meredith se haya escapado llevándose la bebé Zola, después de que Derek descubriera el chanchullo que su mujer post-it le hizo a la esposa del Chief para que entrara en el ensayo clínico contra el Alzheimer. Lo que parecía que iba a dar bastante juego en la octava entrega, se resuelve de forma <b>un tanto rápida</b>, con Derek perdonando a Meredith, y los servicios sociales aceptando a la súperpareja como padres adoptivos de Zola. Ahí muere el drama de los personajes de Ellen Pompeo y Patrick Dempsey, que poco han tenido que hacer en los 22 episodios. No sé si hubiera aguantado otros conflicto duradero entre Mer y Der tras años de tiras y aflojas; funcionan mucho mejor cuando están tranquilos, pero da la sensación de que se podría haber hecho algo más.<br />
<br />
De todas formas, en Shondaland siempre debe haber alguien que pringue, y ahí está Christina para fichar. Su problemas matrimoniales con Owen son una apendicitis seriéfila que lleva dando la vara desde la temporada anterior, así que no sorprende que el asunto haya derivado en una peritonitis que
casi me quita las ganas de seguir con la serie. Owen es un personaje que
hay que digerir en pocas dosis y Yang parece una sombra de lo que fue.
Los guionistas les han dado demasiado tute teniendo en cuenta que otros
personajes, como Lexie, habían adquirido un <b>aspecto fantasmagórico</b> sin motivo alguno (aunque en la finale ya completa la transición a espíritu). No llegan a los extremos de ninguneo de la pequeña Grey pero Avery, April, Alex Arizona (cuanto nombre con 'A'), Callie, Bailey, el Chief y Teddy (otra la de las bajas de la serie) se han movido con bastante carta blanca. <br />
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En general, todo se podría resumir en 'no pasa nada' y un episodio 'What If' de relleno hasta llegar a los últimos cuatro capítulos donde Shonda y sus secuaces deciden apresurarse hacer todo lo que no hicieron en los episodios anteriores. En primer lugar, está la comedia con el tema de los exámenes para conseguir la residencia definitiva y, en segundo, y buscando superar todas las expectativas, se encuentra el accidente de avión en medio del bosque. Un <b>pseudohomenaje patillero</b> a <i>Lost</i>, que demerece los grandes finales de <i>Grey's</i>. Quitando lo anticlimática que resulta la muerte de Lexie, sólo sirve para poner en suspenso el futuro de Arizona y Mark, ya que Jessica Capshaw y Eric Dane están negociando contrato, si bien <a href="http://www.sensacine.com/noticias/series/noticia-18507072/">noticias recientes</a> podrían sugerir que están más fuera que dentro.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU2vUir1UtAkFuuy-FGQyUR9GWYO2_D53q40xfIsA2AhxpNFOaNymgr-aXFd5-gS5VJoix1Naw61M2AFKk3OU2Ro9xrilaeADY3gR7YRsvgVK_kE4bbEaTpOAzL3iLFmT9StWEac__aBtC/s1600/review-3216-the-secret-circle-111-fire-and-ic-L-ipAhP3.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU2vUir1UtAkFuuy-FGQyUR9GWYO2_D53q40xfIsA2AhxpNFOaNymgr-aXFd5-gS5VJoix1Naw61M2AFKk3OU2Ro9xrilaeADY3gR7YRsvgVK_kE4bbEaTpOAzL3iLFmT9StWEac__aBtC/s320/review-3216-the-secret-circle-111-fire-and-ic-L-ipAhP3.jpeg" width="320" /></a></div>
Pese a todo, voy a seguir con la serie (muchos años, son muchos años), cosa que no haría con <i>The Secret Circle</i> ni aunque estuviera renovada. Los adolescentes brujos de Chance Harbor<b> no terminaron de desplegar toda la mala leche</b> que se les pedía, y los responsables de la serie tampoco exprimieron más al personaje más indicado para meter cizaña: Faye. La ficción insistía en tomarse demasiado en serio el romance entre el Señor de las Cejas aka Adam y Cassie, la protagonista, descuidando otros miembros del círculo con más potencial como Diana o Melissa. <br />
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La muerte de Nick puso en escena a su hermano, Jake (Chris Zylka, <i>The Amazing Spider-man</i>), pero la nueva incorporación también cayó en papel mojado para ser arrastrada a un insulso amago de cuadrángulo con la pareja soporífera y Faye. Y eso que el personaje tenía su miga porque era un brujo con un problema de autoodio bastante importante que le había llevado a trabajar para los mismos cazadores que mataron a sus padres... En realidad, el universo de la serie y sus personajes<b> daban para mucho más</b> dentro de los estándares de The CW, que suelen ser bastante laxos, de ahí el fiasco del conjunto. Al mismo tiempo y, aunque en el original literario sea así, el hecho de que la magia sólo surgiera cuando estaban los seis en amor y compañía le restaba espectacularidad a la serie. Un producto de género debe <b>hacer justicia a su apellido.</b><br />
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Aquí también los guionistas se pusieron las pilas demasiado tarde, y presentaron al maligno padre de Cassie, John Blackwell (interpretado por un resucitado Joe Lando, el Sully de <i>La Doctora Quinn</i>), que básicamente fue el inseminador de todos los círculos el pueblo y de más allá. Con el barco ya hundido tuvieron la desfachatez de cerrar el volumen con un 'cliffhanger' de libro que prometía al menos una segunda temporada más entretenida para aquellos que sí estaban dispuestos a continuar con la serie.Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-23945632056010530932012-07-05T20:44:00.002+02:002012-07-06T00:25:00.386+02:00Jackie entra en 'rehab'...<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizZ6wzEwOms44Nd4lyWyTt0_L34OZwCg-pPvRw03PsRSvl6kJilOs8lb6ljL5an73irobt5wLhsoRSqfHGJ05aYtYQNEjLMUe_5LHjC_hI8kkil7_hUYPazRVwiyvlCCoxp-FNTP8CTWLL/s1600/nurse-jackie-season-four-promo-pic_500x407.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizZ6wzEwOms44Nd4lyWyTt0_L34OZwCg-pPvRw03PsRSvl6kJilOs8lb6ljL5an73irobt5wLhsoRSqfHGJ05aYtYQNEjLMUe_5LHjC_hI8kkil7_hUYPazRVwiyvlCCoxp-FNTP8CTWLL/s320/nurse-jackie-season-four-promo-pic_500x407.jpg" width="320" /></a></div>
... y vuelve hecha un pincel.<br />
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Pocas series tienen el pulso para remontar el vuelo cuando han alcanzado una cierta madurez, momento en el que todo empiezar a descender de forma más o menos constante hasta llegar al final. Si ésas ya son' raras avis' dignas de asombro, luego están aquellas ficciones que alcanzan la categoría de ave mitológica. Como <i>Nurse Jackie</i>, que, calcinada por obra y gracia de una tercera temporada <a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/2011/07/una-comedia-y-la-nada.html">desastrosa</a>, no sólo ha surgido de sus cenizas, sino que ha regalado la <b>mejor entrega</b> de todas las que se han emitido. Vaya forma de despedirse la que han tenido Liz Brixius y Linda Wallem de su tarea de showrunners, a lo grande y haciendo realidad esa evolución que nuestra protagonista exigía a gritos desde aquel <a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/2010/07/como-dijo-maradona.html">"Blow me"</a>.<br />
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Fui a por este cuarto volumen de <i>Nurse Jackie</i> como quien va a probar el agua de la bañera. Dije por activa y por pasiva que no retomaría la serie a menos que oyera que las cosas habían cambiado y, por eso, me dediqué a acumular episodios porque inercia. Al final, me animé y, en dos días, los diez capítulos (las series del cable parace que también pasan por recortes) ya no existían. Así de placentero fue el viaje, aunque reconozco que creí que el personaje interpretado con tanto tino por Edie Falco iba a hacer un House y deshacerse de todas sus buenas intenciones en los primeros compases del curso, pero no.<br />
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Jackie ha seguido siendo Jackie. Se ha cabreado consigo misma y con los demás, ha pateado culos en urgencias y se ha pasado las normas por donde sabe la gente, y también ha estado ahí para sus amigos, aunque ahora sin caretas que la protejan, aprendiendo a ser honesta y a dejarse ayudar. No es que el personaje se haya convertido en un osito amoroso de la noche a la mañana, pero ha sido gratificante ver cómo los guiones desarrollaban su <b>lado vulnerable</b>, planteando con realismo dudas constantes acerca de si podrá ganarle la batalla a la adicción, o sucumbir a la mínima. ¿Cómo es posible que la balanza moral se haya decantado tanto del lado de Jackie, hasta el extremo de compadecerla y ponerse de su lado en su desesperación como madre? ¿Por qué chocaba alinearse del todo con Kevin, el marido cornudo y engañado?<br />
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<i>-Who the fuck is in charge of this place?</i><br />
<i>- I am!</i><br />
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Si el año pasado los secundarios estaban para hacer bulto, sin más, esta temporada ha llevado gran parte del peso de la función. Los momentos que han dejado Zooey, Thor, Sam, Coop, O'Hara y Edie con la ayuda especial de una Akalitus destronada y más delirante que nunca han ayudado a definir todo lo que se ha ido desgranando en estos episodios. Jackie ya no está sola, sino que ha acabado por confirmarse como una especie de líder que los congrega a todos ellos. Por primera vez, se ve un <b>auténtico grupo de personajes </b>funcionando como tal en la serie. Aunque eso no habría sido posible sin la aparición de un 'villano' que provoque reacciones y, en este sentido, el doctor Mike Cruz (Bobby Cannavale), el nuevo gestor del All Saints Hospital, es el antiJackie perfecto que amenaza la supervivencia del circo con sus posturas inflexibles y tecnócratas. Otro acierto más que añadir a la lista porque, además de cumplir con su cometido, el personaje demuestra estar por encima de la caricatura.<br />
