
- Coge a cualquier personaje. Mejor si es el que más odias o el menos carismático de todos.
- Transfórmale el nombre, según lo que hayas disfrutado de la serie en una temporada concreta. A más cariñoso, más te habrá gustado; a menos, obvamiente no tanto. Si ya no eres capaz de crear más motes, una de dos: o pasas a los apelativos tontorrones, o te vas directamente a los insultos (también sirve no decir nada para mostrarle tu ignorancia).
- Pones la lista de nombres y, en función de eso, nos saldrá un indicador del rumbo que va tomando la serie. En este punto debo que decir que pocas, las obras maestras, consiguen superar temporada a temporada el nivel de cursilería.
Ni-nu-ni-nu... Spoilers para quienes no hayan visto la cuarta.
Con Ted sin Robin en el tercer año, volvimos a las comeduras de tarro de este hombre, si bien las apariciones estelares y autoparódicas de Britney Spears y James Van der Beek salvaron un poco los muebles. Además, la participación de éste último va unida al comienzo del lío de Robin y Barney, del que me reservo una opinión hasta que vea la quinta. De entrada, sólo pienso que ambos personajes son demasiado iguales en la base.
Ver a al mujeriego Stinson bebiendo los vientos por Scherbatsky en la cuarta temporada no ha estado mal, ya que hemos visto una faceta del personaje muy poco conocida (desde ese capítulo legendario sobre el origen del "Suit up!"...), pero no me creo la resolución del asunto. A lo largo de los 24 capítulos, hemos visto más de Barney llorando por las esquinas, que de Robin dando pistas, aunque sea por gestos, de que le gusta Stinson. Es más, todos los sentimientos de la reportera se muestran en un sólo capítulo, la season finale, de sopetón y sin previo aviso.

Sin su mujer al lado, he comprobado que Marshall puede llegar a ser un personaje muy cansino. Probablemente, Eriksen haya sido una de las razones por las que la cuarta temporada me haya costado tanto. La ausencia de Alyson Hannigan por maternidad se notó, y mucho. How I met your mother funciona como un puzzle donde todas las piezas son importantes, se trata de una serie donde existe una interdependencia entre los personajes muy fuerte, ya que están caracterizados de manera que actúan de contrapuntos los unos de los otros.
De todos, Ted es el menos atractivo, pero es necesario ya que tiene que haber alguien que en contraste haga brillar los comentarios tronchantes de Barney o Robin, y bueno, hay que conocer a su futura aunque nadie se acuerde ya de ella. Del mismo modo, Lily equilibra las pataletas de Marshall con un tipo de humor más malicioso si cabe. Todos ellos, juntos en el MacLaren's o en el salón de Ted, dan lugar a un 'awesome' universo de referencias cómicas que espero que sigan expandiendo a pesar del bache.