miércoles, 22 de septiembre de 2010

Pilotando Boardwalk Empire: El amoníaco de la HBO

Ya está aquí. El pasado domingo 19 de septiembre, la HBO emprendió el plan que llevaba maquinando desde hace tres años: se puso de rodillas y comenzó fregar azulejos para dejarlos como los chorros del oro. Sí, genial que su propuesta de popularizarse un pelín con los vampiros les mantuviera en boca de todos tras la despedida de los mafiosos de New Jersey, pero de sobra son conocidos los riesgos de dejar entrar a cualquiera en tu casa y, más tratándose de chupasangres. Te la pueden dejar hecha unos zorros y, claro, luego cuando vienen unos señores llamados Prestigio y Premios de visita, ven el percal y salen corriendo de allí. ¡Ah! Y lo peor. Se van a cenar a casa de la AMC, nueva rica de la mansión de al lado. Así que Boardwalk Empire es, aplicado a HBO, la reacción rabiosa de Escalarta O'Hara cuando se quemó su amada hacienda Tara, sólo que hay hambre por Globos de Oro, Emmys, WGA, SAG y demás reconocimientos. La sangre de True Blood está claro que no nutre y, encima eclipsa a Treme o The Pacific.

Cuando respondes con rabia, sueles poner todo tu empeño, y aquí el decano de los canales premium tiene la última palabra. Apabullante y poderosísimo diseño de producción para relatarnos la historia de Atlantic City y de la incansable actividad nocturna de sus 'boardwalk' (paseos marítimos) durante los albores de los años 20. En ese tiempo, el gobierno de los Estados Unidos decidió cerrar el grifo al negocio del licor, pero no se dio cuenta de la grieta que había abierto y por la que se colaba un incipiente crimen organizado, que debe todo su mito al período comprendido entre 1919 y 1933, años en los que estuvo vigente la Ley Seca que ilegalizaba desde la fabricación a la venta de alcohol.

Éste es el escenario en el que Mark Wahlberg, Terrence Winter y el maestro Martin Scorsese (director, además, de este piloto) emplazan a una serie de personajes familiarizados con la corrupción, la violencia, la extorsión, el contrabando, las prostitutas y los habanos. Empujados por la vida a jugar en los límites, o motivados por el deseo de triunfar a cualquier precio, como parece que es lo que mueve a Jimmy Darmody (Michael Pitt), joven veterano de la Gran Guerra que envidia el tren de vida de capos como Lucky Luciano, que a los 22 años ya se movía como pez en el agua con sus negocios.

Sin embargo, quien acapara las luces del casino y los minutos de los títulos de crédito (por debajo, en mi opinión, de otras cabeceras ilustres) es Stevie Buscemi, que se mete en la piel de Enoch 'Nucky' Thompson, tesorero de Atlantic City, un hombre con una doble cara: lector de discursos antialcohol y anfitrión de cumbres mafiosas entre los grandes nombres de la época como Torrio, Colosimo y Rothstein... mientras Al Capone espera en el coche a su entonces jefe Torrio. Como curiosidad decir que el Nucky de la serie se basa directamente en una persona real. Me pregunto por qué no mantendrían el apellido.

El físico peculiar de Buscemi, que se suma a la lista de grandes actores que colaboran con HBO, le va como un guante a un personaje que promete ofrecer matices, más allá del rechazo inicial que puedan producir sus actos. Pitt, al que me cuesta aguantar desde Soñadores de Bertolucci (en Dawson's Creek salió poco, gracias) cumple con su cometido con solvencia y el interés de su personaje hace que olvide al actor. Va a ser interesante presenciar el intercambio entre Nucky y Jimmy, a la sazón, alumno y mentor, un relación que promete pasar por unos cuantos altibajos y traiciones encubiertas visto lo visto en este primer episodio. De momento, intrigan también subtramas como los movimientos del FBI, al que no faltó trabajo durante aquellos años, y la caída previsible en los infiernos, y en la cama de Nucky, de la madre de familia inmigrante (Kelly MacDonald, Trainspotting).