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<a href="http://www.vayatele.com/ficcion-internacional/nurse-jackie-tendra-quinta-temporada-y-cambios-entre-bambalinas">Renovada</a> para una quinta temporada en medio del subidón, Clyde Phillips (ex jefe de <i>Dexte</i>r, la vaca sagrada de Showtime), tiene ahora la difícil misión de<b> mantener el nivel</b> en donde lo dejan Brixius y Wallem. Sea como sea, <i>Nurse Jackie</i> ha dado un timonazo a mejor cuando, con razón, nadie daba un duro por ella, cuando se la creía perdida en el agujero. Es momento de recuperarla.<br />
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<i>(Sólo falta que cambien esa cabecera tan cutre...)</i>Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-43311462488288688532012-06-26T10:05:00.000+02:002012-09-05T01:03:52.092+02:00Girls perdidas en Nueva York<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgC0h-3xltAXRubMTyhjaKS8nAWxDY7i19ClFOjLjgQFHUSr0-mm1Cpf8o471bhdJM5t7D3xkN8LIaUPSA7Ms_eohsRaFWaYMMOywSu554pRvj1pdm16Ub2cMEviXuaJC2yPXkfSUjL4dz8/s1600/girls_hbo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgC0h-3xltAXRubMTyhjaKS8nAWxDY7i19ClFOjLjgQFHUSr0-mm1Cpf8o471bhdJM5t7D3xkN8LIaUPSA7Ms_eohsRaFWaYMMOywSu554pRvj1pdm16Ub2cMEviXuaJC2yPXkfSUjL4dz8/s320/girls_hbo.jpg" width="320" /></a></div>
Por si todavía queda un resquicio de hipsterismo en <i>Girls</i>, aquí va otra pequeña contribución para que uno de lo estrenos de la HBO de esta primavera se instale en los altares 'mainstream' y no baje de ahí. ¿Queda algún lugar de Internet que no haya dedicado unas líneas a la criatura que Lena Dunham, una neoyorquina de 26 años, dirige, escribe, produce e interpreta? ¿Queda algún sitio que no haya dicho que este portento multitarea tiene al productor Judd Apatow (<i>Freaks and Geeks</i>) como garante de lo que hace? Y lo más importante: ¿queda alguna esquina que no haya mencionado esta información hasta la saciedad? <i>Girls</i> ha dado que hablar. Mucho. Muchísimo. Y con sólo 10 episodios de media hora, que son los que regala su primera temporada.<br />
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Puede que la culpa de todo esto la tenga el acercamiento<b> fresco y descarado</b> a la mente de un grupo de personajes de veintitantos a los que la recesión económica ha dejado sin argumentos en una gran ciudad como Nueva York; la sinvergüenza con la que muestra situaciones de inodoro y de cama; la honestidad con la que se mea en egos y expectativas frustradas... En definitiva, lo que hace especial a la serie es la facilidad para retratar el limbo en el que se ha convertido la veintena para demasiados jóvenes, en una una extensión anormal de la adolescencia a la que prefieren agarrarse, por un lado, por puro terror de ver que el mundo ha dejado de producir los medios suficientes para hacer la transición hacia la edad adulta (esa que sus padres ya habían alcanzado a esa edad) y, por otro, porque no han sido educados para fracasar.<br />
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El día en que los padres de la aspirante a escritora Hannah Hovarth (Lena Dunham) le cortan el grifo se le viene el mundo abajo. Literalmente. Pero en lugar de mostrarnos una fábula a los Erin Brockovich de cómo aprender a sobreponerse a las adversidades, Dunham se recrea en descubrirnos el egoísmo y la 'quejumbrosidad' (si la RAE acepta culamen...) ombliguista y parasitaria del personaje. Sin entrar a juzgar ni compadecer a Hannah en ningún momento, tampoco busca que nos encariñemos de ella, y sin embargo, tampoco podemos dejar de sentirnos identificados. Unos, en directo (como servidora); otros, en diferido. Unos, más; otros, menos. Con Hannah, <b>las 'dramaqueens' televisivas han dejado de ser un arquetipo lejano </b>asociado al lujo y a la belleza para adquirir una capa de realidad que salpica a quien está al otro lado. <br />
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Hannah es de largo el personaje más explorado de las cuatro protagonistas, aunque todas viven en su propio burbuja de miedo e inercia. Jessa (Jemima Kirke), la despreocupada y bohemia -e inglesa, requisito indispensable para ser 'cool' en una serie norteamericana- del grupo, que prefiere huir hacia adelante sin norte alguno; Marnie (Allison Williams), la perfecta insatisfecha; y Shoshanna (Zosia Mamet), la más infantil de las cuatro, pero con una claridad de juicio sorprendente ("Everyone is a dumb whore") entre tanto amor confeso por Carrie Bradshaw y el resto de fabulosas de Nueva York.<br />
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Las referencia meta a <i>Sex and The City</i> del piloto es todo un gag autoconsciente de los parecidos que <i>Girls</i> podría recordar a la audiencia, pero, al mismo tiempo, también sirve como declaración de intenciones de que <b>el lugar común de las cuatro chicas y la Ciudad es una cuestión meramente circunstancial.</b> La propia Dunham y su socia, Jenni Konner, se encargan de demostrarlo en los episodios siguientes introduciendo unas situaciones y unos personajes masculinos que están en las antípodas del clásico de Darren Star, también emitido en la HBO.<br />
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Adam (Adam Driver) tiene, lo que podríamos llamar, una presentación poco ortodoxa, de peor tío entre los tíos, resultado de un aventura desafortunada entre el olor a pies y la sensibilidad de un cable. Desde la perspectiva de Hannah es fácil odiarle y no entender qué puede ver esta chica en 'eso' que, en principio, la trata tan mal. Pero uno de los grandes aciertos de esta temporada de debut es este actorcillo mantenido y la autenticidad que desprende en cada una de sus excentricidades o monólogos extremistas. La relación que Adam desarrolla con Hannah tiene momentos entrañables, escatológicos y dramáticos en los que vemos que quizá sea nuestra protagonista la que necesite un toque de atención, aunque este trama acabe <b>robando tiempo</b> a otras que también valen la pena.<br />
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Si Hannah y Adam van enseñando facetas y defectos a través de su relación, lo mismo ocurre con Charlie y Marnie a menor escala. Aquí la dinámica se ve clara desde el primero momento, con un Charlie calzonazos vícitima de los caprichos de una Marnie más aburrida que las amebas. Como ocurre con Adam, no cuesta odiar a Marnie por comportarse como una niñata pero, al final, y a través de la deriva de su amistad con Hannah (grandísima pelea la del episodio 9) y el choque de caracteres con Jessa, vemos que hay mucho más.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/U3y0TH4MLxg" width="560"></iframe> <br />
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En general y a pesar del <b>reparto de protagonismo desigual</b>, el guión de Dunham se las apaña para dar más de sus personajes, incluyendo a Ray, el tercero de los chicos, un cínico empedernido, al que vemos como contrapunto de la candidez de Shoshanna en las pocas escenas que han compartido juntos. Especialmente destacable es toda su interacción a la carrera en el séptimo capítulo, el 'tour de force' de esta primera entrega que se abre nada menos con un tema tan anti-<a href="http://pitchfork.com/">Pitchfork</a> como el "On the Floor" de J. Lo y Pitbull.<br />
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La banda sonora merece una mención aparte, ya que recoge a la perfección el espíritu desvergonzado de la serie, dando cabida desde divonas como la citada J. Lo, Beyoncé y Britney, petardas como Demi Lovato, hasta representantes de la escena indie como The Vaccines, LCD Soundsystem o MGMT por citar algunos de los más conocidos.<br />
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<i>Girls</i> ha cerrado temporada pisando acusaciones de racismo por falta de diversidad en el reparto (menos mal que <a href="http://jezebel.com/5918391/shonda-rhimes-disappointed-in-lack-of-diversity-on-bunheads">Shonda</a> no apareció por aquí); de pretensiones exacerbadas (que la propia Hannah diga que quiere ser "la voz" de su generación no ayuda, supongo); de fealdad (las carnes de Dunham, las caras de Adam...); de idiotización de las figuras masculinas (hasta James Franco <a href="http://www.huffingtonpost.com/james-franco/girls-hbo-lena-dunham_b_1556078.html">da</a> sus dos céntimos) y, sobre todo, de <a href="http://s3-ec.buzzfed.com/static/enhanced/web05/2012/4/17/13/enhanced-buzz-26285-1334683665-8.jpg">nepotismo</a>, algo que se ha utlizado para descreditar cualquier verosimulitud de lo que cuenta esta ficción.<br />
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Está claro que Lena Dunham ahora mismo no está viéndoselas y deseándoselas para encontrar un trabajo, pero es una veinteañera escribiendo sobre vivencias de veinteañeros hoy en día. Tiene la <b>cercanía emocional</b> que da la edad, un poco como les pasaba a los guionistas adolescentes de <i>Skins</i> en la mejor etapa de la serie. Y eso es suficiente para que el arte encierre alguna que otra verdad.Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-82836389615839819562012-06-12T23:26:00.004+02:002012-06-20T16:42:59.785+02:00El juego de contentar a todo el mundo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVKiOnNE_kopdr3pPF-EKVheHAexddNO1q3zPnkzhx75qxgrOVgsC82XH3MGeXA5HI_jiMBQBZfoUUK-w_DSp_zKTvv0b0RCp3yudZ9KRC5s0RLuosXvcFDZmFHutoIZk3T3UkFymFp1XF/s1600/Game-Of-Thrones-Season-2-CPromo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVKiOnNE_kopdr3pPF-EKVheHAexddNO1q3zPnkzhx75qxgrOVgsC82XH3MGeXA5HI_jiMBQBZfoUUK-w_DSp_zKTvv0b0RCp3yudZ9KRC5s0RLuosXvcFDZmFHutoIZk3T3UkFymFp1XF/s320/Game-Of-Thrones-Season-2-CPromo.jpg" width="216" /></a></div>
