domingo, 21 de agosto de 2011

Sirenas que suenan bien

En cualquier ejemplo de entre todo el porrón de series anglosajonas protagonizadas por médicos y cirujanos, los paramédicos suelen tener un papel muy secundario y casi invisible, tanto, que parecen condenados a no pasar del umbral de urgencias. De ahí que producciones como Sirens, estrenada en junio por el canal británico Channel 4, supongan una pequeña nota distinta en ese universo de camillas, sueros, placas reanimadoras y bisturís.

La serie sigue en seis capítulos las vivencias de una unidad de ambulancias formada por tres paramédicos de la ciudad inglesa de Leeds, pero lejos de la premisa espectacularizante de un Trauma miamesco de Jerry Bruckheimer, Sirens suena más en el barrio de las 'buddy movies' y las ralladuras mentales y metidas de pata de sus protagonistas así como de un humor negro plagado de coñas internas que hacen más llevaderas las horas muertas y la vida. El más dado a filosofar y a analizar en exceso es el amigo Stuart (Rhys Thomas), la figura principal del trío, una especie de Meredith Grey en hombre, con la misma torpeza e incapacidad para intimar con sus semejantes, los necesarios 'family issues' de cabecera y con el mismo amor por la voz en off al inicio de los capítulos, aunque con un discurso mucho más incorrecto y mordaz (que esto no es Shondaland, es Gran Bretaña) y con un CV sentimental en la que no hay McDreamys femeninas que calienten la parte trasera del furgón.

Le acompañan en el vehículo Ashley (Richard Madden en todo su esplender después de encarnar a Robb Stark en Game of Thrones), un guapo paramédico gay alérgico a establecer vínculos con sus conquistas y Rachid (Kayvan Novak), el aprendiz de origen pakistaní que tiene el humor menos retorcido de los tres y que busca probar su valía en el servicio. Ambos personajos sirven de contrapunto a Stuart, que puede resultar demasiado reina del drama y cargante según las situaciones, y entre los tres consiguen ofrecer las mejores estampas de esta única temporada a falta de que se anuncie renovación.

Pero los tres paramédicos no son las únicas sirenas de esta producción inspirada en el libro Blood, Sweat and Tea, que recoge las experiencias que Tom Reynolds, un conductor de ambulancias de Londres, vertía en su blog. También entran en juego la pareja de policías locales Maxine (Amy Beth Hayes, la chica-señora que se acostaba con Nathan en Misfits) y Ryan (Kobna Hooldbrook) con la que se encuentran en más de una emergencia laboral... y también personal. A Maxine tampoco le faltan neuras y mala suerte en sus relaciones, de modo que no extraña que las comparta con Stuart, que la atiende en calidad de mejor amigo.

No se trata de historias que no hayamos visto antes, pero en Sirens se muestran con honestidad y sin artificios. El guión no busca de forma insistente la risa, sino que recrea situaciones patéticas de las que nos podríamos reír de forma natural en la vida real. Definir la serie como comedia sería exagerado del mismo modo lo sería tacharla de drama. Probablemente, estemos ante buena mezcla de ambos en la que los diálogos freudianos y ridiculamente analíticos descargan gran parte del drama que se crean los protagonistas, que en su búsqueda por darle un sentido a todo se lían mucho más.

Pese a que tanto acento en diálogos a la velocidad de la luz pueda echar para atrás hasta a los cerebros más resistentes a semejantes chapas, Sirens carece de toda aspiración pretenciosa. Una serie de esas llamadas amables y simpáticas, muy propias de estas épocas veraniegas, en las que, como Stuart, más de uno acabamos haciendo planes vitales tras una sesión terapéutica con los amigos en la terraza de un bar.

5 comentarios:

OsKar108 dijo...

Ya son varias las recomendaciones que me he encontrado sobre esta serie, por lo que me ha picado la curiosidad, aunque ando un pelín sobrecargado ahora mismo.

Te quería preguntar por lo que has mencionado de su velocidad de diálogos (pues yo sin subtitulos que me ayuden bastante aún no me atrevo), aunque siempre recuerdo que habiendo visto Pushing Daisies ya estoy un poco curado de espanto XD (Las Chicas Gilmore la he visto en Castellano).

¡Saludos!

Jaina dijo...

Oskar108: De todos los personajes, al único al que se le va la lengua mucho es a Stuart, así que realmente no es algo general. Hay mucho diálogo, sí, pero se puede seguir bien. Si tienes un hueco dale una oportunidad a la serie que es muy cortita :)

Álex dijo...

Me has convencido con lo de los diálogos, y además son pocos episodios. La pongo a descargar :)

OsKar108 dijo...

OK, recomendación apuntada.

¡Saludos!

elclubsilencio dijo...

Qué buena pinta tiene Sirens. La he pillado un poco de refilón porque este verano no he podido ver muchas series, pero me la apunto. Y mira que yo no soy mucho de médicos, pero parece que a los ingleses se les da muy bien lo de dar la vuelta a los géneros catódicos (no hay más que mencionar los últimos proyectos de la BBC; The Crimson Petal..., Exile, The Shadow Line). Estoy deseando ponerme con ella.