Si la Mafia elevó a la HBO, el canal ha vuelto a confiar en el retrato del crimen organizado para aunar a los críticos y el gusto de sus abonados. Junto a los aplausos de las primeras impresiones, cinco millones de espectadores de media avalaron el estreno de la serie en lo que fue la premiere más seguida en seis años (desde Deadwood). No sorprende, por tanto, la decisión de la compañía de renovarla ipso facto para una segunda temporada, aunque habrá que estar atentos a la acogida del segundo capítulo.

Dejando de lado el hype que ya la etiqueta como la heredera de Los Soprano (basta de vender la segunda venida del Señor, por favor, aunque Winter haya sido guionista de la serie), la serie ofrece signos de convertirse en un muy buen drama televisivo, con ritmo y sin caer en exceso en reflexiones existenciales que, junto a su cuidada producción podrían espantar a espectadores alérgicos a la HBO en su versión más petulante. Scorsese deja, en este sentido, muy definidas sus señas de identidad y regala un producto que dispuesto a entretener desde la parte más intelectual a la más instintiva y soñadora del espectador. La escena del salón de baile recibiendo el inicio de la Prohibición con el réquiem militar en la trompeta para dar paso a la fiesta como si nada hubiera pasado es toda una declaración de intenciones.

Con una propuesta mucho más canónica que la obra de David Chase y, por tanto, con una mirada a la cosa nostra como institución nada decadente, para los amantes del género negro y de quienes disfrutan de las historias de mafia, los 70 minutos de piloto de Boardwalk Empire se pasan en un suspiro. Que no abrumen el envoltorio ni los nombres. Al fin y al cabo, estamos en Las Vegas del Atlántico y esto son los años 20. Tiempo de evasión.

8 comentarios:

satrian dijo...

Jo siempre le toca a uno de los dos, o te cae mal Steve Buscemi o te cae mal Michael Pitt, a mí que me caen bien los dos :P.
Mientras se ciñan al cine negro de siempre con criminales con el FBI en sus talones, a mí me tienen detrás viéndola.

Álex dijo...

Me invade la pereza más absoluta con este piloto, pero con tu post has conseguido que me anime a verlo. De este fin de semana no pasa.

OsKar108 dijo...

Estupendísimo post, para un piloto muy muy bueno, que hace pensar en que estamos ante otra gran serie (me niego a que se eclipse a Treme). Tengo ganas de ver más, a mi el piloto se me hizo hasta corto, y eso que no soy un "devorador" de cine negro clásico (más por desconocimiento que por ganas).

¡Saludos!

Jaina dijo...

Satrian: Es que Pitt da una grimilla xD No lo puedo evitar... Opino lo mismo, mientras sean fieles a la acción, no habrá problema.

ALX: Me alegro de que te haya animado. Yo lleva la misma impresión de pereza y me sorprendí gratamente.

Oskar108: Gracias!! La serie lo tiene todo para triunfar a ver si es capaz de seguir respondiendo expectativas :) Yo tp es que devore cine negro clásico, pero las historias sobre gángster me encantan.

Alejandro A dijo...

Michael Pitt me gustó en Funny Games US por eso me interesa verlo en esta serie, además de que está Michael Shannon, otro actorazo, en fin, muchas cosas me atraen, ya caerá en uno de estos días que le tengo muchas ganas

AgenTV dijo...

Lo que me he reído con el primer párrafo y eso del señor Prestigio y Premios de visita xD

Al final has caído en la gafapastada! maaaal!

Jaina dijo...

Alejandro A: Michael Shannon de poli lo está haciendo muy bien. La serie vale la pena :)

AgentTV: Jajaja, pero esta por lo menos es una gafapastada entretenida en comparación con los somníferos que hay sueltos por ahí xD

Unknown dijo...

Me gusta un montón esta serie, es muy entretenida y creo que tienes razón con que Buscemi y los personajes como Elias y Nucky se llevan la serie, son geniales y han hecho un trabajo impresionante.