<i>Si lees esta entrada sin haber terminado la segunda temporada de Game of Thrones, puede que vayas directo al patíbulo de Ser Ilyn. </i><br />
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Con su segunda entrega recién terminada, <i>Game of Thrones</i> ha venido a confirmar que su empresa en el panorama catódico es equiparable a la de la Khaleesi en los Siete Reinos. Un tarea a contracorriente con lo que se estila estos días en la pequeña pantalla, que no había vuelto a ver tal despliegue de personajes juntos en una misma historia desde el final de <i>Lost</i> (exceptuando fracasos como <i>Flashforward</i> o <i>The Event</i>) y tampoco había presentado tal ambición formal por hacer funcionar un relato literario de origen que, a primera vista, era <b>veneno puro para el formato televisivo</b>. <br />
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<a href="http://gentedigital.es/comunidad/series/2012/06/05/juego-de-tronos-pierde-el-norte/">Nahum</a> comenta que el principal problema de la adaptación de la gigantesca obra de G.R.R. Martin reside en los propios libros, con su complejo esqueleto de tramas paralelas y esa amplia gama de personajes compartiendo niveles similares de protagonismo (la gracia de los capítulos con diferente punto de vista), pero no así el mismo lugar. Y aquí está el gran escollo al que hace frente la serie. La ficción en televisión es un arte que, parcialmente, todavía se rige por las tres unidades dramáticas destacadas por Aristóteles: <b>tiempo, acción y lugar</b>. Y si bien la postura del filósofo griego es un tanto relajada con la última unidad, parece que en televisión es el anclaje que justifica cualquier experimento con las otras dos y lo que garantiza que el espectador conquiste un conocimiento básico de lo que está ocurriendo en la historia. Así, por mantener el ejemplo, el equipo de Lindelof y Cuse ya podían escribir cuantos flashbacks o flashforwards quisieran, o hacer aparecer cuarenta Otros más de debajo de las rocas, o esconder todas las pistas del mundo que, al final, casi todo quisqui seguía bien pegado a la Isla. <br />
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La unidad de lugar, y el resto, saltan en mil pedazos en la saga <i>Canción de Hielo y Fuego</i>, y eso es algo contra lo que poco pueden hacer D.B. Benioff y David Weiss a riesgo de reescribir por completo el universo creado por Martin. Así que creo que es legítimo preguntarse hasta qué punto la fidelidad a las novelas es forzada, y no una decisión asumida por los guionistas (entre los que se encuentra el propio G.R.R.) con tal de no provocar la ira de los fans entregados de los libros, el núcleo duro de los espectadores de la serie. Pero, al mismo tiempo <i>Game of Thrones</i>, está <b>obligada a luchar constantemente contra su naturaleza antitelevisiva</b>, para llegar a ese otro sector de la audiencia, el de los no lectores.<br />
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Durante la primera temporada, se notaba ese esfuerzo por ir poniendo piedras en el camino para no confundir a la platea, pero en esta segunda el rtimo ha sido vertiginoso desde el primer capítulo con un Tyrion Lannister eregido en Mano del Rey Joffrey Baratheon, encantando serpientes (aka su hermana Cersei) y preparando Desembarco del Rey para el ataque del resentido "rey" Stannis Baratheon, mientras el "Rey en el Norte", Robb Stark, se enfrentaba, por un lado, a las tropas de Lord Tywin Lannister (y capturaba a Jamie de paso), y por otro, al pobre desgraciado de Renly Baratheon. Y todo esto mientras Daenerys Targaryen vagaba por Qarht, Jon Nieve era capturado por los salvajes más allá del Muro; Arya y Gendry caían en manos de los hombres de Tywin; y Catelyn se dedicaba a hacer de diplomática. A esta dispersión hay que sumarle la introducción de se iban introduciendo personajes nuevos como el citado Stannis y su mano derecha, Davos el Caballero de la Cebolla; la sacerdotisa Melissandre; Brienne de Tarth; Margaery Tyrell; la salvaje Ygritte...<br />
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Aunque el episodio de la batalla de Aguasnegras ('Blackwater', 2x09) funcionara como un reloj en comparación con el resto de episodios trufados de escenas efímeras aquí y allá, también es cierto que ya no hay una necesidad imperiosa de explicarlo todo. Por ello, en esta segunda temporada, esas escenas se han exprimido al máximo para profundizar en unos personajes cuya fortaleza es suficiente para compensar esos problemas de ritmo y fluidez en el relato. Aunque, claro está, el tratamiento no ha sido igual para todos.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/-Z-a9iEjEM4" width="560"></iframe> <br />
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Todas las críticas están de acuerdo en que no hubo nada de chicha en las peripecias de Jon Nieve más allá del Muro pese a que se potenciaron sus intercambios con Ygritte con respecto a <i>Choque de Reyes</i>, pero tampoco es que haya aportado gran cosa. Algo parecido ocurre con la Khaleesi en Qarth, a la que despojaron de un momento clave en la Casa de los Eternos que, espero, recuperen más adelante (me refiero al contenido de una de las visiones que no sale en la serie). Ambos personajes dan <b>demasiadas vueltas sobre sí mismos</b>, incluso en la propia novela, y sin embargo, resulta curioso como las subtramas delos dos acabaron extendiendo la alfombra con vistas a la tercera temporada. No me voy a extender demasiado con los Lannister de Desembarco del Rey. Allí brillaron con luz propia un Tyrion, una Cersei, y un Joffrey extáticos gracias a las interpretaciones que les imprimieron, respectivamente, Dinklage, Headey y el joven Gleeson.<br />
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De los personajes nuevos quizá la troupe de Stannis sea la más damnificada, especialmente Davos, que ha sufrido unos lógicos recortes al tratarse del personaje con los capítulos con menos acción de todo el segundo tomo. No ha sido ése el caso de Margaery Tyrell, para la que se crearon unas escenas 'ad hoc', que han enriquecido al carácter y lo presentan como una pieza a tener en cuenta (Natalie Dormer nos calló un poco la boca a todos interpretando, otra vez, a una de esas trepas suyas).<br />
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Puede que <i>Game of Thrones</i> padezca de unos problemas crónicos, que, en ocasiones, le impidan alimentar a sus públicos por igual, pero se las arregla para dar unos mínimos agarrándose a las pasiones de unos personajes fascinantes, que, gracias a la televisión, siguen <b>más vivos que nunca.</b>Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-17491381862621079502012-06-02T16:20:00.000+02:002012-06-02T16:20:11.849+02:00"Let it play"<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrvu2IOlAyTMEkAd6onvNzMyR0h9Vo5xpenCfJqN66KI0nKzOcphsW_xVB27pJcuozNQFBeldqRmZWqMB3oKsYC-d2GdWTP7aBfWpW5-WVkkeERTVAS8cTJ4RLOjSZj5nTUG9NSBvv6t8Q/s1600/Reckoning_Nolan-Amanda.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrvu2IOlAyTMEkAd6onvNzMyR0h9Vo5xpenCfJqN66KI0nKzOcphsW_xVB27pJcuozNQFBeldqRmZWqMB3oKsYC-d2GdWTP7aBfWpW5-WVkkeERTVAS8cTJ4RLOjSZj5nTUG9NSBvv6t8Q/s400/Reckoning_Nolan-Amanda.jpg" width="400" /></a></div>
<i>No sigas leyendo si no quieres llevarte una patada spoilerosa de Emanda por no haber visto la season finale de Revenge. </i><br />
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Este mayo ha sido un mes malísimo para este blog. Con la avalancha de season finales, sólo pude compartir bien mis impresiones sobre <i><a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/2012/05/es-complicado.html">The Good Wife</a>,</i> y la gente que me sigue en Twitter sabe bien que he estado spameando el timeline con opiniones sobre los últimos episodios de gran parte de las series que sigo. Ha habido lugar para emociones de lo más variopintas: indiferencia, indignación, rabia, enternecimiento y euforia. Hoy me voy a dedicar a recrearme en ésta última... y en <i>Revenge</i>. La serie debutante de la ABC se ha llevado gran parte de los tweets histéricos, puñetazos al cojín y 'madre mía, madre mía' con el capítulo que cierra una primera temporada que, si estuviéramos en una discoteca, sería el equivalente a pasarse muchas de esas 22 noches sobre la tarima dándolo todo. Era de justicia que la serie de Mike Kelley se saltara la lista de espera de entradas. Eso, o me arriesgaba a sufrir los juegos mentales de su Emanda que, en estos momentos, está más metida en el juego que nunca. Ella suelta "Let it play" donde The Beatles decían "Let it be".<br />
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Después del clímax alcanzado en 'Chaos' (1x15), <b>punto de inflexión</b> de esta entrega en el que se descubrió la identidad del asesinado en la playa durante la fiesta de compromiso, tocaba ver las consecuencias de tan trágico acontecimiento. Ya se veía que el peso del drama se iba a trasladar de Emily/Amanda/Emanda a Victoria, un movimiento muy lógico, teniendo en cuenta que la Reina de los Hamptons es una institución clave en la narrativa de la serie, y que Madeleine Stowe había demostrado que es posible sacarle partido al bótox para ofrecer una actuación que todo el mundo adore. Victoria Grayson se ha erigido, por tanto, en la figura central de las últimas semanas.<br />
