miércoles, 28 de julio de 2010

The Pacific intima pero no emociona


El frente pacífico de la Segunda Guerra Mundial, pese a su importancia, parece tan lejano como las tierras donde se asentó. Recuerdo haber pasado de puntillas siempre sobre ese hecho histórico en cualquiera de las clases de Historia Contemporánea que he tenido en mi vida. La parte más jugosa del conflicto se encontraba en Europa y sólo cuando tocaba contar el final de la contienda, con los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki, era cuando una se acordaba de que también estaban luchando allá en el océano, en aquellos lunares diminutos en medio del azul. Algunas de esas islas que, por casualidad más que por estudio, podías saber que se llamaban Guadalcanal, Iwo Jima o Peleliu.

La proximidad geográfica, ese criterio que deja a veces grandes historias sin contar dependiendo del lugar en el que nos encontremos, puede ser culpable en parte de la sensación templada que me dejó el visionado de The Pacific (HBO). Y no sólo la cercanía sino el poco grado de explotación en el imaginario cultural que el "otro" frente ha tenido en comparación con el frente europeo donde los nazis son una fuente inagotable de inspiración. Estamos más acostumbrados al nazi matando al judío que al japonés torturando al chino, y eso vale también para explicar por qué Band of Brothers, pese a ser la clásica crónica de batallas mil veces revisadas me hace llorar una y otra vez, sin ni siquiera molestarse en mostrar a fondo la psique de los soldados más importantes de la Compañía Easy.

Porque pese al envoltorio de serie más cara de la historia y de sublime producción bélica, eso es lo que intentan hacer Hanks y Spielberg esta vez: retrospección en medio del zumbido de las balas. Se centran en el punto de vista de tres marines concretos, Robert Leckie, John Basilone y Eugene Sledge, durante el periplo que marcará sus vidas para siempre, pero que no llega a marcar al espectador. La distancia física y cultural que acabo de mencionar influye a priori, pero la grandeza de cualquier historia radica en saltarse esas barreras, algo que aquí no pasa porque falta algo aún teniendo un material precioso que sacar adelante.



¿Interpretaciones de cartón piedra, quizás? El personaje más interesante de entrada es el italiano de Jersey Basilone, un héroe de guerra de libro, con final trágico y con buques de guerra estadounidenses bautizados con su nombre. Jon Seda no transmite nada de lo que debería ser un tipo carismático y prematuramente atormentado, y aunque le dedican un episodio entero, pasa desapercibido.

Algo que también le ocurre a Leckie (James Badge Dale). Un personaje gris de inicio, con unas relaciones familiares frías, que se queda por la mitad diluido porque no hay pasión en la forma en como se nos cuentan sus circunstancias. Al final, Sledge (Joseph Mazzello), otro de tantos niños bien de la época con aspiraciones de salvar el mundo, se hace con el papel protagónico conforme pasan los capítulos, pero por la cantidad de minutos que disfruta no porque el personaje atrape con la destrucción de sus convicciones ante el horror del olor de los cadávares sobre el barro que deja la tormenta. La ambigüedad moral que manifestaba su compañero Merriel 'Snafu' Shelton (Rami Malek) resulta más interesante. Un individuo que no sabes si te puede traicionar o prestarte su chubasquero según le dé el aire. Como la guerra.

Si la intención en The Pacific consistía en describir batallas interiores, la pólvora de la emoción está mojada. Una pena, porque en verdad que era de la mejor calidad.

4 comentarios:

Álex dijo...

Es cierto que la serie al final no ha apasionado tanto como se esperaba. Yo la tengo en mi lista negra, a la espera de vencer la pereza que me da. Y eso que disfruté de lo lindo con Band Of Brothers.

satrian dijo...

A mí me gustaron más que a tí la serie y las interpretaciones, y sobre todo los últimos tres capítulos me emocionaron, y mucho, debe ser que estoy más sensible :P
No está a la altura de Band of Brothers, pero yo no pongo tanta distancia entre las dos, aunque me sigue doliendo como los EEUU siguen pasando de puntillas sobre Hiroshima y Nagasaki, incluso en las series.

OsKar108 dijo...

Lo que parece mentira, ya que como dices es la parte más importante de esa parte de la guerra, es como pasan muy por encima de los lanzamientos de las bombas atómicas.
Aunque a mi también me guste más Hermanos De Sangre, he de decir que The Pacific me ha parecido muy buena, aunque algo por debajo, o al menos a mi me gusta algo menos.

¡Saludos!

SR. WATANABE dijo...

A mi sí que me toco por dentro, especialmente los últimos episodios donde la crueldad de la guerra se desata como pocas veces la hemos visto en televisión. Para mi está a la altura de Hermanos de sangre. Quizá la primera se te meta más adentro por contar con el efecto sorpresa, ventaja que no tuvo esta.