
Moltisanti ya habló a finales del año pasado sobre la situación de esta comedia en una entrada algo premonitoria ya que, poco después, se anunció que este marzo empezará la grabación del cuarto volumen. ¡Por fin! Un año y medio de parón desde el estreno de la tercera temporada... y unos cuantos meses más de espera pues no se sabe aún cuándo se emitirán los nuevos episodios, que supongo serán seis, como de costumbre.
No estaría tan exaltada en mi queja si The IT Crowd no me hubiera arrancado las lágrimas de los ojos. Con los dramas lloro casi siempre, pero con las comedias me cuesta algo más. El secreto de lo que han conseguido en apenas 18 capítulos Jen, Roy y Moss, jefa y subordinados del departamento de Sistemas Informáticos de Industrias Reynholm, reside en cada elemento absurdo, corrosivo y escatológico que llena sus diálogos. La interacción entre una inepta de las nuevas tecnologías como Jen que debe mandar a dos pedazo de geeks como Roy y Moss (sobre todo éste, más del tipo nerd, qué personaje) marcha a toda vela y, lo mejor de todo, no pone etiquetas de villanos y sometidos.
Digo esto porque puede parecer que la jefa sea la mala de la película cuando, en realidad, los grandes momentos de la serie se dan cuando ella es el centro de las bromas de Roy y Moss a costa de su ignorancia. Sin destripar demasiado los gags sólo destacar el discurso de la tercera temporada hablando de las bondades de la 'caja de Internet' y las consecuencias de buscar Google en Google de la segunda. Tampoco hay que olvidar su obsesión por encontrar al hombre perfecto, que dio pie al que para mí es el episodio más completo y divertido de la serie, "The Work Outing" (2x01), que curiosamente no tiene lugar en el entorno de trabajo, sino en una función de un musical.
Sin contar con una trama que vive a lo largo de los capítulos, como en toda 'sitcom' , temporada a temporada, y entre chiste y chiste, vemos como va cambiando la relación entre los tres personajes. De un ambiente algo hostil, en el que Jen se considera una fracasada por acabar en el sótano de la empresa y Roy y Moss a la defensiva por la llegada de un nuevo miembro, al casi colegueo motivado por el hecho de que, a su manera, los tres son inadaptados dentro de la escala de poder de la empresa.

Y desde la presidencia de la compañía hay que hacer una mención obligada a los secundarios. Empiezo por padre e hijo: Denholm y Douglas Reynholm. Al primero sólo se le ve en la primera temporada, pero es un claro ejemplo de cómo hacer comedia a partir de un tipo arrogante y sin escrúpulos. Lo mismo ocurre con el segundo, un hortera salido (esa silla con forma de mano abierta de su despacho muy sutil, no es) y muy melodramático. ¿Qué más se puede esperar de alguien que se presenta diciendo "Faatheeerrrr!" con voz afectada en plan 'Jesucristo Superstar'? Pues descacharrarse.
Sin embargo, Douglas encuentra un rival de altura en lo que a sobreactuación se refiere: Richmond, el gótico. Escondido en una habitación paralela al departamento de Jen, Roy y Moss es una lástima que no haga muchas apariciones, porque sus pintas y voz atiplada en el original hacen todavía más memorables esos minomonólogos que recita mirando hacia cámara.
El nivel de las actuaciones contribuye a que funcionen los guiones. Cada uno de los personajes está interpretado por comediantes (quizá el más conocido de todos sea el irlandés Chris O' Dowd, Roy) que aportan un disparatado registro de gestos, caras, y una variedad de voces que convierten en delito verla doblada. Por ejemplo, Moss pierde gran parte de su encanto sin el tono robótico y nasalizado que le imprime Richard Ayoade. Una búsqueda en YouTube basta para comprobarlo.
De todas las temporadas emitidas, en la tercera, no encontré unos capítulos tan brillantes en conjunto como los que había visto antes, especialmente en el segundo sexteto de episodios, donde la serie alcanza su máximo. No obstante, el bajón se antoja irrosorio si lo comparamos a las depresiones de algunas 'sitcoms' americanas.
Se suele relacionar The IT Crowd con The Big Bang Theory, por la temática de los dos geeks y la chica "corriente", aunque en realidad ambas series están en galaxias y ligas distintas. Pero la semejanza funciona para recomendarla y de paso avisar de que, una vez vista la intro, el virus de la comedia británica no se puede eliminar del sistema operativo.