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Hemos visto cómo Victoria volvía a sus raíces de los bajos fondos como la arribista Victoria Harper, regalándonos unas escenas de lo más gratuitas con ese antiguo amor interpretado por James Purefoy; cómo contrataba a matones para que le hagan la vida imposible a su hijo entre rejas con tal de sacarlo de la cárcel; cómo iba tejiendo con todas sus fuerzas su propia venganza para entregar a su inmimente ex marido, Conrad, a la justicia, primero por el atentado del avión, y segundo y más importante, por ordenar el asesinato de su amado David Clarke. La Grayson, sin duda, fue lo mejor de unos episodios de 'relleno' en los que confirmamos que su alma no estaba muy lejos de la de Emanda, que para ella sus hijos son motivo suficiente para que el fin justifique los medios y que le mueve una necesidad imperiosa por <b>redimirse</b> de sus errores del pasado, los mismos que la ponen en el centro del odio de la hija de David.<br />
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<i>Revenge</i> bajó la velocidad de su locomotora, bastante influenciada
por una urgencia de reorganizar las tramas con vistas a crear, por un
lado, un desafío mucho mayor y de largo recorrido para Emanda (es
decir, para la serie) y, por otro, ir añadiendo capas a ciertos
personajes que, hasta ahora, no habían tenido mucho empaque. Esto es lo
que pasa, por poner un ejemplo claro, con Daniel, el prometido-pegote de
Emily, que no es consciente del hecho de que acabar sucumbiendo al
cáncer del apellido Grayson, y que ocultar la verdad son motivos de
tachadura directa con rotulador rojo. La decepción de Emanda desemboca
en la ruptura del compromiso en la season finale y en el olvido de
cualquier compasión por parte de la rubia que, como se ve en 'Legacy'
(1x20, capítulo que tiene el mérito de alternar dos flashbaks personales
de forma magistral y de servir de catálogo de<b> pelucas de medio pelo</b>), ha vivido su propio <i>Batman Begins</i>
desde esa actitud de niñata nueva rica y perdida a lo Lindsay Lohan,
víctima de la negación de su pasado, hasta convertirse en el
soldado que todos conocemos. <br />
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<i> Me tenían que haber cogido a mí para hacer de Conan el Bárbaro.</i></div>
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El personaje de Emily VanCamp, como el propio espectador en esos capítulos de transición, ha tenido dudas acerca de su cometido, pero sólo hacía falta que se le apretasen un poco más las tuercas. La revelación de que su padre no había muerto en la cárcel sino que había sido asesinado por un hombre de pelo blanco enviado por Conrad renueva la ira de la protagonista y nos introduce en algo muy oscuro que va má allá de las inmediaciones de la mansión Grayson y la cabeza de turco de David Clarke. Algo que no había calculado Emanda en su plan maestro y que se resume en una organización terrorista de cuyas ramificaciones, me temo, no sabemos ni la décima parte todavía.<br />
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<b>Una finale explosiva...</b><br />
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La figura del albino ha venido a echar mucha más salsa de la esperada, porque no sólo se cargó a Clarke, sino que también se las ingenia para secuestrar a Nolan por haber fisgado en su casa, encontrándose con una sorpresa que ni el mismo se esperaba: que la mismísima Amanda Clarke lo iba a buscar al infierno para matarlo. Así se abría esa <b>oda al culebrón</b> llamada 'Reckoning' (1x22), broche perfecto a una temporada trepidante, y en el que se encapsulan todos los elementos obligatorios de un género que, gracias al doble infinito de Emanda ha vuelto a la gloria del 'prime time'.<br />
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El capítulo enciende mecha desde el minuto uno, con una Emanda desplegando todas las artes aprendidas de su sensei para salvar a Nolan, pero incapaz, como bien remarca <a href="http://a-ficciones.blogspot.com.es/2012/05/revenge-1x22-los-caminos-de-la-vendetta.html#more">Bvalvarez</a> en su recap, de rematar la faena con el albino. La memoria de su padre es lo que convierte a Emanda en un ángel de la venganza pero, al mismo tiempo, es lo que evita que se convierta en una máquina. Ni el amor por el pánfilo de Jack (al que consoló por la muerte del perro Sammy), ni Nolan: es su padre la que la mantiene en tierra. El relato, a partir de entonces decide jugar con Emanda, dándole una idea de que el fin de su tarea está cerca, mientras que al espectador no deja de darle pistas de que nanay de la china. Lo mejor es que la cadena de desgracias va in crescendo.<br />
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Primero, por ese inesperado e <b>hilarante giro de los acontecimientos</b>, con el regreso de FakeAmanda embarazada de Jack justo cuando Emanda le iba a confesar todo, sus sentimientos y su doble vida, al tabernero. Una no deja de pensar que por nada del mundo ese nonato fue concebido por Jack, sino que podría responder a una estrategema de Takeda (que se había llevado a FakeAmanda lejos el día del asesinato) para alejar a su pupila de distracciones mundanas que tengan que ver con pringados de la vida. El japonés tiene que volver tarde o temprano.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/dfRej2jfvg0" width="560"></iframe> <br />
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En segundo lugar, una acción tiene sus consecuencias, y la misericordia de Emanda con el albino se paga cara y de qué forma. El personaje parece tener su agenda oculta con los Grayson porque no le desvela a Conrad que su ex futura nuera es la hija de Clarke, pero colabora con éste para sabotear el avión en el que se embarca una Victoria exultante dispuesta a testificar contra su marido, pruebas en mano, y muy satisfecha de sí misma tras enseñar a su ex nuera la valía de un regalo vacío. El <i>Seven Devils</i> de Florence and The Machine le sientan como un guante a una secuencia en la que vemos cómo la Reina se acerca a la escalerilla del avión y el resultado fatal que se produce, quizá no para ella, porque es impensable que se deshagan de uno de los <b>personajes revelación</b> de esta temporada, sino para su hija Charlotte, que decide darle un último meneo a las pastillas tras creer que su madre ha muerto calcinada.<br />
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La canción también destaca el brote de esas semillas de oscuridad que se venían sembrando en algunos personajes desde el regreso de la serie después de su hiato primaveral. Sabíamos que Ahsley era una trepa, pero ahora parece que no va a dejar de perder la oportunidad de darle alegría a un Daniel rabioso, y Declan es probable que se sienta culpable por haber dado esquinazo a la joven de los Grayson, que antes de la ingesta de pastillas, había demostrado que era digna hija del perrerío de su madre. La sombra de la culpa puede que tampoco abandone a Conrad, puesto puede haber perdido lo único que le hacia feliz en esa casa a cambio de haberse librado de la justicia. O eso es lo que él cree.<br />
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<b>... ¿y la sombra de <i>Alias</i>? </b><br />
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Cuando el guión no da tregua no la da. Nolan, en su papel de escudero de Emanda, siempre está ahí para limpiar desastre y darle un momento de respiro cuando le empiezan a pesar diez de dura preparación para nada. El rubio <a href="http://www.bytheway.tv/2012/05/30/el-estilo-de-nolan-ross/">de pasarela</a> ha hecho copias de las pruebas, nuestra protagonista ve un poco la luz y, aquí viene el tercer golpe emocional para Amanda Clarke, el que pone la puntilla a la temporada. Dado que <b>el silencio y la ausencia a veces dicen más de un personaje que lo contrario</b>, como en <i>Rebeca</i>, la revelación de que la madre de que su madre está viva no cogió demasiado por sorpresa. A lo largo de la finale se nos habían dado pistas con flashbacks de la pequeña Amanda haciendo preguntas incómodas a su padre. Pero, ¿quién es ésta mujer? ¿Es buena? Por la reacción de David, parece que no lo es tanto... Sin ánimo, de arruinar la serie, es imposible no pensar en <i>Alias</i> y en sus diatribas entre el Bien y el Mal dentro de la propia familia, lo que unido al universo de puñaladas traperas de <i>Revenge</i> puede derivar en una central nuclear apunto de hacer 'boom'. Quién sabe, a lo mejor Sydney Bristow y Amanda Clarke comparten más que un gusto por las pelucas y las artes marciales.<br />
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En cualquier caso, el hecho de que Kelley esté buscando a una actriz de renombre para hacerle compañía a Stowe indica que la señora Clarke no va a ser una hermanita de la caridad. Por el bien del culebrón no puede serlo. Ya sea una megalómana o una desquiciada internada en un centro, un género tan infernal como ése debe seguir ardiendo ahora que ha encontrado la <b>llama perfecta.</b>Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-71329256852325125922012-05-17T10:15:00.000+02:002012-06-02T15:53:05.635+02:00Es complicado<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLa6UiZzSGYEeO6tu3DZifH-MvvDIytPEBtVd5rJBcnijmERow-Qd5jgsDGwZM3rlQXYLbIGdmhsBVV0Ixgml9AUkcxCc2nzgXTzIMayLlTIJUwVmqWRetFizgZ6iyRACCIpZCELmd-0J5/s1600/goodwife_s3.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLa6UiZzSGYEeO6tu3DZifH-MvvDIytPEBtVd5rJBcnijmERow-Qd5jgsDGwZM3rlQXYLbIGdmhsBVV0Ixgml9AUkcxCc2nzgXTzIMayLlTIJUwVmqWRetFizgZ6iyRACCIpZCELmd-0J5/s320/goodwife_s3.jpeg" width="320" /></a></div>
<i>LETRA (NO TAN) PEQUEÑA: Spoilers de la tercera temporada de The Good Wife. </i><br />
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Allá por <a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/2011/12/la-esposa-sigue-viva-y-rabiosa.html">diciembre</a> ya dije que la tercera temporada de <i>The Good Wife</i> no había perdido un ápice de esa garra con la que, a veces, nos llegó a malacostumbrar en su segunda etapa. Es fácil que lo venga después decepcione cuando se ha llegado a un clímax tan potente como éste. Conociendo a Alicia Florrick todo lo que vino después del 'ascensorazo' no iba a ser un paseo de mujer liberada como los que se pegaba Carrie en la Quinta Avenida por mucho que luego se viera a la abogada haciendo cosas Will cuando nadie miraba, en <a href="http://www.youtube.com/watch?v=fMg71Zilvm4">una</a> de esas escenas en las que dos caras y cuatro palabras bien situadas irradian más alertas de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/NSFW">NSFW</a> que cualquier revolcón obvio de la Bradshaw y sus amigas o, ya puestos, de cualquiera de las series de la HBO.<br />
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Si a lo largo de los dos primeros años, Florrick aprendió a deshacerse de sus ataduras tanto en lo personal como en lo profesional, este año ha sido el de los escrúpulos y las dudas. Pero a consecuencia del miedo que podía llegar a tener la Alicia apocada de los primeros episodios, sino de la responsabilidad, y de saberse detentora de cierto poder que, sin brújula, podría llevarla a la deriva. Todo en Alicia han sido un paso adelante y dos atrás, todo fruto de su prudencia y de intentar reconciliarse con un pasado que ha redescubierto como una etapa feliz y plena de su vida a pesar de la traición de su marido. Las subtramas de la recompra de la casa familiar, con las manipulaciones de la suegra Jackie, y la campaña política de Peter, con esa necesidad de aparentar unión de cara a los medios, han servido para desarrollar este conflicto de la protagonista, que se ha despedido de nosotros delante de <b>una puerta</b> a la que parecía poco probable que se acercara al inicio de esta entrega de 22 episodios. Sobre todo, porque este movimiento recuerda a una vuelta a la primera base que, en realidad, sabemos que no es tal. Puede que ella haya cruzado esa puerta de nuevo, pero <b>no es la misma mujer</b> que salió de esa casa con el camión de la mudanza detrás. O, al menos, así se ha encargado el matrimonio King de recordárnoslo capítulo tras capítulo con el día a día de Alicia en Lockhart & Gardner.<br />
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Caso a caso se nos ha ido mostrando el ascenso de Alicia en una escala corporativa en la que ha encontrado en Diane su principal valedora y, no tanto, en un Will perseguido por las negligencias cometias años atrás. También hemos podido asistir a su revalorización como abogada, con un Louis Canning que no duda en ofrecerle subidas de sueldo para que se vaya con él y, de paso, poner a prueba su lealtad y sus ambiciones. Que no es que Alicia no las tenga, sino que si por algo destaca este personaje es que siempre las pone al servicio de aquellos a los que le debe fidelidad última: sus hijos. Así, no duda en exponerse y presionar a Diane para que le aumente la nómina y no tener problema en pagar la susodicha casa. Es decir, llegado el momento, no le importa apretarle las tuercas a quienes le hicieron el favor de darle un trabajo cuando se separó.<br />
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<i>- I'm stopping you.</i><br />
<i>- I'm not really sure hou you'll do that.</i><br />
<i>- I'm a lawyer. Watch me.</i><br />
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Durante toda esta temporada, Alicia ha empezado a navegar en serio en el mismo y peligroso mar de <b>grises</b> en el que tanto Peter como Will y el mayoría de los personajes de <i>The Good Wife</i> intentan mantenerse a flote tras haber naufragado varias veces en el pasado. El descubrimiento del secreto de Kalinda le terminó de abrir los ojos y aprendió a desconfiar de su entorno y a endurecer su postura en bastantes ocasiones, a veces con razón, a veces sin ella. En 2009 hubiera sido imposible ver a una Florrick que se enfrenta de forma tan directa a un 'attention whore' corrupto y maquiavélico como Mike Kresteva (uno de los grandes recurrentes de este este año, interpretado por Matthew Perry recién resucitado del Hades televisivo) cuando quiere aprovecharse de ella y su vínculo con Peter para provocar su (segunda) caída en desgracia, por ejemplo. Pero, al mismo tiempo, hace tres años, también hubiera sido poco probable ver a una 'bitch' celosa de su rincón cuando percibe que una novata como Caitlin (Anna Camp) está le está subiendo a la espalda... y que, en realidad, todo sea producto de su imaginación.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivBf-s9DvOTIPIJtBbb65LHRUQYBUhy_UTtU5SMlxKb3-ljeJKI9dn-ZIBOWUh7ULkaUcCxQuIEMRjYWKsyhyNLH9RFFaN6toWmOW0vEv1AcbPfB84pU8hFPXupEpYjIAjvizKycHm9Wk6/s1600/The-Good-Wife-Season-3-The-Good-Wife-Long-Way-Home-The-Good-Wife-5-425x283.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivBf-s9DvOTIPIJtBbb65LHRUQYBUhy_UTtU5SMlxKb3-ljeJKI9dn-ZIBOWUh7ULkaUcCxQuIEMRjYWKsyhyNLH9RFFaN6toWmOW0vEv1AcbPfB84pU8hFPXupEpYjIAjvizKycHm9Wk6/s320/The-Good-Wife-Season-3-The-Good-Wife-Long-Way-Home-The-Good-Wife-5-425x283.jpg" width="320" /></a>En <i>The Good Wife</i> nada queda al azar, y las consecuencias de ambas situaciones son bastante representativas de cómo han evolucionado los otros grandes frentes abiertos por la serie durante estos ocho meses:<b> los polos Will y Peter</b>. En la primera mitad de la temporada, Peter seguía disfrazado de aparente villano en una persecución contra Gardner que, dentrás de la excusa de lucha contra la corrupción en el sistema legal, escondía celos. Pero también es cierto que, gracias al asunto de Kresteva, se ha visto otra arista en el personaje de Peter, al que no le importa admitir la realidad de su matrimonio con Alicia para sacarla del radar de Kresteva y, de paso, admitiendo errores que pueden costarle la derrota en las elecciones. No sabemos cómo se desarrollará la relación entre ambos personajes a patir de septiembre, pero Alicia puede haber recuperado un aliado en donde menos esperaba encontrarlo.<br />
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Si bien Peter acabó el curso con una nota más positiva que negativa, el viaje de Will ha consistido en <b>macular esa imagen de intocable</b> y triunfador con la que nos ha alimentado desde que empezó la serie. Siempre ha insinuado que había algo oscuro detrás de ese encanto de camisas planchadas, y junto con el espectador Alicia lo ha ido descubriendo. El hecho de que Caitlin entrara en el bufete más por un favor que Will le debía David Lee (el tío de Caitlin) que por méritos, y que ese favor compense el que Lee le hizo a Will al votar en favor de Alicia cuando se consideró su contratación, le dio una ligera idea de que Gardner no era lo que parecía y, a la vez, le dio cierta perspectiva para tratar con el caso de sus presuntos sobornos a jueces y, después, con su suspensión de seis meses por apropiación indebida de dinero.<br />
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Parecido a lo que ocurre con el caso de Peter, el acercamiento a Kalinda en los dos últimos episodios significa también una vuelta a los orígenes. Ya vimos que la desaparición de Grace fue el inicio del deshielo, pero no ha sido hasta los últimos episodios en los que Alicia ha perdonado a la investigadora a cambio de algo con lo que a ésta le cuesta lidiar:<b> transparencia</b>. La caja de Pandora de Sharma no ha hecho más que empezar a abrirse con el acoso del capo Lemond Bishop y el regreso de ese marido misterioso que (siguiendo con ese paralelismo de las puertas en la 'season finale', y en contraste con el caso de Alicia) quiere cruzar el umbrar para algo muy distinto de una reunión de familia.<br />
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Más allá de eso, Kalinda se ha prodigado poco esta temporada, al igual que Eli Gold, personaje con el que tuvo unos momentos de tándem muy buenos en los primeros episodios. El 'spin doctor' ha tenido un impacto escaso en las tramas del bufete, aunque su guerra con Julius Cain y David Lee por colocar su nombre en los membrete de la firma ha dejado esos destellos de <b>comedia absurda</b> que tan bien sabe manejar <i>The Good Wife</i>. Asimismo, le ha querido dar un poco de peso a su situación personal, con esa necesidad de desdoblarse para Peter y su ex, Vanessa, que se presenta como candidata a senadora del Estado, pero el resultado se ha quedado un poco en la superficie.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/3JJmTC2j4-M" width="560"></iframe> <br />
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Con todo, veremos cómo sigue esa pelea por convertirse en el tercer hombre de la oficina, ahora que el 'Dream Team' de Canning y Nyholm puede haberle dado una estocada mortal a las cuentas de un negocio en el que Diane ha demostrado ser la verdadera líder, repartiendo más de un sabio consejo, tanto en lo personal como en lo profesional, y todo, sin desatender sus canitas al aire con los republicanos.<br />
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Y para rubricar la temporada, la vuelta a lo hijo pródigo de Cary Agos desde la Fiscalía del Distrito, que viene a confirmar esa voluntad de mover las fichas a sus casillas iniciales tras haber acumulado un bagaje que inevitablemente las ha cambiado en su núcleo. Porque ahí reside la grandeza de esta ficción de la CBS, en la <b>sutileza</b> que imprime a cada transformación de sus personajes y en la <b>paciencia</b> con la que acomete los procesos. Puede que esta tercera temporada haya sido menos espectacular que su antecesora, pero el trabajo de orfebre que los King han realizado con sus criaturas ha sido encomiable hasta el punto de tapar a unos casos que, por lo demás, mantenido los niveles habituales de pertinencia y brillantez que acostumbran a mostrar.<br />
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<i>The Good Wife</i> no se ha dejado llevar por el frenesí de hacer que todo corra por la autopista y, en su lugar, ha intentado que cada detalle quede lo más natural y realista posible, aunque eso signifique pararse a veces a reflexionar o reconectar con el pasado. Si por algo dicen que la vida da muchas vueltas...Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-22029515391881957302012-04-29T22:34:00.000+02:002012-05-03T00:35:06.956+02:00En primavera las series se alteran<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUAQonz7eap7SnkQT8m4-99ZTAXZyYfU0U44LsaJfAz6iZmeMogvBRsui2pBzFo-nnUlvIaj2qM3u6WWPo7Ww2U6iLg9sfd8TcToAkfvGst9xGwcgJj-_pgsNpN5kcPq5e9PnDrtO4XXeT/s1600/The-Observers-are-coming.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUAQonz7eap7SnkQT8m4-99ZTAXZyYfU0U44LsaJfAz6iZmeMogvBRsui2pBzFo-nnUlvIaj2qM3u6WWPo7Ww2U6iLg9sfd8TcToAkfvGst9xGwcgJj-_pgsNpN5kcPq5e9PnDrtO4XXeT/s320/The-Observers-are-coming.jpg" width="320" /></a></div>
En la vida de cualquier seriéfilo, los meses de septiembre y octubre suelen ser un poco locura ya que hay que cuadrar la mesa para que también quepan las series recién llegadas, además de las que ya tenían el sitio reservado desde la temporada pasada, o más atrás. Cuando la media de visionados a la semana rebasa los 15 capítulos ya se puede pensar en trazar una <b>pequeña agenda</b> que ponga orden a todo lo que hay que ver. La utopía es ver los episodios que tocan en los días siguientes al día de su emisón, pero aprovechando que la distribución semanal de series de cada uno tiene jornadas más ligeras que otras (es decir, encontrarte un martes con un solo capítulo nuevo por ver, por ejemplo), y que existen los parones para comer y los fines de semana de manta y sofá, es relativamente fácil rellenar huecos de tal forma que se puede acabar la semana con todas las series al día o, al menos, con el 50% de los capítulos vistos. Todo eso, claro, si no hay obligaciones y compromisos o planes o sucesos sorpresa que nos echen al traste el chiringuito que habíamos montado, cosa que siempre ocurre porque, aunque cueste creerlo, somos gente con una vida y, a la vez, carecemos de los poderes de los Observadores para llegar a todo.<br />
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En cualquier caso, en circunstancias normales se trata de asumir de forma realista cuántos episodios se puede permitir uno a la semana y de planificarse al respecto. Un poco como ir al gimnasio, aunque aquí la satisfacción es inmediata y no existen las agujetas del primer día. Es común que alguien nos pregunte de dónde sacamos el tiempo para tanta serie. Bueno, con algo de dedicación y organización, se puede, y si vemos que estamos empezando a apilar episodios por motivos ajenos a la pereza, por un lado, el propio calendario de las series nos echa una mano con los hiatos, que en este caso son más amados que odiados; y, por otro lado, los que también vemos series británicas sabemos de antemano que sus temporadas duran poco. Pero, por encima de todo, siempre se puede dejar de ver una serie definitivamente cuando nos deje de convencer:<b> nadie está obligado a ver nada con lo que no disfruta.</b><br />
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Después de esos dos primeros de ajustes de agenda en la temporada seriéfila, uno va llevando sus capítulos como puede, hasta que, ay, llega la primavera y se reedita el estrés de principio de curso. ¿Las culpables? La series del cable, un lugar donde el curso sólo consta de un máximo de cuatro meses (abril, mayo, junio, y hasta cierto punto, julio) en los que se programa casi todo, tanto regresos como novedades. Y digo "casi todo" porque luego nos podemos encontrar esas programaciones un tanto aleatorias que se marcan bien avanzado el verano (como cuando <i>Weeds</i> se emitía a partir de agosto), o en otoño para estar frescos para los premios (casos recientes de <i>Boardwalk Empire</i> o <i>Homeland</i>). Pero, por la misma lógica, si nueve meses se convierten en cuatro en el cable, ¿qué decir de las semanas? Pues que sólo tienen un día para programar: el <b>domingo</b>. Este 2012, con eso de los rumores del fin del mundo, parece que les ha entrado el pánico (sobre todo, a la HBO) y nos ha tocado un mes de abril infernal cuyas llamas se van a extender mínimo hasta que terminen las series de network, que, para más inri están en el clímax de final de temporada.<br />
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Estos lunes de primavera, ese día tan bonito, yo me despierto con <i>The Good Wife</i>, <i>Once Upon a Time</i>, <i>Girls</i>, <i>The Killing</i>, <i>Game of Thrones</i>, <i>Nurse Jackie</i>, <i>The Borgias</i>, y <i>The Big C </i>(y eso porque no veo<i> Mad Men </i>y he desistido de empezar <i>Veep</i>) para descargar. Las seis últimas, por cierto, con 'season' o 'series premiere' emitidas en este abril que ya termina. De todas ellas, no he empezado la nueva entrega de la detectivae Sarah Linden, sólo porque no voy a acumular episodios de<i> TGW</i> o <i>OUAT </i>a estas alturas. Pero para poder calzar estos nuevos episodios con los pocos que quedan del resto de la series de la semana, he tenido que parar un momento con<i> Modern Family</i> y <i>Suburgatory</i>, por eso de que son comedias de 20 minutos y no roban tanto tiempo como un drama. La estrategia está clara: darle prioridad a esos dramas que están a punto de acabar, y si he acumulado capítulos de series como <i>Ringer </i>o <i>Grey's Anatomy</i>, siempre se puede recurrir al <b>preciado 2x del VLC Player. </b>No van a notar en demasía el acelerón, es más, hasta puede que mejore la calidad de los episodios comprimiendo todo lo que pasa de 40 a 20 minutos.<br />
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Pero hay productos que ni con esas dan ganas de verlos a 2x, simple y llanamente, porque la pereza está a unos niveles en los que es mejor dejarlos tal y como está y no añadir más tarea al calendario. Es lo que me pasa con uno de los estrenos más anunciados de la 'midseason', <i>Smash</i>, con el que me encuentro empantanada en el quinto episodio y en el abismo de borrarla del disco duro por hartazgo.<br />
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Al final, tanta acumulación de series hasta puede servir para hacer limpia.Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-40185200894212486672012-04-20T23:20:00.003+02:002012-05-15T19:47:20.333+02:00It's called Ringer, bitch!<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinEmjFiBv-qMIOexF3iODjtZEQFZCZa3bRfgdh_Qywce2GxgELhBiLjubJTPxjlY5GjDI3kuBKUDk810Gndr5UNVzIsoNSDp0IHBjmMChTmJVGwu010YFNgQbmndMUYdVlDWivXcnPTXjs/s1600/vlcsnap-2012-04-20-19h45m39s64.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="289" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinEmjFiBv-qMIOexF3iODjtZEQFZCZa3bRfgdh_Qywce2GxgELhBiLjubJTPxjlY5GjDI3kuBKUDk810Gndr5UNVzIsoNSDp0IHBjmMChTmJVGwu010YFNgQbmndMUYdVlDWivXcnPTXjs/s320/vlcsnap-2012-04-20-19h45m39s64.png" width="320" /></a></div>
<i>"My name is Bridget, I witnessed a murder. (...) You don't get it; if Bodaway wants me dead, I'm dead. (..) I ran to my sister, Siobhan, for help. Siobhan killed herself and I assumed her identity. (...) It was so easy, I saw a way out and I took it. They all think that I'm her".</i><br />
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Si reproduzco la voz el off de Siobhan del 'previously' de <i>Ringer</i> es porque, de entre todo lo mostrado a lo largo de los 22 capítulos de su primera y (salvo milagro) última temporada, es lo único que permanece mostrar cierta lógica en el planteamiento y ejecución de esta serie. De verdad de la buena, ni siquiera el <a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/2011/09/cromas-magicos.html">cromatín naútico</a> del piloto podría presagiar un subproducto tan de celda de máxima seguridad de manicomio como éste. Estoy segura de que en ninguna serie de la factoría de JJ hacen falta tantos croquis para entender los giros copernicanos que dan tramas y personajes como sí pasa en este anunciadísmo regreso de la televisión de la otrora cazavampiros Sarah Michelle Gellar, ahora reciclada en <b>diva de papelera</b> de cualquier hogar seriéfilo que se precie. <br />
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Confieso que antes escribir esta entrada intenté hacer un inventario sesudo de la cantidad de sucesos que han ocurrido, y me ha salido una cosa con aspecto próximo a un enjambre de abejas rabiosas cual Shakiras en celo que me han dejado al borde de un dolor de cabeza. Intentar comprender <i>Ringer</i> es un peligro para la salud humana; la serie se muestra tan enrevesada en su propia mediocridad que corremos el riesgo de acabar igual de tarumbas como los psicólogos que se obsesionan con sus pacientes. Por eso, la manera más cabal (si es que existe) de enfrentarse a esta ficción que, en principio iba a parar a la CBS en vez de The CW (hoy por hoy, no nos extraña la degradación a la hermana pobre), siempre ha consistido en dejarse llevar por el desenfreno piscotrópico que proponen sus guiones. Unos cientos de hojas por episodio que materializan sin límite nuestros delirios de escritor más inconfesables y, lo más importante, son autoconscientes de que eso es lo que están haciendo. En este sentido, <i>Ringer</i> viene a ser otro de tantos placeres culpables, pero quizá lo que le separa del resto es que<b> a la serie de SMG (sí de ella, que para eso la produce) no le queda un ápice de vergüenza</b>, y sí unos huevazos de semental, para rebajar (o exagerar, según se mire) todos sus elementos hasta tocar el verdadero esperpento; el destino al que debe aspirar todo subproducto si quiere dejar una cierta huella en el espectador y entretenerlo a pesar de sus taras evidentes.<br />
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<i>Ringer</i> conecta con nuestros más bajos instintos y nos brinda imágenes que apelan a esa necesidad de lo grotesco, como ese grandísimo baúl con cádaver en medio de una fiesta, y en el que nadie acaba repara aun y cuando no para de chorrear sangre; esa coleta postiza tan barata pegada a la cabeza de Bridget/Siobhan, los oros mal colocados; y esa necesidad imperiosa de que todo el mundo sea sospechoso de asesinato. Porque sí, la premisa promigenia que nos vende la serie es que Siobhan Martin se quiere vengar de su hermana gemela ex drogadicta, Bridget Kelly, por haber sido la responsable de la muerte de su hijo en un accidente de cosa, pero, a la vez, hay otras subtramas que también implican persecución y muerte como la del criminal Bodaway Macawi hacia Bridget, o la de Andrew Martin (Ioan Gruffudd) y su socia Olivia (Jamie Murray) hacia Siobhan y, el rizo del rizo, la de la ex de Andrew, Catherine (alucinadísima Andrea Roth) hacia Siobhan. Eso por no hablar de los cuernos que Siobhan le ponía su marido con el pusilámine del mejor amigo de éste, el proyecto de escritor/experto en braguetazos Henry Butker (Kris Polaha, abonado a The CW tras <i>Life Unexpected</i>), a su vez marido de la mejor amiga de Siobhan, Gemma 'You Whore!' Arbogast, una rica heredera. Y, por si no fuera suficiente ya, a la pobre Bridget le toca aguantar y resolver todos los trapos sucios de su hermana porque... ¡se está haciendo pasar por ella! Al final he acabado por hacer un minidesglose de todo el tinglado, pero estoy dejando de mencionar intentos de fraude y extorsión, hijas rebeldes y borrachas, y otras subtramas ojipláticas que más vale no desvelar.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/bSXOe_DG2sg" width="560"></iframe><br />
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Si estás buscando locura, no vayas más lejos, porque <i>Ringer</i> <b>ofrece en una sola entrega todo lo que Shonda Rhimes dosifica en ocho temporadas</b>. Es una serie para mentes muy rápidas... Y no, no es broma. Los guiones, después de todo, parecen salidos de las mejores escuelas de "It's called improvised, bitch". El capítulo veintiuno, de título homónimo, encapsula la esencia de <i>Ringer</i>. Esa improvisación y soluciones de bombero se llevan a un extremo en el que los flashbacks son meras comparsas de última hora al servicio de las tramas y revelaciones más WTF, y del brillo chillón de las interpretaciones de vodevil. Porque SMG ya puede estar orgullosa todo lo que quiera de la supuesta seriedad de su trabajo como las gemelas, pero si el único elemento diferenciador de su actuacíon es que la primera lleva moño (por supuesto, Siobhan, las malas pécoras estiradas siempre llevan el pelo recogido) y la segunda (Bridget), el pelo suelto, <b>ya</b> <b>puede seguir soñando con el Emmy. </b>Igual que el resto del reparto, con un Polaha digno de las canteras de granito de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Porri%C3%B1o">Porriño</a>.<br />
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<i>- "That's for sleeping with my husband, you whore!!"</i><br />
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Pero si hay algo que destacar de esta ficción es su querencia por unas líneas de diálogo elaborados en menos de un minuto en los que siempre se hace mención al oficio más viejo del mundo, ése con el que Bridget parece haber coqueteado en el pasado, o simplemente, al zorrerío, las malas artes, y las conversaciones escatológicas. Con semejante material, los responsables de la serie no podían menos que rinderse un autohomenaje y atreverse a titular cada entrega semanal con<b> joyas extraídas de los propios diálogos</b> como "If you ever want a French lesson", "A whole new kind of bitch", "The poor kids do it everyday"<b><span style="font-weight: normal;">, "We can get a dog instead", "Shut up and eat your Bologna" "What are you doing ho-bag", "It's easy to cry when this much cash is involved", "Whores don't make that much", "P.S. You're an idiot", "You're way too pretty to go to jail", "If you're an evil bitch just get over it", or el ya mencionado "It's called...".</span></b><br />
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<b><span style="font-weight: normal;">Con unos pésimos datos de audiencia, por debajo del 1 en las demos, la apuesta retequeculebronera y cutrelux de <i>Ringer</i> estaba sentenciada desde mitad de temporada. Quizá por ello la serie se despojó de todas sus pretensiones, sobre todo, en su último tramo, y nos brindó a los que la seguimos una huida hacia adelante, quemándose a lo bonzo, divirtiendo como las mejores comedias y, para colmo, teniendo la cara de despedirse con un buen cliffhanger. Tenía que ser<a href="http://www.formulatv.com/noticias/24485/entrevista-sarah-michelle-gellar-mas-divertido-ficcion-como-ringer-es-audiencia-forme-parte-secretos/"> Shivette</a>.</span></b>Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3422065597234233512.post-24454027582154311382012-04-01T11:20:00.001+02:002012-04-04T15:46:32.578+02:00Skins 6, la promoción de la lobotomía<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-214l6O0OGA4IDQHnnAagKWuksA0ZEh52e0X_pCJDTz-YbLHSvOYGGMv759QghxFESVL9k-So8FlHSYzmTeeiPq_EMZxTDOpqvt50s1NPGIhteH5BauGjMSuNQYLW3Ady65OdYps-nYi2/s1600/orig-20779913.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-214l6O0OGA4IDQHnnAagKWuksA0ZEh52e0X_pCJDTz-YbLHSvOYGGMv759QghxFESVL9k-So8FlHSYzmTeeiPq_EMZxTDOpqvt50s1NPGIhteH5BauGjMSuNQYLW3Ady65OdYps-nYi2/s320/orig-20779913.jpg" width="320" /></a></div>
<i>Por vuestra salud mental, si no habéis visto la sexta temporada de Skins, no sigáis leyendo.</i><br />
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Una de las reglas básicas en la escritura de (buen) fan fiction es que, con independencia de la situación en la que se ponga a los personajes, o del género de la historia, la caracterización de ésos debe ser lo más fiel al canon del cual proceden. Simple cuestión de coherencia, de respeto por el material original y, hasta cierto punto, de legitimar la obra del fan. Si esto ya funciona así en un contexto creativo amateur, ¿qué se puede decir del profesional que se dedica a escribir sagas? Exactemente lo mismo: que haya <b>coherencia interna y cierta continuidad</b> entre las partes. Cada una de las tres generaciones en las se divide<i> Skins</i> no son nada más que sagas con dos temporadas cada una y, al menos en las dos primeras generaciones, se aprecia a grandes rasgos una evolución lógica y natural de los personajes entre su primera y segunda temporada. Nos han podido gustar más o menos algunas de las tramas en las que se ven inmersos, pero los conflictos con los que nacieron los personajes de las pandillas de Tony y Effy Stonem tenían un principio y un final (o un no-final abierto, que también se ha dado el caso) a lo largo de los capítulos que les corresponden y, salvo excepciones, pocas veces se desvíaban deliberadamente de la ruta marcada. Así, hasta llegar a la tercera generación, y en concreto, la sexta entrega de la serie, donde la sagrada norma de la continuidad ha brillado por su ausencia y, lo que es peor, se ha convertido en triste panfleto para el fuego la razón por la que <i>Skins</i> es un producto de culto: el retrato de sus personajes.<br />
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Lo que tenía que haber sido un broche digno a uno de los ejemplos más sinceros del relato adolescente en televisión, se ha revelado como la peor temporada de toda la serie con diferencia. Una pobre despedida donde no sólo no existe ningún tipo de sentido y dirección en el desarrollo de los personajes presentados en la singular <a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/2011/03/skins-y-la-generacion-tranquila_7757.html">quinta temporada</a>, sino que a eso hay que sumarle, por lado, una <b>distribución hecatómbica del protagonismo</b> en los episodios que supera todo lo sufrido en la <a href="http://seriesalaparrilla.blogspot.com.es/2010/03/skins-4-consecuencias.html">cuarta etapa</a> (¿cómo se puede hacer peor teniendo el máximo de capítulos -diez- para repartir entre nueve personajes?) y, por otra, la clara contaminación de<b> historias sacadas de los realities más famosos de la MTV</b>. Después del sonoro fracaso del remake estadounidense de<i> Skins </i>en el "canal de música", Bryan Elsley, volvió a Bristol para reencargarse del original que había quedado en manos del otro creador de la serie<i>,</i> su hijo Jamie Brittain, responsable último de la quinta etapa, que abandonó el barco en plena producción de la siguiente, supuestamente por presiones de un canal E4 descontento con los bajos ratings.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd1uqqi4pR0EquHLxQTOzrcmqLoU9EfHt4rK8Q1Zh_SkBIpvbmc220Iu4mIXAGOlGUR28hEmzWMfergDtbMZ7cnZKNSYy64vKyYRm9fwPTVE0USN46Nb1oTVKppleJRzTBoN1uTxDCXk9p/s1600/Skins-Everyone-Series-6-Premiere-5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd1uqqi4pR0EquHLxQTOzrcmqLoU9EfHt4rK8Q1Zh_SkBIpvbmc220Iu4mIXAGOlGUR28hEmzWMfergDtbMZ7cnZKNSYy64vKyYRm9fwPTVE0USN46Nb1oTVKppleJRzTBoN1uTxDCXk9p/s320/Skins-Everyone-Series-6-Premiere-5.jpg" width="320" /></a></div>
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Nunca juegues con extraños, y más, si eres Franky.</div>
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Pues bien, lejos de confirmarse como la solución a los males de la serie, el renovado equipo de guionistas de Elsley acabó produciendo <b>fan fiction de mala calidad</b> a partir de unos personajes que, como le ocurre al autor de fics, le venían dados por un tercero. Ni que decir tiene que audímetros fueron reflejo fiel del desastre y ahí están las cifras de la series finale, siendo el capítulo menos visto de la historia de<i> Skins</i>. El final de todo y, con razón, aunque queda pendiente la confirmación para 2013 de los anunciados tres episodios especiales (a uno por generación) de dos horas de duración, que vendrían a sustituir al mito de la película que jamás se filmó.<br />
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Dada la vínculo familiar que une a ambos creadores chocan demasiado las decisiones tomadas a lo largo de esta sexta temporada, máxime cuando Brittain en entrevistas antes de su marcha había dicho que muchos de los frentes abiertos en los personajes se iban a explorar (lógicamente) en los nuevos episodios. Al final, formateo al canto y listo. Yendo a fondo a por los protagonistas, vemos que si se llamaban Franky, Mini, Nick, Alo, Grace, Rich, Matty era por<b> pura casualidad y por pereza de ponerle unos nombres nuevos</b>. La única a la que no le practicaron un <i>Dollhouse</i> fue a Liv, uno de los personajes menos consistentes del año pasado, y a Alex, pero porque se trata de una nueva incoporación a la pandila del Roundview como ya lo fue Sketch en su momento.<br />
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La sensación de lobotomía queda patente desde el mismo episodio de apertura, una sucesión de despropósitos en Marruecos en el que se presenta el evidente cambio sin proceso de los personajes, sobre todo, en la parte que le toca a Franky y a Mini, las promesas del pasado año. El caso de Franky es bastante fácil de resumir: <b>se ha transplantado la compleja y misteriosa personalidad de Effy</b> (su querencia por los bailes sinuosos, los triángulos
autodestructivos y las emociones fuertes) a donde antes había candidez, ambigüedad y unos claros problemas con las relaciones íntimas. Pero en Franky todo lo que hacía grande a la Stonem se ha visto multiplicado por mil, con unos resultados que varían entre lo perturbador, lo cansino y lo ridículo. Para empezar, en sus rollos con un traficante de droga casi prepúber descansa la responsabilidad de la temprana muerte de este año, la de Grace; luego se
embarca una relación insana que roza la violación con el traficante y nunca más se vuelve a tocar el tema; luego juega con los sentimientos de Matty y Nick, dos personajes sin desarrollo alguno en esta tanda de episodios; y, por último, descubre que debe encontrar a su madre biológica para resolver sus problemas tras intentar ayudar a Mini a esconder su embarazo... Demasiado. En total, <b>el personaje ha acaparado cuatro episodios</b>: el suyo (6x04), el de Nick (6x06), uno compartido con Mini (6x09) y la finale (6x10) para acabar encontrando en este último la única trama que podría haber centrado el capítulo dedicado a ella.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAyw0fFXW_Pfb4oOsATyvshgZfqzMGdSNUTfUL4P99gEJ5NI5PzV6nu3efUiL0MedORf5dJaBEKCrWNlJjU3isZCvI-LDh-ZJUqF8C1RHyAd0O9cKr5XyFZyJ9ASH4ZtNWKbCd4gpbDVMF/s1600/Skins-Alex-Series-6-Episode-3-19.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAyw0fFXW_Pfb4oOsATyvshgZfqzMGdSNUTfUL4P99gEJ5NI5PzV6nu3efUiL0MedORf5dJaBEKCrWNlJjU3isZCvI-LDh-ZJUqF8C1RHyAd0O9cKr5XyFZyJ9ASH4ZtNWKbCd4gpbDVMF/s320/Skins-Alex-Series-6-Episode-3-19.jpg" width="320" /></a></div>
Con Mini, la cosa va por el mismo camino del olvido habiéndose evaporado cualquier atisbo de sus inseguridades generales y de la evidente atracción hacia Franky el año pasado para pasar de la noche a la mañana a acostarse con Alo, quedarse embarazada para después criar a su hijo juntos en una ficcionalización del clásico <i>Sixteen and Pregnant</i>, previo canguelo del padre 'white trash' incluido. Que toda esta relación se produzca <b>sin una necesaria construcción dramática</b> (es decir, haber resuelto de alguna forma la tensión con Franky) ni escenas en las que ambos personajes hablen en vez de tener sexo, es pedir demasiada fe a los espectadores para justificar malos guiones sin un mínimo de credibilidad. Aquí ni siquiera funciona apelar a las típicas elipsis de la serie: <b>de donde no hay no se puede inferir.</b> Y donde no hay es que no hay, pues los webisodios previos a la sexta temporada son una completa pérdida de tiempo que nada tienen que ver con la trama de la serie y, para más inri, la novela cuenta sucesos previos a la quinta que refuerzan el camino llevado por Mini el año pasado. Sí, el desbarajuste también afecta a todo el tinglado multimedia de la serie.<br />
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En línea con lo que le ocurre a Franky, los guionistas de la serie se empeñaron en convertir a un personaje ligero como Alo en una sombra de lo que fue, aunque su subtrama de lío con una menor tuvo sus momentazos cómicos como ese baile en calzoncillos, lo único mediamente fiel a la idiosincrasia de un personaje al que conocíamos por su sólida amistad con Rich. Esta relación es otro de los puntos más polémicos de esta tanda de episodios, pues el lazo entre el chico de la granja y el otrora metalero (porque como a Franky<b> también le han cambiado los gustos y el vestuario</b>) apenas ha sido tratado este año, y si lo ha sido lo es en unas escenas lamentables que no dejan a Alo en un buen lugar, especialmente tras la muerte de Grace..<br />
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Con la clásica tragedia que sacude a <i>Skins</i> en cada segundo año de generación (ésa en la que los personajes maduran viendo el lado menos amable de la vida) colocada tan al principio de la temporada, uno hubiera podido pensar que iba a tener un impacto mejor engarzado con las tramas y, sobre todo, con los personajes directamente relacionados con la hija del director Blood. Frente a la sobredosis de Franky, en cambio, vimos muy poco del luto de Rich, al que poco le faltó para unirse a las apariciones fantasmales de su novia (sí, las hay) para seguir acreditando que era parte de la serie después de su episodio.Y del grupo de chicas, y dejando a un lado el camino tan torcido que ha llevado Franky, sólo Liv parece consecuente con lo que ha ocurrido en contraste con la aparente inercia de Mini.<br />
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El destino de Liv ha ido parejo al de Alex, un en principio interesante personaje que encandiló en su capítulo (de lo poco salvable) con su entrañable relación con su abuela. Pero lo que parecía una incorporación llegada para mejorar el ejemplo muy superficial de un adolescente gay que había sido Maxxie en la primera promoción de la serie, demuestra ser un <b>cúmulo de estereotipos</b> en las pocas apariciones que tiene después de su presentación. Además, la mayoría de los momentos de su amistad con Liv quedan fuera de cámara, por lo que es legítimo preguntarse entonces a qué responde la presencia de Alex en la serie.<br />
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Trienta segundos que me ahorraba de ver en cada episodio. Hasta el 'opening' es ya irreconocible.<br />
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Imposible a la vista humana, el súbito enamoramiento de Nick con Franky, otra de estas tramas absurdas que ha minimizado el potencial de un personaje que podría haber sido brillante en sus interacciones con Rich y Alo, sobre todo, tras haber descubierto su vena cómica. De su hermano, Matty, se podría decir que si hay un personaje que no debía haber desaparecido, era él (algo que queda patente al ver el poco partido que han sacado a Alex), por la importancia que tuvo en el desenlace de Grace, pero su participación es tan testimonial que hasta sorprende verlo entregarse a la policía en el último capítulo.<br />
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De comenzar la temporada juntos en unas vacaciones a terminar más separados que ninguna otra generación. Aunque, en sí la, series finale sea el capítulo de clausura más cerrado de cuantos ha dado <i>Skins </i>(con ese revelador "Bye" pronunciado por Rich), y la música se haya usado con un claro propósito 'shondiano' de hacer llorar al personal,<b> el artificio no es suficiente para maquillar una temporada chusca</b> y olvidable donde han primado unas tramas manidas y efectistas sobre el desarrollo natural de los personajes. A <i>Skins</i> le había llegado su hora, pero si abía una forma de despedir y honrar todo el periplo de una serie, desde luego no era ésta. Porque, por amargo, el adiós duele más.<br />
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Más vale que esos especiales devuelvan a esta producción al lugar que le corresponde... si se realizan.Jainahttp://www.blogger.com/profile/06907193095204422750noreply@blogger.com12